La Agresividad Del Niño Y La Niña En La Escuela
Enviado por mariayanzen • 25 de Enero de 2014 • 2.498 Palabras (10 Páginas) • 440 Visitas
TEMA DE INVESTIGACION
Estrategias pedagógicas dirigidas al docente, para atenuar la agresividad del niño y la de la escuela básica Nuestra Señora de Coromoto
Se habla de agresividad cuando provocamos daño a una persona u objeto. La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas, empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...).
Pero también se puede encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración. La agresividad es una respuesta normal a una emoción de ira y de frustración. Forma parte del bagaje emocional con el que nacen las personas. En cierto sentido es una conducta adaptativa y necesaria, tanto la emoción como la conducta deben ser vividas por el niño y/o niña para su aprendizaje y desarrollo.
El problema surge cuando los pequeños convierten esta respuesta en un hábito. La agresividad en estos casos se generaliza y es utilizada por los niños y niñas como una herramienta de gran poder para conseguir lo que quieren.
El problema de la agresividad infantil es uno de los trastornos que más invalidan a padres y maestros junto con la desobediencia. A menudo nos enfrentamos a niños agresivos, manipuladores o rebeldes pero no se sabe muy bien como debemos actuar con ellos o cómo podemos incidir en su conducta para llegar a cambiarla.
El comportamiento agresivo complica las relaciones sociales que va estableciendo a lo largo de su desarrollo y dificulta por tanto su correcta integración en cualquier ambiente. El trabajo por tanto a seguir es la socialización de la conducta agresiva, es decir, corregir el comportamiento agresivo para que derive hacia un estilo de comportamiento asertivo.
Ciertas manifestaciones de agresividad son admisibles en una etapa de la vida por ejemplo es normal que un bebé se comporte llorando o pataleando; sin embargo, estas conductas no se consideran adecuadas en etapas evolutivas posteriores.
El ambiente escolar no escapa de esta realidad, ya que en ella convergen niños y niñas de distintos estratos sociales y diferentes formas de crianza. En la escuela a menudo se observa, que entre los compañeros en el aula o el patio, se presentan peleas, gritos, motes, intolerancias, desacuerdos que no logran canalizar de otra forma que no sea, demostrar su poder mediante la agresividad.
No cabe duda, que en el marco del ambiente escolar, la participación debe favorecer la relación cooperativa de esfuerzos para el bien común; basada en el respeto por la propia libertad con responsabilidad y por la libertad de los otros, es decir, educación para la convivencia.
García (1997) comenta que la convivencia escolar es aprender a comunicarse y compartir con los demás, supone un alto grado de apertura, en el cual prive la participación real, la revisión y reajustes de normas sustentadas en valores; establecidas por el consenso participativo, cooperativo y reflexivo de alumnos, docentes, directivos, padres y representantes.
Asimismo, Garrell (2000) en cuanto a la convivencia escolar explica que el docente en su rol de mediador y generador de un clima favorable en la escuela debe buscar diferentes alternativas que ayuden a cambiar ideas y comportamientos en los niños para poder convivir en armonía. Para ello sugiere la aplicación de la educación en valores dentro de la institución, de tal manera que se promueva el diálogo, la participación, la crítica y la discusión.
Estos comportamientos agresivos se pueden agrupar en dos teorías: Las activas, donde la agresividad proviene de impulsos internos, lo que indica que la agresividad es innata. Esta teoría la defienden psicoanalíticos (Freud) y etológicos (Lorenz); las reactivas, donde las conductas agresivas el niño las aprende del entorno, estas son las teorías de aprendizaje social (Bandura).
Existen diversas teorías acerca de la agresividad, cada una de las cuales contribuye a explicar una dimensión del fenómeno. La hipótesis afirma que la frustración activa un impulso agresivo que solo se reduce mediante alguna forma de respuesta agresiva. Sin embargo, cada vez se ha hecho más evidente que la hipótesis de la frustración-agresión no puede explicar todas las conductas agresivas. De modo que parece ser que la que la frustración facilita la agresión, pero no es una condición necesaria para ella. La frustración es solo un factor; y no necesariamente el mas importante que afecta la a la expresión de la agresión (Bandura, 1973).
La teoría del aprendizaje social afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la conducta de modelos agresivos. Enfatiza aspectos tales como aprendizaje observacional, reforzamiento de la agresión y generalización de la agresión.
El Aprendizaje Social considera la frustración como una condición facilitadora, no necesaria, de la agresión. Es decir la frustración produce un estado general de de activación emocional que puede conducir a una variedad de respuestas, según los tipos de reacciones ante la frustración que se hayan aprendido previamente, y según las consecuencias reforzantes típicamente asociadas a diferentes tipos de acción.
Para explicar el proceso de aprendizaje del comportamiento agresivo se recurre a las siguientes variables:
a. Modelado: La imitación tiene un papel fundamental en la adquisición y el mantenimiento de las conductas agresivas en los niños. Según la teoría del Aprendizaje social, la exposición a modelos agresivos debe conducir a comportamientos agresivos por parte de los niños. Esta opinión esta respaldada por diversos estudios que muestran que se producen aumentos de la agresión después de la exposición a modelos agresivos, aun cuando el individuo puede o no sufrir frustraciones. Congruentemente con esta teoría, los niño de clases inferiores manifiestan mas agresiones físicas manifiestas que los niños de clase media, debido probablemente, a que el modelo de las clases inferiores típicamente mas agresivo directa y manifiestamente.
b. Reforzamiento: El reforzamiento desempeña también un papel muy importante en la expresión de la agresión. SI u niño descubre que puede ponerse en primer lugar de la fila, mediante su comportamiento agresivo, o que l e agrada herir los sentimientos de los demás, es muy probable que siga utilizando los métodos agresivos, si no lo controlan otras personas.
c. Los Factores situacionales: También pueden controlar la expresión de los actos agresivos. La conducta agresiva varía
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