La ciencia y el método científico
Enviado por Madagic • 29 de Enero de 2021 • Síntesis • 1.863 Palabras (8 Páginas) • 148 Visitas
El conocimiento se puede definir de diversas maneras, de forma que podemos encontrar que el conocimiento es la simple enunciación que lo entiendo como “acción y efecto de conocer”; en otro sentido o contexto se pude definir como el saber hacer o una creencia cierta y justificada, siendo este último un pretexto para indicar que el conocimiento sólo es útil para la acción. Pero, hablando del sentido más general del conocimiento, nos podemos referir a cualquier tipo de conocimiento, comprendiendo roda actividad o juicio que lleve consigo información, entrando entonces como conocimiento los descubrimientos científicos, los postulados filosóficos, las técnicas del profesional, la habilidad para manejar objetos y todas las acepciones que se nos puedan ocurrir (cualquiera en la que exista una base de información.); definir el conocimiento de manera estricta es muy complicado, y se necesita recurrir a otros medios de pensamiento para obtener una vista más amplia.
Los humanos comprendemos y analizamos nuestro entorno a través de nuestros sentidos y de la razón, intentando de conocer la realidad, misma realidad que tradicionalmente se denomina como objeto del conocimiento, además de que el observador se denomina como sujeto del conocimiento en el momento en que realiza el acto de conocer. Este acto de conocer requiere de una actividad o de un proceso que finalice en una representación internalizada del conocimiento, mismo conocimiento que posteriormente comunica, lo representa, entendiendo al conocimiento como función, concebido como un proceso que consta de varias acciones; el acto de conocer es trascendente.
Cuando el humano cuenta con este conocimiento lo usa para solucionar las dificultades que se le presentan o que él mismo se plantea, labor que se realiza por medio de la indagación, cuestionando su entorno y encontrando las acciones que necesita realizar para solucionar sus dificultades. De manera natural y casi inconsciente, el humano adquiere conocimiento mediante la realización de actividades, y con ello conoce lo desconocido o lo que pasa inadvertido En este punto llega la preocupación respecto del modo en que se ha adquirido un conocimiento, o cuando se intenta encontrar un conocimiento nuevo, momento en el que entra en juego la metodología; el proceso para conocer.
El humano siempre ha tenido una gran necesidad por conocer, una necesidad irrefrenable e inseparable, siendo parte de su propia esencia como especie, donde se relacionan con su entorno con la intención de ponerlo a su servicio, lo que nos ha llevado a realizar infinidad de actividades a las que sólo se habrían podido llegar mediante las observaciones meticulosas que el humano se empeña en realizar.
Y aunque la vida del humano se encuentra en el suelo y lo que existe en él, su búsqueda de conocimiento no se detuvo sólo en el conocimiento instrumental que mejoraba sus condiciones de vida, sino que también volteó hacia el cielo donde se encontró ante la inquietud por conocer el sentido general del cosmos y de la vida, donde ante la falta de respuestas originaron los primeros intentos de explicaciones que le dieran sentido a toda la naturaleza que los rodeaba, apareciendo así la magia, la religión y demás sistemas filosóficos, donde se plasmaron razonamientos lúcidos y profundos del mismo modo que sentimientos, anhelos e intuiciones, todo entremezclado, obteniendo algunas afirmaciones sorprendentemente acertadas y otras que no tanto.
Entonces surge el cuestionamiento sobre cuáles son las condiciones que debe cumplir el conocimiento para que sea considerado un verdadero conocimiento. Cuestión a la que encontramos dos perspectivas: la filosófica y la histórico-social.
En la visión filosófica se reseña que son tres las condiciones: creencia, validez y evidencia. Primero que nada necesitamos que en el sujeto crea en la certeza de lo que piensa o afirma, certeza que pone al sujeto en una disposición potencial que le permite actuar de cierta forma al presentársele una ocasión adecuada. Además esto, se necesita que el conocimiento que se busca sea realmente comprobable, teniendo la evidencia que consistir en la claridad de la veracidad, al igual que en la visibilidad de la verdad.
En la perspectiva histórico-social encontramos que el conocimiento se halla inmerso en un ambiente histórico social que tiene que recibir su influencia. El aprendizaje y el conocimiento del humano se encuentra condicionado por la cultura de la sociedad a la cual pertenezca, dependiente del tiempo y el lugar en el que se desarrolle, influyendo también el hombre en su sociedad, su entorno e incluso en otros humanos; la influencia entre conocimiento y sus condiciones es recíproca.
Según se deduce de todo lo anteriormente descrito, el conocimiento se puede clasificar de distintas manera, ya que no existe una sola clase de conocimiento. Esta clasificación es: conocimiento explícito e implícito, conocimiento personal y conocimiento colectivo; conocimiento popular, conocimiento científico y conocimiento de divulgación.
El conocimiento explícito e implícito reconoce la acumulación de experiencias en el ser humano y la facilidad o dificultad para su imitación. Se le llama conocimiento explícito al que es sencillo de representar hacia las personas e implícito al que no se representa fácilmente por medios externos a las personas que lo poseen.
El conocimiento es personal en el sentido de que se origina y existe en la persona. Cada ser humano asimila este conocimiento como producto de las propias experiencias y lo vuelve parte de sí mismo. El conocimiento es colectivo ya que forma parte de un todo con el medio y el territorio, siendo el conocimiento algo que se vive al conocer la naturaleza y la sociedad.
En el conocimiento colectivo encontramos además dos proyectos opuestos. En uno de ellos, el universo constituye una totalidad orgánica, en la cual, lo primordial consiste en mantener el equilibrio interno, visión que iguala la tierra, la gente, el conocimiento y la cultura;
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