La Economía como una ciencia

Instituto Politécnico Nacional[pic 1][pic 2]

Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura

Villalobos Montaño Salvador

Economía

Sebastián Madrigal Téllez Girón

3CV05

Unidad I

1.1 La Economía como ciencia

La poesía es un arte, la física una ciencia. Clasificando la economía como una ciencia social, los economistas la sitúan más en el campo de la ciencia que en el del arte. Haciendo esto promueven la idea de que puede haber estudios científicos tanto en los fenómenos físicos como de los sociales.

Tanto la controversia como la confusión se rodean a esta pretensión. Debe entenderse que clasificas la economía como ciencia supone que la veracidad y aplicabilidad de las teorías económicas puede ser apoyada o refutada por la prueba que aceptan todas las ciencias: el grado en que las teorías se corresponden con las observaciones del mundo real. De todas maneras, clasificar a la economía como ciencia no implica la afirmación de la verdad universal de sus actuales teorías. Por lo tanto, la afirmación de que la economía es una ciencia se sostiene, o cae, con la pretensión de que los economistas pueden mejorar su capacidad para entender y predecir hechos del mundo real, enunciando teorías, sometiendo las teorías a la contrastación con las observaciones del mundo real y mejorando las teorías a la luz de lo que se aprende de este modo.

Acostumbra llamarse economía al conjunto de actividades que permiten al hombre adquirir los medios escasos con que satisface sus necesidades. Sin embargo, solo a titulo de excepción o con el propósito de simplificar la realidad, cabe imaginar la economía de un individuo aislado, pues el ser humano es social por naturaleza. Lo normal es que toda economía implique la cooperación de varios individuos, cuando menos los que integran una misma familia, y, en consecuencia, la existencia de un organismo, en cuyo seno los actos individuales aislados se combinan para originar actos colectivos.

La economía política puede proponerse una de estas tres metas:

a) Investigar y expresar en formulas sucintas las relaciones constantes (leyes) que ligan a los hechos o fenómenos tal como realmente ocurren.

b) Establecer tipos ideales con que comparar los hechos reales a fin de apreciar, por su mayor o menor aproximación a aquellos, el valor social de estos. Verbigracia, inquirir si conviene o no la existencia del salario, o cual es la tasa de él que en justicia, o por conveniencia de la sociedad, debe pagarse.

c) Formular reglas o preceptos cuya observancia se supone que garantizara la obtención de ciertos resultados.

Según su finalidad, la elaboración económica dará como fruto:

a) un cuerpo sistematizado de conocimientos relativos a lo que existe, o sea una ciencia positiva, sistema orgánico de leyes económicas.

b) un cuerpo sistematizado de conocimientos relativos al criterio de lo que debe existir, o lo que debe existir, o lo que viene a ser lo mismo, una ciencia normativa o regulativa, concerniente, por lo tanto, a los ideales en cuanto se distinguen de lo real.

c) un conjunto de normas para la obtención de fines predeterminados, o sea, un arte.

Lo que se propone es exponer a la economía política como ciencia positiva, como teoría económica, es decir, el sistema de las leyes que rigen la actividad económica, entendiendo el término "ley" como la expresión de relaciones constantes, de uniformidad entre los hechos o fenómenos. Conviene, por lo mismo, pongamos en claro la naturaleza de las leyes económicas. Puesto que el hombre es un animal social, sólo socialmente útil y se procura los medios raros o escasos indispensables para llenar sus necesidades. Aun en el caso extraordinario del individuo aislado, que por accidente se ve obligado a actuar fuera de toda comunidad, debe considerarse que posee ya dinámicamente en el las fuerzas de la sociedad. Los fenómenos económicos son, por lo tanto, rendimiento social, y sociales son también las relaciones constantes y uniformes que los ligan: las leyes. Los distinguen a primera vista cuando menos, de los fenómenos naturales, dos circunstancias:

a) son hombres los elementos de ellos, seres nacionales capacitados para influir voluntariamente, en el sentido y la intensidad de los hechos en que participan.

b) implican la acción combinada de tendencias y decisiones individuales independientes, de las que son resultantes. De ahí que las leyes económicas parezcan menos imperativas que las de la naturaleza:

I. Porque las condiciones dentro de las cuales son validas aquellas, se modifican inclusive como efecto de decisiones tomadas por los individuos miembros de la sociedad dentro de la cual deben cumplirse.

II. Porque son uniformidades relativas a fenómenos globales, no a las acciones elementales que en ellos se combinan.

* Tratado de Teoría Económica, por Francisco Zamora, p.24 (Fondo de Cultura Económica, México, 1953)

1.1.1 La Economía y su relación con otras ciencias

Estamos en actitud de localizar al la economía política entre las demás ciencias. De lo que llevamos dicho acerca de ella se infiere que estudia cómo se conduce el ser humano dentro de la sociedad a que pertenece, cuando lo impulsa el deseo de procurarse medios escasos de satisfacción, que lo obliga a mantenerse en relación continua con la naturaleza, a la cual influye por la cual resulta a su vez influido. Podemos, en consecuencia, afirmar que en la actividad económica se combinan factores psicológicos, emanados del modo de ser propio del hombre, y naturales, provenientes del cosmos. Hasta donde esa actividad depende de las condiciones físicas, la economía que la estudia no puede prescindir en sus investigaciones de tomar en cuenta las leyes de la naturaleza; pero no cabria afirmar por esto, ni que tales leyes son de su dominio, ni mucho menos que participa de las características propias de las ciencias físicas. Lo que se ha explicado sobre la diferencia entre la técnica y la economía bastaría quizá para probarlo, porque muestra como el conocimiento de las leyes naturales, en que se basa la técnica solo concierne a la economía de un modo secundario. Por ejemplo, la ciencia económica no se ocupa en descubrir leyes referentes a los fenómenos de que dependen el desarrollo de las plantas o la fertilidad de los terrenos, a pesar de que esos hechos son de gran importancia en el trabajo agrícola. Al estudiar este último, la economía tiene dichas leyes por conocidas y verificadas, y parte de ellas en sus razonamientos; las toma como datos, como premisas, pero ni le incumbe investigarlas, ni le preocupa desenvolverlas hasta sus más lejanas consecuencias.

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