Eutanasia
Enviado por mabelalba • 1 de Septiembre de 2014 • 2.345 Palabras (10 Páginas) • 323 Visitas
Mabel Alba
La vida es un derecho universal, al igual que la paz
Análisis sobre la legalización de la eutanasia
“Estar en el mundo, simplemente estar, no tiene ninguna importancia. Ni para el protagonista ni para los demás” (Domínguez, R.)
El derecho a la vida es universal, al igual que el que poseen todos los seres humanos de tener una vida digna. Los dilemas éticos son aquellas soluciones o decisiones que son difíciles de generar debido a las afirmaciones opuestas que rigen y han regido por varios años el comportamiento colectivo frente a la actividad por la cual ha surgido el dilema. Desde hace mucho tiempo se ha tratado el tema de la eutanasia, se han analizado y comparado las posturas en contra y a favor de la misma. Se han generado diversos debates en distintos países con el fin de llegar a la decisión de legalizar o dejar como ilegal este acto.
La eutanasia constituye la “acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él”. (Real Academia Española) Este ensayo analógico se basa en el análisis objetivo de la postura a favor y en contra sobre la realización de la eutanasia, basándose en los siguientes artículos: “Tres razones a favor de la ley sobre eutanasia” de César Rodríguez Garavito y, por otra parte, “La pendiente deslizante de la Eutanasia” por Luz Marina Medina.
En primer lugar, se va a evaluar cómo podría influir la legalización de la eutanasia en la toma de una decisión de la cual va a depender una vida humana. Otorgarle la posibilidad a un enfermo de culminar con su sufrimiento es una de las ventajas que se describen en el ensayo de César Rodríguez. La dignidad humana es un valor innegociable, pero sobre todo, el derecho a tener una vida digna es el punto de análisis para medir lo favorable o desfavorable del acto de la eutanasia. De acuerdo con Rodríguez, C. (2012):
(La aprobación de la eutanasia) es un procedimiento exigente para certificar la libre voluntad y la condición médica de los pacientes que pidan la terminación de su vida en situaciones extremas de enfermedades terminales o lesiones irreversibles. Ningún médico ni clínica puede ser obligado a practicar la eutanasia. Nadie puede forzar a un paciente o a su familia a acelerar la muerte. (…)De modo que le permite a cada quien vivir (y morir) según sus convicciones.
Es decir, la legalización de la eutanasia daría fin a una vida llena de sufrimientos si así lo desea la persona o, en caso de encontrarse sin facultad para decir, el familiar encargado. Por tanto, la legalización de esta práctica constituiría una opción digna para todas las personas que quieren acabar con el sufrimiento de alguna enfermedad letal. Por tanto, lo importante sería establecer pautas claras dentro de la legalidad de esta acción, que establezcan las circunstancias bajo las cuales se puede proceder a realizar la misma.
Esta idea expresa la libertad que tendrá cada paciente de morir de una forma rápida y poco dolorosa. Además advierte que nadie será obligado a la realización de la eutanasia; ya que ningún médico, ni ningún ser humano, se encuentra obligado a culminar con la vida de otro. La postura a favor de la eutanasia afirma que ésta sería una muy buena opción para brindarles paz a los enfermos que están pasando por una gran agonía. En pocas palabras, Cesar Rodríguez expone que la legalización de la eutanasia no tendría una gran influencia en la toma de la decisión para realizar la misma; sino que sería una opción más al momento de tomar una decisión frente a una determinada enfermedad.
Por otro lado, la postura en contra, afirma que la legalización de la eutanasia influiría en grandes rasgos sobre la toma de decisión dentro de una enfermedad. Expone que los enfermos necesitan esperanzas de vida, y no leyes que los impulsen a terminar con el sufrimiento y no a luchar por una futura mejoría. A su vez, se menciona a las personas mayores, y a los sentimientos de carga que a veces estos sienten. El ensayo en contra estable que la legalización de este acto va a incentivar al número de ancianos que se sienten infelices y pocos útiles, a tomar la decisión de morir para dejar de ser un peso en la vida de sus familiares. De acuerdo con Medina, L. (2014):
Legalizar la eutanasia es el peor tipo de piedad que se puede ofrecer. Primero, lesiona en todas sus dimensiones la relación médico paciente. Un paciente terminal o con un sufrimiento "insoportable" es un paciente vulnerable, que busca en los ojos de su médico una luz de esperanza, de apoyo, de fortaleza para salir adelante. Una vez legalizada la eutanasia el paciente puede sentirse coercionado a actuar de acuerdo "al mejor interés" de su médico para con él. (…) Un paciente tiene derecho a decidir por sí mismo, pero no por encima del principio de beneficencia y de no maleficencia.
Claramente la autora establece en su postura en contra de la legalización de la eutanasia, la influencia que la misma va a tener en la decisión de los pacientes. A su vez, la autora recurre al hecho de que los médicos se forman con el fin de beneficencia o no de maleficencia, es decir, para generar esperanza y bienestar en los enfermos, no para ser motivo de muerte. Por lo cual se puede deducir que para la autora la eutanasia no es un método de piedad hacia los enfermos, ni un medio para eliminar su sufrimiento; más bien constituye el camino para empoderar a los vulnerables a tomar decisiones que atenten contra su mayor valor; su vida.
En las ideas expuestas por estos dos autores, se refleja claramente los puntos que cada postura analiza para otorgarle validez a su posición. Por un lado César Rodríguez establece, principalmente, que la eutanasia es una opción para terminar con el sufrimiento de aquellos pacientes que viven en agonía, pero que su legalización no constituiría un factor de motivación para los enfermos de realizar este acto como opción primaria. Y por otro, se encuentran los argumentos emitidos por Luz Medina, en donde se justifican las razones por las cuales se debe de estar en contra de la legalización de la eutanasia; ya que la misma sería una fuente de perdida de esperanza para los enfermos y los ancianos. Ambas posturas se enfocan en las personas enfermas, pero la diferencia es que la postura a favor establece una visión positiva sobre la posibilidad de poder culminar con el sufrimiento, si así se desea, pero la postura en contra, lo ve como un atentado a la vida y a la verdadera vocación de un médico.
Sin embargo, no es sólo la influencia que tendría la legalización dentro de la decisión de realizar un acto de eutanasia por parte de los enfermos lo que exponen
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