Hemangiomas

Unos de los tumores más recurrentes en la infancia, caracterizada por enfermedades vasculares con una rápida proliferación celular a raíz de células endoteliales (piel), conocida como hemangioma. Este tipo de anomalía benigna comienza con una etapa de desarrollo, seguida por una fase involutiva que disminuye la proliferación endotelial, dando como resultado un tejido fibroso que separa los espacios vasculares. Según estudios a nivel mundial, esta enfermedad muestra que un 30% de los casos presentan lesiones únicas a lo largo de las primeras semanas o meses de vida, aunque un 15% a 20% representan lesiones múltiples. Sin embargo, en el Dispensario Medico Fundasen de la ciudad de Guayaquil, acuden al mes 1500 niños de los cuales 600 son lactantes y de ellos registran un promedio de 3% con hemangiomas y en el caso de mujeres el índice es de 3 a 1.

Los hemangiomas son lesiones benignas producidas por la acumulación anormal de vasos sanguíneos en la piel. A menudo se presentan en la piel y en mucosas, pero también aparecen en muchas vísceras, sobre todo hígado, bazo, páncreas y a veces en el cerebro o tallo encefálico; dando como resultado una enfermedad hereditaria conocida como Von Hippel Lindau, que se caracteriza por poseer tumores en el riñón, en el cerebelo y daños en la retina. Su desarrollo inicia precozmente antes del nacimiento o durante las primeras semanas de vida, aunque pueden aparecer posteriormente durante la infancia, la edad adulta o edad avanzada.

A lo largo de la historia la clasificación de los hemangiomas ha generado una gran controversia, debido a que en un principio se clasifico los hemangiomas de acuerdo a la magnitud de los canales de las lesiones o al tipo de fluido que contienen esas lesiones. Esta clasificación se divide en dos familias: los hemangiomas maduros que a su vez su subdividen en tres tipos: hemangiomas cavernosos, hemangiomas planos y hemangiomas salmón; y la familia de los hemangiomas inmaduros en que destacan los hemangiomas capilares.

Los hemangiomas cavernosos aparecen en la infancia, teniendo una mayor irrigación, haciéndose prácticamente imposible realizar una biopsia debido a su gran componente sanguíneo que lo hace un tumor de coloración rojo azulado. Los hemangiomas planos son lesiones congénitas y estables, donde en pacientes de edad adulta se desarrollan tumores angiomatosos salientes. Su coloración es de un rojo vivo y superficie lisa pueden ser por lo regular de una estructura pequeña o pueden abarcar la mitad de la superficie corporal, y son en un 0,5% comunes en la zona del rostro. Los hemangiomas mancha salmón son conocidos por ser pequeños vasos sanguíneos visibles a través de la piel, siendo las zonas de mayor proliferación la frente, parpados, labio superior, entrecejo y la zona posterior del cuello. Su incidencia en los recién nacidos es del 40% - 70%, siendo mas notorios cuando el niño llora o cuando presenta cambios de temperatura. Por último, se encuentran los hemangiomas capilares o también conocidos como hemangioma fresa, ya que tienen una estructura similar al de un fruto, se caracteriza por aparecer en los primeros meses de vida, para luego estabilizarse y terminando por desaparecer casi en un 90% a los nueve años de edad.

Sin embargo, la clasificación presentada arriba es la que se emplea para categorizar un hemangioma hasta 1982, cuando fue remplazada por la clasificación de Mulliken y Glowacki, que consiste en separar las malformaciones endoteliales en dos grandes grupos: hemangiomas y malformaciones vasculares, basados en la historia natural, renovación celular y la histología. Según la clasificación de ellos, los hemangiomas muestran una proliferación celular rápida, son pequeños o están ausentes al nacer, tienen un crecimiento rápido durante la etapa de lactancia y ocurre un proceso involutivo durante la infancia. En contraste, las malformaciones vasculares presentan irregularidades

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