Infecciones de transmision sexual

Infecciones de transmisión sexual

Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Son un grupo heterogéneo de enfermedades transmisibles, que afectan a hombres y mujeres, cuyo elemento en común es la transmisión por contacto durante una relación sexual, vaginal, anal u oral. Producidas por más de treinta virus, bacterias y parásitos. Ocho de ellas se han vinculado a la máxima incidencia de infecciones y enfermedades de transmisión sexual. De esas ocho infecciones y enfermedades, cuatro son actualmente curables, tales como, La sífilis, la gonorrea, la clamidiasis y la tricomoniasis. Las otras cuatro hepatitis B, virus del herpes simple, VIH y virus del papiloma humano son infecciones virales incurables, aunque existen tratamientos capaces de atenuar o modificar los síntomas o la enfermedad. Las ITS se propagan predominantemente por contacto sexual, al igual que por medios no sexuales, por ejemplo, las transfusiones de sangre o productos sanguíneos e incluso por vía materno fetal durante el embarazo o parto.

Una persona puede tener una ITS sin manifestar síntomas de enfermedad. Los síntomas comunes de las ITS incluyen: Flujo vaginal, secreción anómala uretral o ardor en el caso de los hombres, úlceras genitales, dolor abdominal, verrugas, lesiones en la boca o manchas en la piel. A veces, se detectan solo con un examen médico. Cuando se manifiestan pueden aparecer de diferentes formas. Por eso ante los síntomas es importante acudir a un hospital o centro de salud. Si las infecciones de transmisión sexual no son tratadas puede producir una serie de alteraciones como la infertilidad tanto en hombres como en mujeres, dolor crónico en la pelvis, embarazo ectópico, aumentar la posibilidad de contraer VIH y posteriormente SIDA.

Para prevenir de manera efectiva las ITS, se deben considerar aspectos sociales e intervenciones que permitan una educación sexual integral y consultas a profesionales. Por otro lado, considerar aspectos individuales que permitirán identificar conductas, síntomas y riesgos. De igual forma, los recursos disponibles para la prevención o detección a tiempo de las ITS. Por ejemplo, vacunas, medicamentos y el uso correcto y sistemático de preservativos, uno de los métodos de protección más eficaces contra las ITS, incluido el VIH. En definitiva, frente a dudas acudir a un profesional ya que la mayoría son tratables y muchas de ellas se curan.

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