FIBROMIALGIA: UNA INCÓGNITA MODERNA Y COMÚN
Enviado por AlitaLO • 13 de Marzo de 2014 • 3.156 Palabras (13 Páginas) • 199 Visitas
La fibromialgia resulta una entidad patológica de importante magnitud si consideramos su mayor prevalencia en personas en edad productiva, al resultar en muchos casos una enfermedad incapacitante. Si se toma en cuenta que su etiopatogenia no es muy clara aún y que generalmente se asocia a otras enfermedades, el ofrecer un tratamiento adecuado para cada paciente supone un reto, puesto que la investigación sobre este padecimiento necesita ampliarse.
INTRODUCCIÓN
La fibromialgia es una forma de dolor musculosquelético, difuso, crónico y benigno de origen no articular, que se caracteriza por la combinación de varios síntomas y principalmente por la presencia subjetiva de dolor generalizado, fatiga, rigidez matutina y trastorno del sueño junto con la reproducibilidad a la presión de múltiples puntos dolorosos.1
La fibromialgia es una enfermedad moderna por la detección cada vez mayor de casos nuevos. Sin embargo no se trata de una enfermedad de aparición reciente, ya que su historia se remonta a muchos años atrás en la historia de la medicina. A pesar de ello, el avance en el conocimiento de su etiología, clasificación y estandarización de parámetros diagnósticos, su tratamiento, e inclusive su aceptación como entidad diagnóstica por amplios gremios médicos, es aún terreno en exploración, por lo que el objetivo del presente ensayo es vislumbrar el impacto individual, social, y en el ámbito médico, que tiene la fibromialgia.
HISTORIA
A finales del siglo XIX Beard describía un cuadro clínico de dolor generalizado, similar al que actualmente conocemos con el nombre de fibromialgia, que denominó "miolastenia" y que posteriormente fue considerado como un proceso cercano a la neurastenia. Más cercana es la definición de Gowers, que en 1904 acuñó el nombre de "fibrositis" para describir un cuadro de dolor generalizado, de carácter difuso y cambiante que, según el autor, afectaba a las vainas tendinosas, músculos y articulaciones y para los que asumió una base inflamatoria, aún a pesar de que los pacientes no manifestaran signos de flogosis. En la literatura posterior se les aplicó de forma indistinta la denominación de "miofibrositis" o "fibromiositis" y no solo se asume la ignorancia sobre su etiología sino que también se reconoce que las fronteras de su descripción eran tan confusas que dejaban abierta la posibilidad de incluir indistintamente patologías reumáticas objetivables como la poliartritis, artrosis o epicondilitis, entre otras, con otras de origen somatomorfo.
A partir de 1950, con el desarrollo de la inmunología y el conocimiento más preciso de la patogenia de muchas enfermedades reumáticas, se logra separarla del resto de enfermedades con base inmunológica, colocándolo como un proceso de etiología incierta que cursa con dolores difusos, fatiga, rigidez matutina y trastornos del sueño.
Este cuadro recibió el nombre inicial de "fibrositis", término que ya había sido propuesto por Gowers a principio de siglo y que durante años convivió en la literatura médica con los anteriores de "fibromiositis" y "miofibrositis".
En la década de los años setenta, se describen y agrupan todos los síntomas ligados al cuadro y aunque se emplearon criterios y denominaciones ya aplicados por muchos autores, no se consiguió el consenso científico para clasificar y definir el proceso; en la década de los ochenta se despierta un renovado interés por delimitar bien esta patología, apareciendo las bases iniciales para la descripción del síndrome bajo epígrafes teles como "fibromialgia", "síndrome miofascial" y "tendomiopatía generalizada”.
A partir de estos estudios todos los autores coinciden en la necesidad de llegar a un acuerdo, tanto en la denominación del síndrome como en los criterios diagnósticos. Los europeos se inclinan por el nombre de "tendomiopatía generalizada", pero se rechaza al considerarse muy descriptivo para un síndrome de origen desconocido, por lo que decide utilizarse el término "fibromialgia" desde entonces, el cual ya había sido propuesto por Hench en 1976.
En 1990, la Academia Americana de Reumatología organiza una comisión de expertos que tras un exhaustivo trabajo de recopilación, publica sus conclusiones que hoy en día constituyen la normalización del síndrome y definen los criterios que deben cumplir los pacientes para ser diagnosticados de fibromialgia.
DEFINICIÓN
El principal problema de consulta de estos pacientes es el dolor generalizado, acompañado de mialgias de localización imprecisa, de duración prolongada y con dificultad para definir con precisión el inicio de los mismos. El dolor suele ser difuso, profundo, intenso y en muchas ocasiones difícil de describir, y en general empeora con el ejercicio físico intenso, el frío y el estrés emocional. En general estos "dolores generalizados" se acompañan de astenia, fatiga y mal descanso nocturno o sueño no reparador.
En 1990, el American College of Reumathology, basándose en un estudio multicéntrico realizado en EE.UU. y Canadá con 293 pacientes afectos de fibromialgia y 265 controles con diferentes tipos de dolor crónico, propuso para su diagnóstico únicamente la presencia de dolor difuso de más de 3 meses de evolución y sensibilidad al dolor aumentada a la palpación digital en al menos 11 de 18 localizaciones anatómicas propuestas (occipucio en la inserción de los músculos suboccipitales, cervical en cara anterior de las apófisis transversas de C5-C7, trapecio en el punto medio del borde superior, supraespinoso en el borde medial de la espina de la escápula, segunda costilla en la unión costocondral por fuera, epicóndilo a 2 cm de distancia distal, glúteo medio en cuadrante superexterno de la nalga, trocánter mayor posterior a la prominencia trocantérea, rodilla en la almohadilla grasa medial a la interlínea articular).2
SÍNTOMAS ASOCIADOS
La fatiga se presenta en 75-91% de los pacientes2, tanto en la forma juvenil como en adultos, sin causa que lo justifique. El paciente se manifiesta cansado, sobre todo por las mañanas al levantarse. La fatiga puede mejorar después, aunque puede reaparacer, de forma prematura, con el desarrollo de la jornada.
Las alteraciones del sueño-vigilia suelen ser variables de un paciente a otro, desde la dificultad para conciliarlo, tener sueño agitado y superficial, hasta dormir pocas horas consecutivas. En cualquier caso es un sueño no reparador y ocurre en un 67% de los pacientes; por tanto, el sujeto se levanta con la sensación de no haber descansado.
La rigidez se presenta principalmente por la mañana al levantarse, sobre todo en las manos
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