Evidencia Cientifica
Enviado por yolotzin665 • 26 de Noviembre de 2013 • 718 Palabras (3 Páginas) • 540 Visitas
La evidencia científica tras los alimentos y complementos dietéticos más populares
Que si el café podría ser bueno para la diabetes, que si los Omega 3 ayudarían a prevenir las enfermedades cardiovasculares, que si el consumo de ajo podría ser recomendable para reducir el riesgo de cáncer… Titulares clónicos como éstos están a la orden del día en los medios de comunicación. Son los “comodines” del periodismo sanitario. Si un día no sabes de qué escribir o no hay nada relevante de actualidad en el ámbito sanitario siempre puedes recurrir a un alimento y hacer una noticia sobre lo último que se ha investigado sobre sus beneficios saludables. Siempre tendrás garantizado el material porque estudios como esos salen como churros y si se trata de un alimento muy consumido será una noticia bastante leída.
El principal inconveniente es que la amplia mayoría de los estudios sobre los beneficios para la salud de los alimentos o complementos dietéticos son estudios ecológicos y estudios sobre animales o in vitro en el laboratorio. En el segundo caso, es difícil extrapolar los resultados a seres humanos hechos y derechos y, en muchos casos, no tienen por qué coincidir.
En el primer caso, los estudios ecológicos son estudios de poblaciones grandes en el que puedes encontrar correlación pero no causalidad. Para que quede claro cristalino voy a poner un ejemplo ficticio: Hago un estudio con 3.000 personas a las cuales les hacemos una encuesta de su dieta y también sobre la aparición de distintas enfermedades. Tras un análisis estadístico de los resultados, observamos que las personas que consumen más ajo parece que significativamente tienen menos cáncer.
Existe pues, correlación o asociación entre el consumo de ajo y una menor aparición de cáncer, pero eso no quiere decir que exista causalidad (el ajo protege frente al cáncer). Así por ejemplo, podría ser que la razón por la que las personas que consumen más ajo tienen menos cáncer se debe, en realidad, a que llevan un estilo de vida más sano, hacen ejercicio diario, tienen una dieta más sana, etc…
Debido a todo lo anterior, hay que ser cautelosos a la hora de poner titulares a partir de esos estudios, cosa que muchas veces no sucede por no saber distinguir correlación de causalidad. Y, así, tenemos bonitos y exagerados artículos periodísticos sobre pepinos, ajos, puerros y verdulerías varias que lo que más demuestran es la importancia de tener una mínima formación en ciencias para escribir sobre ciencia. Además, no suele pasar mucho tiempo hasta que aparecen nuevos titulares contradictorios con los anteriores que ponen de manifiesto la escasa evidencia científica real que hay sobre el asunto.
Para no volvernos locos en ese maremágnum constante de datos sobre las propiedades beneficiosas de determinados alimentos, David McCandless, Andy Perkins y colaboradores
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