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Fisiologia Vegetal


Enviado por   •  1 de Mayo de 2014  •  3.651 Palabras (15 Páginas)  •  332 Visitas

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Microorganismos del suelo

1. BACTERIAS

Aunque son numerosas, debido a su pequeño tamaño, sólo representan menos de la

mitad de la biomasa microbiana total.

La abundancia se puede medir por medio del conteo en placas o estimando, a través

de microscopía directa (108 a 1010 bacterias/g de suelo).

Las bacterias del suelo pueden clasificarse en dos grandes grupos:

Especies nativas o autóctonas: están presentes en el suelo y su número se mantiene

aproximadamente constante, con excepción de aquellas nativas denominadas

“zimógenas” por Winogradsky, que proliferan ante el agregado de un sustrato

específico.

Especies alóctonas: a diferencia de las anteriores, no participan activamente en las

funciones bioquímicas de la comunidad. Llegan al suelo con las precipitaciones, en

tejidos enfermos, aguas negras.

Se pueden agrupar las bacterias del suelo por grupos funcionales, siendo ésta la forma

mas importante desde el punto de vista agronómico, en :

Bacterias amonificadoras: descomponen las sustancias orgánicas nitrogenadas y

las transforman en amonio o en sales amoniacales.

Bacterias nitrificadoras: oxidan el amoníaco hasta nitrato.

Bacterias fijadoras de nitrógeno: toman el N atmosférico (N2) y lo transforman en

compuestos aprovechables por los vegetales.

Bacterias celulolíticas: degradan la celulosa. Es el grupo más numeroso por ser este

compuesto el más abundante en los residuos vegetales

Bacterias pectinolíticas: degradan la pectina y sus derivados.

El género más abundante es Arthrobacter.

Actinomicetes

Son bacterias (células procariotas) que se parecen a los hongos por tener micelio

aéreo ramificado. Las colonias pueden ser pulverulentas o consistentes.

Están distribuidos en diversos hábitats: estiércol, fango, etc. Se encuentran en distintas

profundidades y son casi tan abundantes como el resto de las bacterias. Son

aeróbicos y menos sensibles a la sequedad que éstas.

Son heterótrofos, entre otras sustancias, utilizan la quitina como fuente de carbono. En

general son saprófitos. Suelos ricos en materia orgánica les benefician por el carbono

aprovechable. Su actividad también se ve favorecida por la presencia de restos

vegetales, estiércol, y derivados proteicos.

No tienen gran capacidad competitiva, por lo que escasean relativamente en las

etapas iniciales de la descomposición de los vegetales. Su densidad y actividad se

incrementan en la etapa final de la degradación, luego de actuar hongos y bacterias,

cuando los nutrientes se van haciendo limitantes y la presión de los competidores

disminuye. La densidad varía entre 105 y 108 en suelos templados. El género más

abundante es Streptomyces.

Producen metabolitos antimicrobianos entre ellos 50 antibióticos de uso común.

Cianoficeas

Estas bacterias son capaces de fotosintetizar y fijar N2. Estas características les permiten

actuar de colonizadoras en materiales originales.

Pueden tener gran importancia en arrozales inundados. Cuando el pH es superior a 6 y

el nivel de fósforo alto, en los suelos inundados predominan afloramientos de

cianoficeas, generalmente pertenecientes a los géneros Anabaena, Nostoc,

1

Oscillatoria y Calothrix. Estos microorganismos aportan oxígeno y nitrógeno al arrozal.

También aportan estimulantes de crecimiento. Algunas de estas especies pueden

utilizar nitrógeno molecular constituyéndose como fijadores libres de nitrógeno

(Anabaena, Nostoc, Chrococcus, Oscillatoria). El aporte de oxígeno proveniente de la

fotosíntesis suele ser de gran importancia debido a los requerimientos de las raíces

sumergidas.

2. ALGAS

Su abundancia en el suelo es menor que la de las bacterias, hongos y actinomycetes.

Las algas son autótrofas. Usan la luz como fuente de energía, toman CO2 del aire y

obtienen agua y minerales del suelo. Poseen clorofila, aunque a veces se encuentre

enmascarada por otros pigmentos. Algunas están adaptadas a la vida a mayor

profundidad y son heterótrofas o autótrofas facultativas, es decir que pueden

metabolizar una variedad de hidratos de carbono (almidón, sacarosa, glucosa, etc.),

obteniendo la energía de la oxidaciones del carbono orgánico.

Las algas, pobremente adaptadas a la heterotrofia, no son buenas competidoras

frente a bacterias y hongos, por lo que su contribución a las reacciones biológicas es

mínima. En realidad la principal función de las algas de hábitats terrestres es la

generación de materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas a través de la

fotosíntesis, incrementando la cantidad de carbono orgánico. Esto es de suma

importancia en la colonización de áreas desnudas, estériles o suelos erosionados. 1 La

materia orgánica de las algas propicia el desarrollo de bacterias y hongos

(colonizadores secundarios), que al producir descomposición y ácidos orgánicos

favorecen la intemperización de la roca (principio de formación de un suelo).

Existen muchas especies adaptadas a cambios ambientales, persistiendo en suelos

alcalinos y desérticos, regiones alpinas, etc.

Son susceptibles a los herbicidas y al ataque de algunos protozoos, nemátodos, ácaros

y lombrices.

Viven en la superficie del suelo o a escasa profundidad, sólo los autótrofos facultativos

viven en capas inferiores, pero su crecimiento es limitado.

En la superficie del suelo su número varía entre 100 y 50.000 / g de suelo. Por debajo de

la superficie no suelen encontrarse valores superiores a 10.000 / g de suelo. La biomasa

varía entre 7 y 300 kg. / ha.

En climas templados predominan clorófitas y diatomeas.

3. HONGOS

Los hongos, aunque no son los organismos más importantes del suelo, aportan una

parte significativa de la biomasa, debido a su gran tamaño. Además son los

principales agentes de descomposición en ambientes ácidos.

En contraste con las bacterias, los hongos pueden diferenciarse en forma efectiva en

base a su morfología. Poseen un micelio ramificado formado por hifas independientes,

septadas o no, y diversas estructuras reproductivas que pueden formar esporas

sexuales o asexuales. Muchos géneros forman estructuras de resistencia (o de

supervivencia) que les permite soportar

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