La Importancia De La Evaluación Para El Buen Funcionamiento De Las Organizaciones Y Como Proyecto De Plan De Mejoras.

La importancia de la evaluación para el buen funcionamiento de las organizaciones y como proyecto de plan de mejoras.

En el análisis crítico y comparativo de Claudia Neves respecto a las organizaciones internacionales y la evaluación de los sistemas de educación y formación (REFP; 2008), se plantea la necesidad de una comprensión global de un crecimiento equilibrado cuyo pilar es el desarrollo humano basado en el progreso del ser humano y sus capacidades. Hablar hoy de desarrollo significa hablar de la mejora de la calidad de vida de las personas y el medio ambiente, a través de la mejora de los sistemas de educación/formación y los sistemas de salud, en el marco de la libertad y la justicia social.

Es por ello que sería pertinente fomentar o institucionalizar las evaluaciones en toda organización que tenga como objetivo el desarrollo humano con el fin establecer un plan de desarrollo o de mejora.

De ahí la importancia de que en la década de los 90, el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) propuso los conceptos de desarrollo humano e índice de desarrollo humano. Los gobiernos de la mayoría de los países del mundo adoptaron este concepto e instaron a la creación de estructuras de lucha contra la pobreza y a favor de la dignidad humana, Actualmente el paradigma del desarrollo humano es una estrategia de desarrollo basada en las capacidades humanas, en unos sistemas sociales caracterizados por un acceso libre y justo a las oportunidades con miras a lograr un equilibrio en el crecimiento económico de las sociedades y a repartir de forma equitativa sus beneficios y sus gastos. Para Ambrósio (2003), el desarrollo humano debe ser el fin último de todas las políticas que contribuyen a la dignidad y la formación de las capacidades humanas de conformidad con los valores de la ética global.

Si este concepto estuviera en la praxis de la mayoría de las instituciones encargadas de brindar un servicio, sea este educativo, de salud o social, se pugnaría por tener un sistema de evaluación que permita realmente enjuiciar el desempeño de nuestras instituciones respecto a nuestra filosofía de visión y misión, puesto que seguramente la función axiológica de cada una de ellas es la dignidad humana; por ejemplo nuestra sociedad tiene derecho a una educación de calidad que dignifique la formación de cada uno de sus ciudadanos.

El Premio Nobel de economía, Amartya Sen, defiende que la libertad individual es el fin básico y el medio más eficaz para lograr la sostenibilidad de la vida económica y para luchar contra la pobreza y la inseguridad. Para este autor existe una relación recíproca entre libertad y desarrollo. Ello es así porque para Amartya Sen la libertad es sinónimo de desarrollo y el desarrollo está en un plano de igualdad con la libertad.

Si esto es verdad, quiere decir que nuestras instituciones no conocen la verdadera libertad porque desconocemos plenamente el desarrollo económico, al menos en nuestro País. ¿Será por lo cual la libertad es el alma de la responsabilidad?; y si libertad es la capacidad de visualizar un futuro mejor y concentrar nuestra atención, nuestra pasión y nuestras decisiones en ese futuro, se debiera exigir que todo plan institucional no solo contenga una evaluación teórica, sino verdaderamente visualizar ese futuro mejor, basado en la corrección de los errores y en la continuidad de los aciertos desarrollado durante el ciclo establecido.

Actualmente las instituciones mundiales reúnen un conjunto de indicadores que sirven de punto de referencia a la realización de reformas, lo que permite “determinar los cambios en la calidad y los resultados; llamar la atención hacia los aspectos que se han de mejorar; examinar las repercusiones de los esfuerzos realizados

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