LA CIENCIA CONTEMPORÁNEA (CIENCIA CON CONCIENCIA)

LA CIENCIA CONTEMPORÁNEA

(CIENCIA CON CONCIENCIA)

Edgar Morin.

Según Morín, las ciencias humanas no tienen conciencia de los aspectos físicos y biológicos de los fenómenos humanos. Las ciencias naturales no están conscientes de pertenecer a una cultura, a una sociedad, a una historia. Las ciencias no están conscientes de los principios ocultos que la determinan. Las ciencias no están conscientes de que les falta conciencia. Sin embargo, hay muchas razones para que surja una ciencia con conciencia. Ha llegado el momento de estar consciente de la complejidad de la realidad --física, biológica, social, política-- y de la realidad de la complejidad. Ha llegado el momento de tomar conciencia de que una ciencia carente de reflexión.

Esta falta de conciencia de la ciencia es fundamental, en el sentido estricto del término, y también lo es en el sentido externo de cada ciencia. Conocemos, cada vez con mayor certidumbre, la composición física y química de nuestro universo, las leyes de interacción que lo rigen; conocemos nuestro lugar en este universo físico --estamos en el tercer planeta de un pequeño astro en una galaxia--; cada vez conocemos mejor la organización de nuestro sol. "Pero, al mismo tiempo que hemos adquirido estas certidumbres, hemos perdido algunas certidumbres antiguas, y hemos ganado una incertidumbre fundamental: hemos dejado de creernos en el centro de un Universo fijo y eterno, no sabemos de dónde procede nuestro Universo, no sabemos a dónde va, no sabemos por qué nació.

Ahora sabemos que la vida se organiza en función de un código genético que se encuentra en el ADN. Pero, ¿de dónde ha nacido esta información? ¿Cómo se ha producido? ¿Cuál es el sentido de la evolución, si es que lo tiene?, ¿Cuál es el sentido de nuestra existencia?. Vemos que al mismo tiempo que hay un progreso de los conocimientos, hay también un progreso de las incertidumbres, y diría que incluso un progreso de la ignorancia"

Morin añade que el problema se agrava cuando los científicos no cobran conciencia de que la forma de hacer ciencia a la manera clásica, racionalista y reductora, ha conducido a situaciones extremadamente peligrosas. La pregunta ¿qué es la ciencia? no tiene respuesta científica.

La dificultad de conocer científicamente a la ciencia se ve aumentada por el carácter paradójico de este conocimiento:

1. progreso inaudito de los conocimientos, correlativo a un progreso increíble de la ignorancia;

2. progreso de los aspectos benéficos del conocimiento científico, correlativo al progreso de sus caracteres nocivos y mortíferos;

3. progreso creciente de los poderes de la ciencia, e impotencia creciente de los científicos en la sociedad respecto a esos mismos poderes de la ciencia.

4. El poder está fragmentado a nivel de la investigación, pero está reconcentrado y engranado a nivel político y económico. Es decir que el poder de la ciencia escapa a los propios científicos, pues los científicos producen un poder sobre el que no tienen poder, pues dependen de instancias exteriores que pueden utilizar a fondo todas las posibilidades de manipulación y destrucción que les puede dar este conocimiento.

El papel de la ciencia actual se ha modificado profundamente en la actualidad: se ha convertido en una institución todopoderosa dentro de la sociedad. Nutrida y controlada por los poderes políticos, económicos y estatales.

La ciencia que produce la técnica, transforma la sociedad, pero también la sociedad tecnologizada transforma a la ciencia. El interés del estado, los intereses económicos, capitalistas del estado juegan un papel muy importante en este circuito al financiar los programas e investigaciones científicas.

Esto hace que se concluya que la ciencia se haya en el corazón de la sociedad y es inseparable de ella. Por lo tanto todas las ciencias son sociales. Pero la propia ciencia no puede controlar su propia estructura de pensamiento. De aquí la necesidad de que se imponga el autoconocimiento del conocimiento científico.

...