Evaluación de distintos tipos de enmiendas orgánicas en el cultivo de lechuga (Lactuca sativa) como alternativa a la fertilización química y su carga microbiológica, en la Región de Coquimbo, Chile
Enviado por CLAUDIO NICOLAS CANALES MELENDEZ • 20 de Abril de 2020 • Ensayo • 2.931 Palabras (12 Páginas) • 112 Visitas
Evaluación de distintos tipos de enmiendas orgánicas en el cultivo de lechuga (Lactuca sativa) como alternativa a la fertilización química y su carga microbiológica, en la Región de Coquimbo, Chile.
Índice de contenidos
1. Situación actual de la lechuga en la región y Chile 3
2. Requerimientos de la lechuga 4
2.1 Clima 4
2.2 Suelo 4
2.3 Hídrico 5
3. Programas nutricionales actuales para la lechuga 5
4. Manejos fitosanitarios de la lechuga 6
5. Tipos de enmiendas orgánicas, su aporte nutricional y comparación con los fertilizantes químicos 7
6. Calidad microbiológica de las enmiendas orgánicas 9
7. Exigencias de inocuidad de los mercados en Chile 10
8. Planteamiento del problema 11
9. Justificación del problema 12
10. Bibliografía 13
Índice de tablas
Tabla 1. Superficie regional hortícola por especie 3
Tabla 2. Requerimientos climáticos de la lechuga 4
Tabla 3. Requerimientos edafológicos de la lechuga 5
Tabla 4. Exigencias microbiológicas en los distintos tipos de compost 11
Índice de cuadros
Cuadro 1. Composición nutricional de diversas enmiendas orgánicas existentes en Chile 8
Cuadro 2. Exigencias microbiológicas en los alimentos en Chile 10
Índice de imagen
Imagen 1. Ejemplo de programa fitosanitario 7
Situación actual de la lechuga en la región y Chile
La superficie de lechuga cultivada en Chile en el año 2010, fue de 6.837 ha, correspondiente a un 8,5% del total nacional del cultivo de hortalizas. Siendo el segundo cultivo de hortalizas más importante en superficie, después del maíz dulce. Esta superficie de lechugas se encuentra concentrada en la Región Metropolitana presenta la mayor superficie cultivada, con 3.364 ha. (49,2% de la superficie nacional), seguida de la IV y la V Región con 1.813 y 1.096 ha respectivamente. Entre estas tres regiones alcanzan el 92% de la producción total del país (INE, 2010).
La Región de Coquimbo es una zona de gran importancia en la oferta hortícola a nivel país. Cerca de 11.400 hectáreas que se destinan a este grupo representan el 12% del total de superficie hortícola a nivel nacional. En la tabla se detallan las principales diez especies hortícolas de la región, según la magnitud de su superficie. Como se observa, la importancia regional respecto del país en algunas especies es sumamente importante y estratégica, lo que es similar para el resto, con excepción de la zanahoria y el choclo.
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Requerimientos de la lechuga
2.1 Clima
La lechuga es una planta de clima frío, tolerante a heladas débiles. En cuanto a las temperaturas medias mensuales serían: mínima de 12ºC, óptima 15 a 18ºC, y máximas de 21 a 24ºC. Las temperaturas óptimas son de 20 a 22ºC en un día despejado, y de 15 a 16ºC un día nublado. Temperaturas sobre 25ºC serían perjudiciales ya que favorecen la subida, además que la cabeza de la lechuga quede suelta. Temperaturas frías y un crecimiento lento serán favorables para una buena formación de la cabeza (VOLOSKY, 1974a).[pic 4]
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2.2 Suelo
Aunque la lechuga se adapta a una amplia variedad de suelos, se prefieren aquellos francos y frescos que no retengan la humedad en forma excesiva, y con abundante contenido de materia orgánica (SOTO, 1986).
Según VOLOSKY (1974b), es poco tolerante a la acidez, siendo aceptable un rango de 5,5 a 6,5 en suelos de origen mineral, y de 5,2 a 5,8 en suelos turbosos y orgánicos. Con un pH de 5 el rendimiento puede disminuir en un 35%.
En cultivos de primavera, se recomiendan los suelos arenosos, pues se calientan más rápidamente y permiten cosechas más tempranas. Para cultivos de otoño, se recomiendan los suelos francos, ya que se enfrían más despacio que los suelos arenosos. En cultivos de verano, es preferible los suelos ricos en materia orgánica, pues hay un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos y el crecimiento de las plantas es más rápido (InfoAgro).
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2.3 Hídrico
El cultivo de lechuga requiere suficiente agua para reponer la humedad perdida por evapotranspiración (ET). El riego también servirá para bajar la temperatura del cultivo por medio de la transpiración, además de permitir la lixiviación de sales que se acumulan en la zona de raíces. La mayor cantidad de agua que se requiere en la producción de lechugas se utiliza en los últimos 30 días del cultivo, cuando las tasas de evapotranspiración son máximas (Antúnez, 2017).
La cantidad de agua utilizada para terminar el ciclo de la lechuga rondan alrededor de 1882 m3/ciclo, esto bajo un sistema de riego por goteo (Gil ,2016).
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