LA ACTIVIDAD FÍSICA

La práctica de actividad física regular es una de las prioridades en salud pública como forma de prevención de enfermedades crónico degenerativas, especialmente con el transcurso del tiempo; en la medida que pasan los días envejecemos, nos volvemos más vulnerables al sedentarismo, los hábitos alimenticios van cambiando gracias a nuestro ritmo de vida acelerado y las comidas rápidas cuyo auge van en detrimento de la salud de la sociedad sin tomar en cuenta la calidad de vida de los ciudadanos, de esta manera, van apareciendo diferentes patologías como lo son las enfermedades cardiovasculares, las hiperlipidemias, pérdida de masa ósea y muscular, diabetes miellitus etc…, además nos olvidamos de realizar actividad física y concatenadamente aunado a ello, el avance de la tecnología nos ancla en el sillón, es el estilo de vida sedentario ocasionado por este progreso tecnológico que hace cada vez que el esfuerzo físico aplicado para la realización de algunas tareas sea mínimo; buscamos encontrar entornos cada vez más cómodos para relajarnos; la misma cotidianidad, las enfermedades degenerativas, la situación económica, social y la inseguridad, nos coloca plomos en el cuerpo para así quedarnos en casa y olvidarnos que existe un mundo maravilloso que Dios nos ha regalado, para contemplarlo y disfrutarlo y en ese entorno, pese a la situación actual, movemos y tratar en lo posible ejercitarnos; muchas personas no lo hacen y caen en depresión lo cual trae como consecuencia un círculo vicioso y el desencadenamiento de diferentes tipos de anomalías como la obesidad, problemas de índoles metabólicos como el hiperinsulinismo, además aparece el insomnio lo que degenera el ritmo circadiano y de esta manera el ser humano va dejando de vivir, de disfrutar y de obtener una mejor calidad de vida.

Los ejercicios no sólo mejorarán nuestra salud, sino que se convertirán también en una lúdica manera de pasar el tiempo libre y de comunicarse con los demás, de manera terapéutica o por rehabilitación, además las ventajas de realizar ejercicio van más allá de los problemas físicos puesto que éste proporciona emocionalmente un agradable bienestar.

La actividad física ayuda a prevenir posibles problemas y deficiencias tanto físicas, como psíquicas, siempre y cuando se realice periódicamente y adaptada a las posibilidades de cada persona. Una actividad adaptada y compensatoria puede ayudar a retrasar o disminuir una serie de alteraciones y de cambios anatómico funcional, producto del envejecimiento y el sedentarismo.

Debemos tener en cuenta la importancia de la actividad física, que no es más que todo tipo de movimiento corporal que realiza el ser humano durante un determinado periodo de tiempo, ya sea en su trabajo o actividad laboral y en sus momentos de ocio, que aumenta el consumo de energía considerablemente y el metabolismo basal, debemos pues, tomar conciencia y así considerar la actividad física como una solución para combatir el cansancio, el aburrimiento y el estar fuera de forma, mantener un buen tono muscular, oxigenación corporal y el cuidado de las articulaciones, quemar calorías reduciendo la grasa corporal, reduciendo el apetito mantener y controlar el peso y muchos beneficios corporales es por ello que la realización regular y sistemática de una actividad física ha demostrado ser una práctica sumamente beneficiosa en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, así como un medio para forjar el carácter, la disciplina, la toma de decisiones y el cumplimiento de las reglas beneficiando así el desenvolvimiento del practicante en todos los ámbitos de la vida cotidiana.

Existe un parámetro muy importante que nos ayuda a conocer en qué condición física nos encontramos y cómo vamos evolucionando en la medida que realizamos ejercicios físicos, ese parámetro es la valoración de la actividad física.

La valoración de la actividad física es necesaria para poder realizar un estudio donde la actividad física esté involucrada en los resultados que se desea obtener, por eso es necesario conocer los diferentes instrumentos que podemos utilizar para este fin.

La Frecuencia cardiaca la podemos utilizar para medir la actividad física en un periodo de actividad moderada y alta, este instrumento se obtendrá a través de la telemetría, donde se podrá registrar los valores a través del tiempo y esto será un facilitador

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