La Ley de Chapelier

Todo antecedentes comienza con la etapa de prohibición que se dio desde el principio de la historia. En los lugares más significativos donde se prohibía la libertad de asociación fue en Francia e Inglaterra.

La Ley de Chapelier es documento con el que empieza la lucha por la libertad y derecho de coalición y algunos lo definen como la declaración de guerra que hizo el estado burgués liberal a los trabajadores. El Estado quería imponer su doctrina económica y no quería de ninguna forma que obstruya su desarrollo.

En la Ley de Chapelier la burguesía declaró que el Estado quedaba en servicio de la ideología individualista y liberal quedando al servicio de la clase social que defendía y toda persona que fuera contra ese orden iba a ser castigado por crimen.

Entonces no importó que los trabajadores pidieran defenderse unos a otros porque el Estado decía que solo este podía ser quien ayude a todos los ciudadanos. Entonces la Ley Chapelier prohibió explícitamente todas las instituciones del derecho colectivo del trabajo declarando en su cuarto articulo ilícita la coalición como medio para mejorar las condiciones de trabajo convirtiendo a la huelga en una acto ilícito.

Por su parte en Inglaterra la época de prohibición en el liberalismo fue con la ley de 1799 que prohibió todo tipo de coalición, aquí no solo era contra los trabajadores sino también con los obreros. Mismo año en que se dictó la ley “Unlawful Societies Act” que prohibía todo tipo de asociaciones para prestar un juramento ilícito con el propósito de un fin sedicioso o atentar contra la paz pública.

Años después comenzaría la etapa de tolerancia pues después de la ley de 1799 y su reforma en 1800 que desaparecía la reglamentación de condiciones de trabajo y dejaban el salario a manos de las fuerzas económicas de la oferta y demanda, prohibiendo todos y cualquier tipo de coalición laboral,

Pero no fue verdad lo de las fuerzas económicas pues el empresario fue quine determinaba las condiciones de trabajo y no permitía ningún tipo de discusión; si aceptabas las condiciones entonces trabajabas en la empresa y si no le parecían, podía intentar con otro patrón pero las condiciones serian seguramente más difíciles.

A principio del siglo XIX nació un reglamento escrito que contenía las condiciones mínimas impuestas para los trabajadores y se colocaba en la puerta del negocio y era invariable. Demostraba que el principio de la escuela liberal había fracasado pues era obligatorio para el patrón, aunque este lo escribía, eliminando la libre discusión para el trabajo e imponiendo la voluntad del empresario. La democracia pedía que las dos partes (trabajador y patrón) intervinieran en a realización del reglamento. Esto fue el principio del derecho colectivo y la libertad de coalición.

En 1824 se

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