Inmunoprofilaxis - Vacunas
Thaj0127 de Septiembre de 2011
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INMUNOPROFILAXIS DE LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS: Vacunas
INTRODUCCIÓN Y RESEÑA
HISTÓRICA
Las enfermedades infecciosas continúan
siendo uno de los mayores problemas de salud
pública. La historia de su prevención es milenaria
y se inicia mucho antes de que se reconociera a
los agentes bacterianos y virales como
responsables de las mismas.
La constatación de que un individuo que sufría
cierta enfermedad y lograba recuperarse de ella,
no volvía a sufrirla, llevó a la realización de un no
muy seguro procedimiento: introducir en
individuos sanos por vía subcutánea material de
lesiones cutáneas de enfermos de viruela. Lady
Mary Wortley, esposa del embajador británico en
Turquía, fue quien introdujo este tipo de
vacunación (variolación) en Inglaterra hace más
de 250 años. Este procedimiento tenía una
mortalidad del 1% contra una mortalidad del 20%
al sufrir la viruela. En 1840 con la introducción de
la vacuna contra la viruela por Jenner, aquel
procedimiento se declaró ilegal. La vacuna contra
la viruela de Jenner es el primer uso documentado
de virus vivos atenuados heterólogos en la
vacunación y el comienzo de la historia moderna
de la misma.
Mucho se ha avanzado tecnológicamente en la
elaboración de vacunas. Sin embargo, estamos
lejos de contar con una inmunoprofilaxis activa
efectiva contra todas las enfermedades infecciosas
transmisibles existentes. Esto es debido a que en
muchos casos no conocemos cuales son los
determinantes antigénicos y sus vías de
inoculación adecuadas para lograr una respuesta
protectora eficaz y duradera.
La inmunización o adquisición de protección
contra una enfermedad se puede lograr por medios
activos o pasivos.
INMUNIZACION PASIVA:
Esta se logra introduciendo anticuerpos
preformados.
Existen 3 clases de preparados:
! Inmunoglobulinas intramusculares: se
trata principalmente de IgG derivada de un pool
de plasma de adultos. Cerca de 1000 donantes
contribuyen al producto final y el contenido final
de anticuerpos específicos de cada lote depende de
la experiencia infecciosa de los donantes. Se
administra por vía intramuscular y alcanza los
máximos picos séricos a las 72 horas. Ha
demostrado ser eficaz para prevenir o disminuir la
sintomatología en casos de hepatitis A y
sarampión, si se administra precozmente después
del contagio.
Inmunoglobulinas intravenosas: Se preparan
igual que las anteriores pero se adaptan para su
uso intravenoso. Se utilizan en casos de
desordenes caracterizados por deficiencia de
anticuerpos (púrpura trombocitopénico idiopático,
enfermedad de Kawasaki, etc.). Aunque este
producto se considera seguro, se han asociado
casos de hepatitis C con su administración.
Inmunoglobulinas específicas: en general se
preparan a partir de sueros de donantes con altos
títulos para el anticuerpo deseado. Las
inmunoglobulinas específicas actualmente
disponibles son:
inmunoglobulina contra hepatitis B (IGHB): se
administra a recién nacidos de madres con
antígeno de superficie positivo. Su administración
simultanea con la vacuna contra hepatitis B, no
disminuye la respuesta a esta última. También se
utiliza en casos de inoculación percutánea con
sangre de un portador conocido.
IG contra rabia: se administra junto a la
vacuna contra la rabia inmediatamente después de
la exposición.
IG contra tétanos: se usa en el manejo de
heridas severas y contaminadas en caso que la
vacunación contra esta enfermedad sea
desconocida o incompleta en el paciente.
IG contra varicella-zoster: se considera su
administración luego de exposición significativa,
en casos de niños con inmunodeficiencia, adultos
susceptibles y recién nacidos cuyas madres
contraen varicela dentro de los 5 días posteriores
al nacimiento.
IG contra el virus sincicial respiratorio: es muy
valiosa para prevenir la infección pero no como
terapéutica. Los niños que reciben esta IG durante
los meses de invierno, muestran menor número de
infecciones, de hospitalizaciones y de días de
internación.
En todos los casos la inmunidad conferida es
de corta duración y puede ser de utilidad para
personas no inmunizadas frente a un contacto
infectante.
INMUNIZACION ACTIVA:
La inmunización activa se logra mediante la
administración de un antígeno adecuado
(inmunógeno) capaz de estimular la inmunidad
especifica para producir una respuesta protectora.
Se caracteriza por producir una protección eficaz,
de duración apreciable pero variable según el
inmunógeno utilizado, y que además es reactivada
rápidamente frente a una exposición al
inmunógeno o al agente infectante. De esta
manera se logra una respuesta rápida y efectiva
frente a la infección.
Llamamos vacunación a la exposición
intencional de un individuo o grupo de individuos
a un inmunógeno capaz de inducir una respuesta
inmune análoga a la generada por la infección
natural pero sin producir enfermedad.
Para inmunizar activamente a un individuo
frente a un agente debemos elegir el inmunógeno
adecuado a administrar. Para ello debemos:
1. Conocer al agente infeccioso y sus
productos
2. Conocer sus mecanismos patogénicos
3. Determinar cual o cuales son los
determinantes antigénicos que confieren una
respuesta protectora
4. Determinar tipo y localización de la
respuesta protectora.
5. Desarrollar una vacuna segura y efectiva
6. Determinar las indicaciones de la
vacunación para lo cual debemos contar con
información epidemiológica y si es posible
serológica de la población a ser vacunada
7. Determinar la oportunidad y el número
de dosis a administrar de manera de lograr niveles
adecuados de protección durante un tiempo
apropiado. Para esto es necesario conocer la
naturaleza de la respuesta inmune inducida.
VACUNAS
Una vacuna es un material originario de un
microorganismo o producido sintéticamente que
es capaz de inducir una resistencia de tipo
inmunológico a la enfermedad. Existe una gran
variedad de preparados inmunogénicos llamados
vacunas, que se utilizan con mayor o menor éxito
en la prevención de las enfermedades infecciosas.
Están constituidas por:
! Antígeno que induce una respuesta inmune
protectora (inmunógeno) contra cierta
enfermedad.
! Fluido de suspensión
! Preservantes para evitar la contaminación
bacteriana o estabilizar el antígeno
! Adyuvantes (en algunos casos) encargados de
amplificar el efecto inmunogénico.
Las vacunas además de proteger de manera
individual, generan una protección de grupo o
comunitaria que sirve para:
-Romper la cadena de transmisión, ya que
obtiene resultados superiores a la suma de los
estados inmunes individuales
-Proteger a la comunidad de la presentación de
epidemias específicas
La inmunidad colectiva adquirida por vacunas
y su efecto epidemiológico, depende de la tasa de
protección conseguida en los vacunados, de las
tasas de cobertura nacional o el porcentaje de
vacunados entre la población, y de la
transmisibilidad o infectividad de los
microorganismos involucrados. Con tasas de
cobertura parciales se puede reducir el riesgo
epidémico para algunas enfermedades, o inclusive
lograr su control.
CLASIFICACION DE LAS VACUNAS
Arbitrariamente se puede dividir las vacunas
en bacterianas y virales, de acuerdo al tipo de
agente contra el cual nos protege.
Se pueden clasificar de acuerdo a su
composición en: vacunas a gérmenes atenuados,
gérmenes enteros inactivados, subunidades
proteicas, toxoides, vacunas peptídicas,
conjugadas, recombinantes genéticas y otras (ver
cuadro 1). En el resto del capítulo iremos viendo
ejemplos de cada una de ellas.
Las vacunas pueden estar constituidas por un
solo inmunógeno o pueden ser combinadas
cuando contienen múltiples antígenos activos para
prevenir más de una enfermedad infecciosa
(pentavalente, DTP, SPR). También pueden
consistir en una combinación de componentes
activos para la prevención de enfermedades
causadas por múltiples serotipos o cepas de una
sola especie patógena (VOP, vacuna
neumocócica). La vacuna puede venir ya
combinada o para ser combinada por el vacunador
antes de administrarla.
Se pueden también clasificar de acuerdo a las
estrategias epidemiológicas de su uso: así
tenemos, por
...