La Agricultura En Mexico

El concepto de obsolescencia programada ya lo había oído anteriormente en mi clase de geografía humana durante una clase por su adjunta Emaline, sin embargo nunca imagine la importancia y el efecto que tiene esta tendencia social en el mundo. Durante varios años el hombre se había preocupado por buscar utensilios que le fueran lo más eficientes y funcionales para sus actividades de la vida cotidiana, sin embargo esto paso a segundo término cuando la avaricia de los hombres comenzó a crecer y se dieron cuenta que la palabra “demasiado” nunca es suficiente, por lo cual comenzaron a ver la manera en que se pudiera tener una producción constante que asegurara su economía.

Los primeros ingenieros buscaban crear aparatos de excelente calidad que pudieran ser eficaces y que brindaran a los consumidores la garantía de su funcionalidad, sin embargo esto quedó en el olvido cuando sucedió la crisis del 29 en EUA y se dieron cuenta que era necesario un impulso económico y la generación de varios empleos que volvieran a estabilizar la situación crítica del país; la salida más eficiente fue acortar la vida útil de los aparatos para obligar al consumidor a comprar con más frecuencia y así mantener el ciclo económico. Sin embargo los pensadores de esa época no se dieron cuenta que los recursos de nuestro planeta son finitos y que tarde o temprano esta nuevo tendencia de consumismo llevaría al planeta a una fuerte crisis ambiental y social.

El primer aparato en sufrir el efecto de la obsolescencia programada fue la bombilla, ya que los ingenieros las rediseñaron con la finalidad de reducir su vida de 2500 horas a solo 1000 horas, este suceso se llevó acabo en un periodo de 2 años solamente. Todo esto fue establecido por un cartel que cuidaba de sus intereses y que quisieron encerrar en un monopolio la producción mundial de bombillas, lo cual trajo consigo el decreto en el que se les exige a la empresas asociadas a bajar la calidad de sus productos con la finalidad de mantener la producción en masa de bombillas y poder asegurar su venta en el mundo sin necesidad de bajar el precio por un exceso de producción.

La tendencia fue un éxito y ahora todas las empresas volteaban a ver esta nueva forma de crear o mejor de dicho de programar para destruir; los carros, telas, televisores, zapatos y muebles comenzaron a fabricarse con materiales de baja calidad que aseguraban al fabricante que el consumidor volvería a demandar el producto en una temporalidad no mayor a un año, la ética de los profesionales se puso en tela de juicio, varios de ellos se negaban a inventar y diseñar objetos que muy pronto iban a ser desechados, sentían culpa de crear artefactos que negaban completamente la innovación y la calidad. Sin embargo la escuela de los nuevos ingenieros gano el debate y la tarea de crear cosas de poca vida ya no era una disyuntiva entre los ingenieros, sino una obligación en la que no debían cuestionar la ética, simplemente cumplir las normas de producción estipuladas por cada empresa.

La gente pronto comenzó a darse cuenta del juego de las empresas y los descontentos comenzaron a hacerse presentes en demandas hacia las empresas en donde se les exigía una mayor calidad en los productos, con lo cual se crearon leyes que protegían al consumidor, sin embargo esto funciono solamente para tranquilizar a la población y hacerles saber que el gobierno protegía sus intereses, esto lo único que ocasiono

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