Historias Dermatologicas
Enviado por erikaa18 • 29 de Agosto de 2013 • 2.687 Palabras (11 Páginas) • 229 Visitas
Índice de contenidos
Apartados de la historia clínica dermatológica
Tipos de lesiones elementales clínicas
Patrones morfológicos
Forma y disposición de las lesiones
Exámenes complementarios
Bibliografía
Más en la red
Autores
Apartados de la historia clínica dermatológica
La historia clínica dermatológica debe recoger al menos estos puntos: Examen físico dermatológico, que incluya piel, mucosas, pelo (distribución, textura y cantidad) y uñas (pueden proporcionar información sobre enfermedades latentes), con una descripción de lesiones atendiendo a estos criterios: Tipo Tamaño Bordes Color Humedad Temperatura Untuosidad Turgencia Forma y disposición Distribución: áreas de localización característica (ej.: pliegues, mucosas, zonas fotoexpuestas, etc.), patrón morfológico (ej.: simetría), extensión (ej.: circunscrito, regional, general, universal). Evolución: localización y fecha de inicio, patrón de diseminación, localización actual, modificaciones respecto a lesión inicial. Examen físico general, con especial atención a la palpación de linfadenopatías, hepatomegalia y esplenomegalia. Descripción de la enfermedad actual: Síntomas asociados a la lesión cutánea actual: prurito, quemazón, dolor. Síntomas de enfermedad aguda (fiebre, sudoración, escalofríos, etc.) o crónica (malestar general, anorexia, pérdida de peso, etc.); importancia especial: artralgias, mialgias, fenómeno de Raynaud, etc. Factores precipitantes. Episodios anteriores y tratamientos previos. Antecedentes personales y familiares: Alergias a fármacos, atopia, etc. Enfermedades conocidas (asma, etc.), operaciones, etc. Hábitos: tabaco, alcohol, otras drogas. Antecedentes sociales: profesión, aficiones, viajes, etc. Antecedentes sexuales. Antecedentes familiares de trastornos cutáneos y atopia.
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Tipos de lesiones elementales clínicas
Primarias: aquellas que se forman de novo sobre piel sana: Inconsistente:
Mácula (Figuras 1-5): lesión plana, circunscrita e inconsistente debida a un cambio de coloración de la piel de color, tamaño y forma variable; puede ser resultado de:
Alteraciones de la pigmentación.
Anomalía vascular: congénita (angioma) o adquirida (telangiectasias).
Extravasación sanguínea: petequias, equimosis, púrpura, hematoma.
De contenido sólido:
Pápula (Figuras 6-10): lesión elevada, circunscrita, <0’5 cm. de color, forma y tamaño variable; puede tener origen en:
Epidermis: hiperplasia focal de queratinocitos.
Unión dermo-epidérmica.
Dermis (Figuras 11-12): acúmulos serosos (Habón o roncha, que se caracteriza por ser evanescente), depósitos de sustancias, infiltrados inflamatorios o neoplásicos.
Placa (Figuras 13-14): elevación en meseta que ocupa una superficie relativamente grande en comparación con su altura y que generalmente es resultado de la confluencia de pápulas.
Nódulo (Figuras 15-16): lesión redondeada, circunscrita, profunda y palpable.
Goma: lesión nodular granulomatosa.
Tumor (Figuras 17-22): lesión masa o nódulo grande que se produce por proliferación celular.
De contenido líquido:
Vesícula (Figura 23): lesión elevada, circunscrita, de contenido seroso o hemorrágico, <0’5 cm. Su origen puede ser:
Intraepidérmico: edema intercelular (espongiosis), pérdida de puentes intercelulares (acantolisis).
Subepidérmico.
Ampolla o flictena (Figura 24): lesión de similares características que la vesícula, pero >0’5 cm.
Pústula (Figuras 25-27): lesión elevada, circunscrita, que contiene exudado purulento, de color, forma y tamaño variable.
Quiste (Figura 28): lesión tipo cavidad, con contenido líquido o semisólido, de consistencia elástica.
Secundarias: aquellas que se forman a partir de una alteración patológica previa:
Por pérdida de sustancia:
Excoriación (Figura 29): excavación superficial por pérdida de epidermis, secundaria al rascado.
Erosión (Figura 30): lesión deprimida por pérdida de epidermis y dermis papilar.
Úlcera (Figura 31): lesión deprimida por pérdida de epidermis, dermis y tejido celular subcutáneo.
Fisura o rágade: grietas lineales que afectan a epidermis y dermis superficial.
Fístula: trayecto anómalo que comunica la superficie cutánea con cavidad supurativa o éstas entre sí.
Por modificación de lesiones primitivas:
Temporales:
Escama (Figuras 32-34): depósito seco formado por la acumulación excesiva de estrato córneo.
Costra (Figura 35): depósito indurado que se forma por desecación de exudados de la lesión previa.
Escara (Figura 36): depósito indurado que se forma por necrosis cutánea.
Permanentes:
Atrofia (Figura 37-38): área de adelgazamiento de la piel, que se caracteriza por la pérdida de vello, transparencia de vasos sanguíneos y plegamiento excesivo.
Esclerosis (Figura 39): área de induración de la piel que puede ser debida a proliferación colágena, infiltración celular o edema en dermis o tejido celular subcutáneo, y que se caracteriza por dificultad de plegamiento.
Cicatriz (Figura 40): área de regeneración de un defecto cutáneo previo con afectación de dermis; puede ser hipertrófica, atrófica o esclerótica.
Liquinificación (Figura 41): área de engrosamiento de la piel, que se caracteriza por prominencia de las líneas de la piel, y que generalmente es secundaria al rascado.
Figura 1 Mácula amarillenta
Xantoma plano normolipémico en paciente con una ganmapatía monoclonal asociada.
Figura 2 Mácula eritematosa
Mancha en vino de oporto. Área eritematosa pálida de bordes mal definidos que no altera la superficie de la piel
Figura 3 Mácula purpúrica
Lesiones reticulares eritemato-purpúricas en extremidades inferiores, no palpables, en una crioglobulinemia mixta esencial
Figura 4 Mácula hiperpigmentada
Lesión pigmentada de tonalidad negruzca con bordes irregulares localizada en la espalda que corresponde a un lentigo actínico
Figura 5 Mácula hipopigmentada
Lesión blanquecina redondeada en espalda, tras la eliminación total de una lesión melánica que corresponde a un Nevus de Sutton
Figura 6 Pápula
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