Importancia de los insectos

IMPORTANCIA DE LOS INSECTOS

La clase Insecta o Hexápoda contiene organismos de cuerpo divido en tres regiones: cabeza, tórax y abdomen, con varios apéndices, en donde solamente el abdomen carece de apéndices; mientras que la cabeza posee antenas, el tórax presenta patas y alas; en definitiva, de los artrópodos, la clase Insecta es la que presenta un mayor número de especies (Cabello 2007).  México no cuenta con suficientes datos, acerca de la riqueza biológica de los insectos (Guzmán-Mendoza 2010). Sin embargo, se considera que en la República Mexicana existen cerca de 47 000 especies de insectos; de los cuales se estima que hay 8 800 especies endémicas (Morrone y Márquez 2008).

IMPORTANCIA ECOLÓGICA

Dentro de los ecosistemas, los insectos juegan un papel clave, ya que estos pueden tener diversos hábitos alimenticios, es decir pueden ser carnívoros, parásitos, carroñeros, fitófagos, frugívoros, polinívoros, coprófagos, fungívoros, etcétera (Guzmán-Mendoza 2010). El fenómeno conocido como denso-dependencia, en ecología, fue descubierto con base en la especificidad de la relación de especies entomófagas (que se alimentan de otros insectos), como depredadores y parásitos, donde las densidades poblacionales de los depredadores y las presas se autorregulan a través del tiempo de manera sincronizada (cuando una crece –predadores– luego de un cierto tiempo la otra –presas– decrece y a la inversa). Esta característica es importante porque determina el desarrollo, sobrevivencia y reproducción de las poblaciones involucradas y porque desde un punto de vista tecnológico, permite evaluar la potencialidad de agentes de control biológico de plagas.

La actividad de algunas especies como las hormigas y escarabajos peloteros (Ontophagus fuscus fuscus, que se encuentra en la Sierra Madre Occidental) puede modificar las propiedades físicas y químicas del suelo. Hormigas de muchos géneros como Atta y Pogonomyrmex, entre otros, que construyen extensas galerías, promueven la porosidad del suelo, lo que a su vez beneficia el desarrollo de las raíces de las plantas; además, por sus hábitos de transportar materia orgánica al nido, pueden llegar a generar islas de fertilidad, útiles para muchas especies de plantas, sobre todo en zonas donde el factor limitante puede ser la disponibilidad de nutrientes, como en las zonas áridas de México, o bien, pueden incrementar la disponibilidad de nutrientes (nitrógeno y potasio) esenciales para el desarrollo de los cultivos (Guzmán-Mendoza 2007).

En los ecosistemas los insectos constituyen, dentro del componente faunístico, una porción importante de consumidores. De acuerdo con algunos estudios, se estima que la densidad de los insectos es de hasta 180 000 individuos de una misma especie, forrajeando en busca de semillas; otros estudios demuestran que la actividad defoliadora de algunas especies, como la Atta mexicana, modifica significativamente la distribución, composición y abundancia de las comunidades de plantas arbustivas (Zavala-Hurtado et al. 2000).

Sí tomamos en cuenta que las plantas son los productores primarios de los ecosistemas terrestres, es fácil deducir que, los insectos tienen una gran influencia sobre este componente de estos ecosistemas, y que esto finalmente lleva a los paisajes, hacia los estados alternativos de composición y estructura, dependiendo de la abundancia de estos consumidores (Schmitz 2004).

IMPORTANCIA ECONÓMICA

El ser humano obtiene múltiples beneficios por parte de la naturaleza, sin ellos nuestra sociedad y entorno serían completamente diferentes, y nuestras vidas cotidianas serían prácticamente imposibles de sostener. Los servicios de polinización que presentan los insectos nos permiten obtener más frutas, vegetales y semillas. Sin los insectos, las plantas florecientes no existirían tal como las conocemos hoy en día; estas dependerían de métodos de polinización diferentes a los que prevalecen hoy en día (“02_Importancia_economica_de_los_insectos.pdf” 2017).

Es muy difícil estimar con exactitud el impacto económico de los insectos al ser humano. Principalmente por la polinización, ya que gracias a este proceso los apicultores pueden cultivar a las abejas melíferas, con las cuales comercializan vendiendo la miel que generan, proporcionando beneficios monetarios que se estiman en millones de dólares.

Dentro de la importancia económica, los insectos, juegan un papel importante como un control de plagas tanto agrícolas como al sector natural. Así como dentro del desarrollo de conocimientos a través de la investigación, pero fácilmente podríamos decir que el valor de las aportaciones que hacen los insectos puede llegar a los veinte billones de dólares, anuales, solamente en los EUA (“02_Importancia_economica_de_los_insectos.pdf” 2017).

Durante milenios el ser humano ha utilizado insectos y sus productos como agentes terapéuticos. La cantaridiana se ha utilizado para aliviar y tratar varias afecciones del tracto urogenital. El veneno de las abejas se utiliza en el tratamiento de la artritis reumatoide y de la esclerosis múltiple. La malaria ha sido inducida a ciertos individuos que padecen de paresas, condición causada por la sífilis. La malaria eleva la temperatura del cuerpo y ayuda a aminorar los problemas con esta bacteria, posiblemente estimulando el sistema inmunológico, pero el aumento en temperatura es el factor más importante.

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