Gastritis, Ulcera Y Reflujo
Enviado por Electrofausto • 17 de Febrero de 2012 • 2.027 Palabras (9 Páginas) • 996 Visitas
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Con el término de "Gastritis" se designa una serie de alteraciones, de tipo inflamatorio-digestivo, de la mucosa del estómago. Otros autores utilizan el nombre para designar algunas enfermedades vagas que curan espontáneamente y que se caracterizan por náuseas, anorexia, molestias epigástricas con o sin vómito y algunos síntomas sistémicos.
¿Qué la ocasiona?
Se han hecho numerosas clasificaciones de las gastritis. La más práctica las clasifica en dos grandes tipos: gastritis agudas y gastritis crónicas.
Gastritis agudas: Pueden ser exógenas o endógenas. Las gastritis agudas exógenas o gastritis irritativas son producidas por cualquier clase de irritante químico, térmico, mecánico o bacteriano que pueda ser ingerido por la boca. Las más frecuentes son los alimentos y bebidas extremadamente calientes o fríos, los picantes, las salsas, las especias tipo mostaza, así como los medicamentos a base de salicilatos, cloruros, yoduros y bromuros. Como casos especiales, debemos recordar la gastritis corrosiva, por ingestión de sustancias cáusticas, así como las gastritis alérgicas, de origen alimentario, bacteriano o químico, provocadas por hipersensibilidad de la mucosa a estas sustancias.
Gastritis crónicas: Antes se creía que cuando las causas irritativas persistían durante largo tiempo, la gastritis aguda se transformaba en gastritis crónica. Esto está en desacuerdo con la observación clínica que demuestra que muchos casos de gastritis crónicas no presentaron antecedentes irritativos que la expliquen. Actualmente está gozando de gran aceptación la hipótesis de un mecanismo inmunológico.
SÍNTOMAS
La gastritis se manifiesta dependiendo de la causa, pero con frecuencia se caracteriza por la anorexia persistente. Así mismo puede haber plenitud epigástrica o saciedad fácil, nauseas y vómito. Es posible se presente hemorragia gastrointestinal alta, especialmente en la gastritis hemorrágica erosiva por estrés o corrosiva. Cuando la gastritis es secundaria a infecciones por agudas o toxinas bacterianas (estafilocócica), puede haber malestar, diarrea, cólicos, fiebre, escalofríos y cefalea acompañada de deshidratación.
A la exploración se puede encontrar hipersensibilidad epigástrica
DIAGNÓSTICO
En los pacientes que presentan hemorragia gastrointetsinal aguda alta, se recomienda la endoscopia temprana (en el transcurso de 24 hrs.), para determinar con precisión el lugar de la misma. En pacientes con gastritis corrosiva , la endoscopia permite determinar con exactitud la extensión de la lesión.
TRATAMIENTOS Y RECOMENDACIONES
Gastritis por fármacos: primeramente hay que eliminar el agente agresor, y si la hemorragia es importante hay que considerar la administración de plaquetas. Se recomienda el Sucralfato 1 gr antes de las comidas (tres veces al día y antes de acostarse) ya que con frecuencia ha sido útil. O en su defecto un antiácido líquido a razón de 30ml por toma.
Gastritis por úlcera gástrica: En este caso el tratamiento es el mismo de la úlcera.
Gastritis por estrés: Él mejor tratamiento es la prevención, de tal manera que en pacientes con quemaduras extensas o que se encuentren en salas de cuidados intensivos, ya que evitar la aparición de una úlcera. Lo que se consigue titulando cada hora el PH intragástrico a cuando menos 4.0 o 5.0, con la instalación de antiácidos o con la aplicación IV (por venoclisis) de antagonistas de H2. Si el paciente ha desarrollado gastritis hemorrágica erosiva, se le apoyara con transfusión.
Gastritis idiopática: El tratamiento es difícil y se aconseja evitar los irritantes gástricos aunado a antiácidos o sucralfato.
Cuando la biopsia muestra aumento de las células de inflamación crónica y polimorfonucleares, así como al microorganismo Campylobacter pylori, se recomienda un tratamiento antiácido, antagonistas H2 y el uso de antibióticos específicos.
IMPLICACIONES DIETETICAS
La dieta varía en función de los síntomas y de la evolución de la enfermedad:
Gastritis aguda asociada a nauseas y vómitosSi aparecen vómitos debemos asegurar un adecuado aporte de líquidos para evitar la deshidratación. Tras el vómito inicial, se recomienda esperar 1 ó 2 horas antes de ingerir líquido alguno. Transcurrido ese tiempo, tomar líquidos a pequeños sorbos cada 15 ó 30 minutos: zumos diluidos, caldo poco concentrado, infusiones suaves, suero casero o de farmacia, bebidas isotónicas. Es preferible no dar leche ya que puede inducir al vómito. Por el contrario las bebidas carbonatadas desgasificadas ayudan a calmar las molestias digestivas. A medida que los vómitos cesan se puede empezar a tomar alimentos sólidos, repartidos en cinco o seis ingestas de pequeño volumen para evitar sobrecargar el estómago y mejorar las molestias digestivas, descansado entre toma y toma pero sin acostarse de inmediato. Suelen tolerarse mejor los alimentos secos: tostadas, galletas sencillas... y los de consistencia pastosa, poco condimentados y no excesivamente aromáticos: purés, cremas, arroz y patata hervidos, natillas, flan, gelatinas, compotas...(templados, desprenden menos olor y provocan menos nauseas). Se recomienda comer lentamente, masticando bien, en ambiente relajado, tranquilo y seguir tomando líquidos pero mejor entre horas, fuera de las principales comidas. Si no hay vómitos en 6 horas, se podrá iniciar una alimentación regular durante las siguientes 24 horas, pero si no es así, lo mejor es suspender la alimentación y acudir al médico.
Gastritis crónica de evolución favorableEl tratamiento dietético es similar al de la úlcera péptica (mirar el capítulo correspondiente).
ÚLCERA GASTRODUODENAL
INFORMACIÓN GENERAL
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La úlcera gastroduodenal es una enfermedad muy frecuente que por las lesiones producidas por el exceso de secreción ácida en el estómago, produce un dolor característico y cambios de la calidad de vida en las personas afectadas.
¿Cuáles son las causas?
En personas infectadas por el H. pylori, el moco del estómago tiene una concentración de amoniaco unas cuatro veces superior a la del moco no infectado. Este amoniaco lesiona directamente la mucosa del estómago además de causar una elevación del pH, todo ello además de alterar la viscosidad del moco de recubrimiento de la mucosa gástrica que contribuye a la disminución de las defensas contra el ácido.
Por otro lado también la infección del H. pylori produce una hipergastrinemia inapropiada ante un estímulo alimentario. La gastrinemia basal aumenta en un 50 % y la postprandial en un 100
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