HENRI BERGSON “DEL RECONOCIMIENTO DE LAS IMÁGENES. LA MEMORIA Y EL CEREBRO”

HENRI BERGSON “DEL RECONOCIMIENTO DE LAS IMÁGENES. LA MEMORIA Y EL CEREBRO”

En este capítulo, el autor se encarga de analizar las relaciones entre la memoria y el cerebro, específicamente expone su teoría sobre la memoria. Con esta intención, propone tres hipótesis: En la primera, distingue dos tipos de memoria: la corporal, a la cual define con la palabra acción, ya que está haciendo constante uso de los recuerdos, transformándolos en una serie de mecanismos que responden a diferentes estímulos de manera automática y está bajo la dependencia de nuestra voluntad; y la independiente del cuerpo, definida con la palabra representación, debido a que registra en forma de recuerdos-imágenes todos los acontecimientos de la vida a medida que se desarrollan, los cuales a partir de un trabajo del espíritu son buscado y aplicados al presente, es completamente espontanea; luego, ejemplifica ambos tipos, a través de la acción de memorizar una lección. En el segundo punto se dedica a estudiar el reconocimiento, define dos tipos: el reconocimiento automático, que se produce a través de movimientos y busca prolongar la percepción con el fin de obtener efectos útiles de esta, relacionado con la memoria corporal; y el reconocimiento atento también parte desde los movimientos en este entran en juego los recuerdos-imágenes y busca acercarse a los objetos para subrayar sus contornos, demostrando la unión funcional entre memoria corporal y memoria regresiva, definiendo la importancia del reconocimiento de ambas en el estudio de la memoria; finalmente valida su teoría con argumentos experimentales.

Según lo planteado en el texto, es posible concluir que la memoria corporal, para el autor, es la memoria más básica e importante, ya que da paso a todos los demás procesos, jugando un papel vital en la realización tanto de la memoria no corporal, como en los dos tipos de reconocimientos y en la vida cotidiana. Se le podría considerar como el punto de inicio para los otros procesos abordados en este capítulo.

Al comienzo del texto el autor propone que la memoria motora es vivida, esta tiende a la acción y está siempre en el presente, con ojos en el futuro (pág.96), se puede deducir que sin esta memoria es imposible para la de tipo regresiva realice su función, ya que le permite no ocuparse de las acciones que necesitan constante recuerdo, convirtiéndolas en un reflejo automático y despejando el camino para generar memorias más complejas. En el ejemplo de la lección, también se aprecia la importancia de la memoria corporal, ya que almacena el contenido de la lección, siendo esta una acción que es vivida, a diferencia de la no corporal, la cual contiene los recuerdos de las lecturas y luego de aprendida la lección se puede prescindir de estas representaciones. (pág. 95)

En ambos tipos de reconocimiento se observa la influencia de la memoria motora, en el automático porque se produce todo a través de movimientos automáticos (pág.112), estos movimientos se originan por los recuerdos almacenados en la memoria corporal. Por otro lado, en el reconocimiento atento a pesar de que preponderan los recuerdos imágenes, también participan los movimientos y de hecho estos son los que favorecen el reconocimiento a través de imágenes. (pág.110)

Ya en el final del texto, se puede apreciar la importancia de la memoria motora dentro del esquema de la memoria en general, el autor propone que en algunos casos se le asigna al espíritu (memoria no corporal) autonomía absoluta, atribuyéndole el poder de obrar sobre los objetos presentes y ausentes, olvidando los problemas que podría traer a la atención y a la memoria una perturbación en el equilibrio senso-motor(pág.121), a partir de esta afirmación es posible deducir la importancia que le da el autor a este tipo de memoria, ya que a pesar de que no se le reconoce como debería, se le considera básica y sin importancia; la memoria motora ocupa un papel importante en el desarrollo de la memoria y los procesos involucrados en ella.

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