La Vida

A lo largo de este semestre hemos aprendido cómo funciona el sistema educativo en nuestro país, sabemos que estamos en busca de una calidad educativa, pero en el presente ensayo hablaremos de un punto que es esencial para lograr esta calidad; hablaremos sobre lo universal que debe ser nuestra educación.

Educar es universalizar, es el título que lleva el trabajo, mi objetivo es mostrar que tanto abarca la palabra universalizar en el ámbito educativo, es importante conocer el sentido amplio de esta concepto, nosotros como futuros maestros debemos ir conociendo el verdadero sentido de la educación y la amplia gama que este abarca,

A lo largo de la lectura se va puntualizando los diferentes aspectos que conlleva la palabra universalizar, en el sentido más simple significa: Que pertenece o se refiere a todos los países, a todos los tiempos, a todas las personas o a todas las cosas. Si eso es en el sentido simple, en el área educativa es muy extenso, no pretendo marcar todos los puntos y profundizarlos si no más que nada demostrar que universalizar la educación es tarea que requiere de mucho y despertar el deseo de colaborar para lograr esta universalización.

Para iniciar muchas veces no sabemos la importancia de la palabra universal en la educación, ¿a qué se refiere que la educación debe ser universal?, ahora sé que es un sentido muy amplio; es decir, no se trata de transmitir todo los conocimientos posibles, si no como en un principio se hacía, acompañar este conjunto de conocimientos y destrezas con un ideal de vida y un proyecto de sociedad. La educación tiene como objetivo completar la humanidad del neófito, dicho en otras palabras, el hombre que la educación debe plasmar dentro de nosotros, no es el hombre tal como la naturaleza lo ha creado, sino tal como la sociedad quiere que sea.

Ahora bien, la educación es obra de la sociedad, pero ¿Qué nos asegura que la escuela forme personas capaces de transformar esta sociedad? los que recibieron educación son los que la dan; los hábitos ya engendrados tienen una profunda influencia en su proceder, es decir, depende del maestro y del contexto donde se encuentre la escuela. Entonces podríamos decir que la enseñanza debe ser conservadora y lo es por la sencilla razón de que es una consecuencia del instinto de conservación, tanto colectivo como individual. En una palabra, la educación es ante todo transmisión de algo y solo se transmite aquello que quien ha de transmitirlo lo considera digno de ser conservado. La educación transmite porque quiere conservar; y quiere conservar porque valora positivamente ciertos conocimientos, ciertos comportamientos, ciertas habilidades y ciertos ideales.

Otro punto importante es que la sociedad no es fija ahora más que nunca vemos que es un conjunto de tendencias diversas y estas forman parte de la tradición que los aprendizajes comunican, entonces quien pretende educar se convierte en responsable del mundo ante el alumno, Hacerse responsable del mundo no es aprobarlo tal como es, sino asumirlo porque es y porque sólo a partir de lo que es puede ser enmendado. Para que haya futuro, alguien debe aceptar la tarea de reconocer el pasado como propio y ofrecerlo a quienes vienen tras de nosotros. Desde luego, esa transmisión no ha de excluir la duda crítica sobre determinados contenidos de conocimiento y la información sobre opiniones «heréticas» que se oponen con argumentos racionales a la forma de pensar mayoritaria.

A continuación hablaremos de esa deseabilidad social que hemos mencionado anteriormente, la de formar individuos autónomos capaces de participar en comunidades que sepan transformarse sin renegar de sí mismas, que se abran y se ensanchen sin perecer. Gente en fin convencida de que el principal bien que hemos de producir y aumentar es la humanidad compartida. De acuerdo con

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