Experimentación con animales

Jorge Luis Padilla Armas

Médico General

Grupo 16

¿Conejito, conejillo o yo?

“Todos somos responsables de todo y de todos,

y yo más que los otros”.

Fydor Dostoievski.

¿Qué pasaría si en vez de usar un conejillo de indias, actuáramos directamente sobre los implicados? Tal vez diríamos simplemente “nada”, pero no es así. Existe un mundo de respuestas para esta insignificante pregunta, iniciando por desordenar el sistema que siempre ha sido así, y segundo conllevando a una desastrosa “guerra” maléfica entre los que siempre estamos buscando el beneficio propio. Lamentablemente siempre será así y no podemos hacer nada para evitarlo, es indispensable continuar avanzando como la sociedad que se supone que somos.

No creo que ni tú, ni yo, ni el vecino tengamos la disposición para ofrecernos a nosotros mismos como conejillos de indias. Por tal motivo esto es lo más justo y razonable que se debe hacer; hay millones a favor de esto y otros millones que están en contra, me considero uno de los que están a favor. Claro que como todo, existe un límite de hasta donde puede llegar el egoísmo.

Si para mejorar o sanar a la humanidad implica tristemente utilizar a otros más inferiores a nosotros, no hay argumentos contra eso, ¡La sociedad tiene que hacer algo! En cambio, si la razón de realizar estas prácticas es solo con fin estético y mediocre diría que los que buscan y desean lo segundo, son unos inhumanos.

Sabemos que antes de utilizar algún medicamento, ungüento o solución, este debió de haber pasado por miles de experimentaciones, sobre todo para saber las reacciones secundarias o alérgicas que puede causar al ser ingerido, untado, inyectado, etc. Pero no se utilizan directamente sobre nosotros, los humanos, sino que primero pasan por unas maravillosas criaturas que también son seres vivos como nosotros. Con esto ya debes de estar confundido o ya sabes de lo que estoy hablando: La experimentación con animales.

La finalidad de la experimentación con animales tiene como objetivo verificar la eficacia, eficiencia, reacciones y el grado de toxicidad que pueden causar nuevos medicamentos, sustancias, compuestos químicos, etc. Antes de ser utilizadas en seres humanos. Lo que me parece muy lógico ya que la vida de un ser humano no puede compararse con la de un animal, o dime ¿Preferirías que estos testeos se realizaran con tu madre, padre, familiares o amigos? ¡Por supuesto que no! Es por eso que tenemos que ser conscientes de qué o más bien quién es el primordial en este mundo.

El progreso científico precisa investigar con animales para curar a pacientes. Tal desarrollo requiere control responsable, ético y legal. Una mejor comunicación de los avances ayuda a que la sociedad entienda el uso de animales. La ciudadanía necesita datos y contexto para comprender el poliédrico mundo de la investigación médica. Parece razonable encontrar un punto medio entre las reacciones que priman lo emocional y los argumentos que omiten lo afectivo. Podemos conciliar respeto hacia los animales y dignidad para las personas (Sueiro, 2011).

Ahora, entrando en el medio académico, los estudiantes de educación superior necesitan hacer sus prácticas, no sólo con la teoría aprenderán todo lo necesario para ejercer su profesión. Necesitan practicar en un espécimen que sea igual o similar al que en un futuro atenderán y con el que trataran día con día, cotidianamente, y lo más humano sería utilizar un animal, volviendo a lo mismo, no querrías hacer aquellos procedimientos quirúrgicos con un ser querido, y arriesgar todo por algo mínimo, que estamos de acuerdo en que siente, que es un ser viviente, pero carece de pensamiento como nosotros.

Además, es a partir de los animales que se producen algunos tipos de sueros y anticuerpos, que si estos experimentos no se llevaran a cabo, no sería posible o ignoraríamos la existencia de una cura a ciertas enfermedades. Un ejemplo sería la enfermedad que está de moda: La diabetes. Antes la gente moría por diabetes, ahora la gente vive con diabetes. Todo esto se debe gracias a la experimentación con los animales, de no haber sido así, cuantas personas ahora estarían muertas o sufriendo… Velo de esta forma, pon en una báscula un ratón, un cerdo, un conejo, etc. El animal que se te antoje, y en el otro extremo de la báscula pon a un ser humano cualquiera, aunque no lo conozcas. ¿Qué pesa más? Obviamente la vida de un ser humano.

Comprendo a Laura Cowell cuando afirma: "Para controlar mi fibrosis quística y diabetes tomo diariamente entre 50 y 70 comprimidos, dos inyecciones de insulina y dos nebulizadores. Esas medicinas se han probado antes en animales, por lo que estoy muy agradecida a las personas y a los animales. Sin ellos, estaría muerta" (Sueiro, 2011).

Pero como mencioné antes, todo tiene un límite, no porque esté a favor de la experimentación con animales también estaré de acuerdo en que se abuse de ellos. Una cosa es utilizarlos para el bien de la humanidad -nuestra salud- y otra cosa sería usarlos con intenciones estéticas y/o maléficas. Eso es un tontería, la salud es interna y externa, se siente dentro del ser humano y se ve por fuera; pero lo estético que es solo una imagen para “mejorar el encanto”, que en realidad no acrecienta nada de nuestra vitalidad, es imperdonable. ¿Y de qué tipos de productos hablo? De productos de belleza, como son shampoos, maquillajes, cremas, perfume, etc. Es una barbaridad.

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