LA GRAN DEPRESIÓN
Enviado por Veronica_ppv • 24 de Mayo de 2014 • 3.120 Palabras (13 Páginas) • 289 Visitas
LA GRAN DEPRESIÓN
El 24 de octubre de 1929 se lo conoce también como el jueves negro, pues en este día se produjo una quiebra del mercado de valores de Nueva York, que provoco un largo período de deflación desde esa fecha hasta 1939. Esta crisis altero velozmente a la economía estadounidense, europea y de otras partes del mundo. Una de sus consecuencias más inmediatas fue el colapso del sistema de pagos internacionales.
Se dice que fue la peor desgracia del sistema capitalista; según los analistas el manejo de la Política Monetaria y la ineficacia del orden económico internacional en ese período contribuyeron a la gravedad y la duración de la depresión.
El crack de 1929 tuvo repercusiones en Europa y también en EEUU. En 1927 se produjo la caída del mercado de valores de Alemania, en 1928 esto se repite en Gran Bretaña, y en febrero de 1929 en Francia. En 1931 hubo un colapso del sistema bancario en Austria, que contribuyó a que las principales naciones comerciales abandonaran el sistema denominado Patrón Oro. En 1934 los Estados Unidos implantaron un patrón oro modificado en donde el oro se utilizaba en las transacciones entre los Bancos Centrales, pero las personas físicas no tenían ningún derecho a convertir sus billetes en Oro. En ese año el valor de la onza de oro fue fijado en 35 dólares. Mientras tanto, en Europa, todos los intentos por regresar al patrón oro generaba fuertes recesiones y problemas políticos.
Para resolver sus problemas de desequilibrio interno, muchos países recurrieron a devaluaciones competitivas con el objeto de “exportar el desempleo” y “empobrecer al vecino”. En donde se considera que una devaluación es competitiva cuando el país que la primera no tiene problemas con su balanza de pagos, sino que quiere exportar más y por supuesto importar menos para fomentar el empleo al interior de su país. Otra forma de política de empobrecimiento del vecino consiste en un sistema de restricciones al comercio que incluye muy altos aranceles y cuotas y restricciones de tipo administrativo. Las políticas de empobrecimiento del vecino inevitablemente provocan represalias de los países afectados y atacados. Es cuando surgen las “guerras comerciales” que efectivamente empobrecen a todos los que participan. El paro superó los 12 millones en EEUU, siete millones en Alemania y tres millones en Gran Bretaña. La producción industrial cayó entre 1929 y 1932 un 38 por ciento a escala mundial, y un 50 por ciento en EEUU.
La deflación, la caída de la producción, la acumulación de stocks, el desempleo masivo, la contracción del comercio mundial y la ruptura del sistema de pagos internacionales marcaron la coyuntura en la mayoría de países capitalistas avanzados.
Se constituyeron bloques monetarios liderados por EEUU, Francia y Gran Bretaña. La fragmentación del comercio mundial afectó de desigual forma a los grandes países. Mientras que Francia y Gran Bretaña pudieron reorientar su comercio hacia sus respectivos imperios coloniales EEUU lo hizo hacia América Latina, Alemania, Italia y Japón, por su parte, se volcaron en programas de rearme de gran alcance, en un contexto de tensiones crecientes en el sistema internacional. Esta crisis marcó asimismo el fin de la ilusión acerca de la capacidad del capitalismo para autor regularse, dando paso, bajo distintas modalidades, a la intervención masiva y directa del Estado en los procesos de reproducción económicos.
La libre flotación de las principales divisas en los mercados cambiarios no establecía las paridades de equilibrio. De manera sistemática, los especuladores elevaban el valor de las monedas fuertes y bajaban el valor de las monedas débiles.
En vista del surgimiento de nuevos centros de finanzas internacionales los movimientos internacionales de capital de corto plazo se convirtieron en elementos desestabilizadores. Para empeorar la situación, los países daban prioridad al equilibrio interno frente al externo y no seguían las reglas del juego. Los Bancos Centrales esterilizaban los movimientos internacionales de capital y de oro, rompiendo así la relación entre la posición de la Balanza de Pagos y la Oferta
Monetaria del país. Se considera que la “crisis económica” y el “caos monetario de los años 30’s” contribuyeron en gran medida a que se diera la Segunda Guerra Mundial.
Causas de la Gran Depresión
La teoría económica marxista ha hecho hincapié en el análisis de las grandes crisis del capitalismo achacándolas a la descoordinación entre producción y consumo. La sobreproducción ha estado siempre en el punto de mira de los historiadores de este período, como Nogaro, como clave explicativa de la crisis del 29. Para Nere, en cambio, la sobreproducción es un mito ideologizado y no explica todas las posibilidades causales.
Estos factores son: La sobreproducción, el desorden monetario y la desigual y relativa recuperación económica.
La Sobreproducción
La producción supera las necesidades reales de consumo a partir de 1925, sobre todo en los Estados Unidos, donde los Stocks aumentaban conforme se reconstruían las economías europeas.
Las causas de la sobreproducción son:
Distribución desigual de las rentas, que lleva implícita la limitación del consumo a las capas sociales más ricas, que en la mayor parte de los países no eran muy numerosas
Mantenimiento de precios de monopolio, tipo cartel, que obligaba a la existencia de grandes cantidades de stocks sin vender, al comprometerse los fabricantes a mantener unos precios pactados de antemano.
Desfase entre precios agrícolas e industriales: los primeros crecen más lentamente que los segundos y hacen disminuir, por tanto, el poder adquisitivo de los campesinos (importante clientela de la industria).
La reconstrucción de las economías europeas, y el incremento de producción de algunos países menos desarrollados o coloniales durante la guerra, junto con el desenfreno productivo de los Estados Unidos.
El sector agrario fue el más perjudicado por los excedentes sin ser vendidos y la consiguiente baja de precios.
El desorden monetario
Los momentos de expansión exigen una sensibilidad monetaria y el funcionamiento de un sistema monetario que organice los intercambios desde un centro financiero mediante una divisa hegemónica. Pues la relativa expansión de los años veinte se caracterizó por el marasmo monetario, la pérdida del patrón oro y la excesiva dependencia financiera de los Estados Unidos, convertidos en los principales acreedores y con Wall Street como el centro financiero más importante del mundo.
La existencia de nuevos centros financieros como el de Wall Street,
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