Indicadores Ambientales Y De Sostenibilidad

INTRODUCCION

La información ambiental se caracteriza en la actualidad por dos aspectos fundamentales ; por una parte, en la medida en que aumenta el conocimiento sobre los problemas ambientales se hace necesario desarrollar nuevas y más potentes estadísticas ambientales y , por otra, el creciente interés de articular los aspectos ambientales en las decisiones globales, en las políticas macroeconómicas y sectoriales, o bien como información pública en general, implica que la información ambiental tenga un formato para labores de síntesis.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales –IDEAM, es la entidad nacional que genera más información ambiental, sobre aspectos hidrológicos, meteorológicos y ambientales y su relación con nuestra sociedad.

Los indicadores ambientales son instrumentos de medición que permiten monitorear el estado y variación de los recursos naturales y el ambiente a lo largo del tiempo; permiten además, establecer relaciones entre el ambiente y las estructuras socioculturales y económicas, al igual que las dinámicas que estas relaciones conllevan. Los indicadores ambientales suministran información para tomar decisiones fundamentadas en el marco del desarrollo sostenible. (DANE, 2012)

Por tanto, los indicadores ambientales no pueden ser vistos de manera individual, ellos hacen parte de un sistema en el que juegan papeles específicos, que en conjunto dan cuerpo y sentido al sistema.

INDICADORES AMBIENTALES Y DE SOSTENIBILIDAD

Un indicador ambiental es aquel que informa de manera sintética sobre aspectos eco sistémicos y del entorno físico biótico, o sobre la relación de éstos con la estructura sociocultural de un lugar geográfico en el tiempo, brindando señales sobre los cambios que en esta materia suceden y que son de interés para determinados actores (IDEAM, 2012).

Los indicadores ambientales que calcula el IDEAM han sido clasificados mediante tres marcos de organización diferentes que reflejan diversos papeles: el primero ordena los indicadores por temáticas ambientales, de acuerdo al componente ambiental o fenómeno fundamental al cual se refiere (Agua, Aire y clima, Tierras y suelos, Ecosistemas, Recursos forestales y Relaciones sociedad entorno físico-biótico); el segundo lo hace a través del modelo Presión-Estado-Respuesta, es decir, de acuerdo a la situación actual de un recurso o ecosistema y a las relaciones de estos con la sociedad; y el tercero, agrupa los indicadores de acuerdo a las motivaciones que impulsan su cálculo (normativas nacionales, compromisos internacionales o pertinencia para el país).

Todas las iniciativas orientadas a contribuir a la construcción de nuevos modelos de desarrollo incluyendo el sostenible, tienen como elemento común la utilización de indicadores ambientales que se postulan para evaluar e interpretar las condiciones y tendencias en las características registradas en el entorno geográfico desde el que son propuestas. Para juzgar la sostenibilidad se requiere un análisis mucho más detallado, tanto de la capacidad cuantitativa que tiene los recursos para soportar las presiones socioeconómicas, como de la capacidad cualitativa de absorber las descargas de desechos y emisiones residuales. Los indicadores ambientales contribuyen a evaluar el estado del medio ambiente y los avances logrado hasta el momento en los diversos programas y políticas implementadas para tal efecto.

Si tenemos en cuenta que los indicadores presuponen un esquema interpretativo de la realidad (modelo), los convierten en un constructo, una creación intelectual, cuya precisión dependerá del contexto en el cual es formulado. De allí se deriva el hecho de su gran nivel de complejidad derivada de los grandes niveles e incertidumbre implícitos en cada uno de ellos y en su relación con otros. Unido a las dos características anteriores, un hecho notable en la construcción de indicadores, es la creciente sensibilización por parte de las fuentes que lo formula por cambiar el enfoque tradicional, dominante, sectorial, por una visión más holística, integral.

En la gestión de los indicadores ambientales se ha desarrollado una serie de acuerdos sobre los documentos de información que comprenden la documentación del indicador: primero, el cuadro de datos que contiene los valores calculados del indicador; en segundo lugar, esta la hoja metodológica del indicador donde se recopila las especificaciones técnicas que se requieren para su cálculo, actualización e interpretación, permitiendo su gestión aun cuando los responsables de hacer ya no se encuentren al frente de dicha tarea, es decir, garantiza la replicabilidad de los indicadores; por último, la documentación del PGI (Proceso de Gestión de Información)que corresponde a un conjunto que complementan el panorama que ofrece la hoja metodológica, indagando sobre las etapas que conforman el proceso de gestión de un indicador.

En este esquema, los indicadores ambientales pueden ser considerados un aporte de la época postmoderna a la demanda creciente por disponer de información confiable, continua y comparable respecto al estado de la relación entre la sociedad y su entorno natural, que puede visualizarse como la interacción de diversas esferas: la atmosfera, la biosfera, la hidrosfera, la litosfera y la antroposfera, donde se ubican los procesos sociales, económicos y culturales. Esta interacción se realiza a través del conocimiento y la tecnología.

El IDEAM tiene una estructura organizacional de tipo matricial, que simula el funcionamiento del sistema natural y ambiental del país. En ella, todas la áreas del conocimiento se relacionan de manera integral, lo que permite, a través de la creación de un aserie de modelos, interpretar y todas las variables ambientales para simular los procesos naturales y su interacción con los socioeconómicos y culturales. Este modelo facilita la articulación operativa y, de modo horizontal los desarrollos temáticos de las diversas disciplinas por medio de un enfoque sistémico, para mostrar de manera permanente y en tiempo real el estado ambiental del país.

En la selección de estos individuos se ha dado prioridad a su capacidad para modificar el estado de los fenómenos más importantes del medio ambiente en el sentido de sostenibilidad. En algunas ocasiones, tiene que ver con aquellas causas (presión) que señalen posibles alteraciones del recurso.

El desarrollo de indicadores y sistemas de indicadores ambientales ha sido progresivo a través del tiempo. El mayor referente de esta revolución es la ley 99 de 1993 que puso en marcha el Sistema Nacional Ambiental (SINA), más adelante se formula en 1998 el Sistema de Indicadores de Planificación y Seguimiento Ambiental (SIPSA) que buscaba

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