La elocución y la calidad de orador
Enviado por mariacv2014 • 7 de Diciembre de 2014 • Trabajo • 1.739 Palabras (7 Páginas) • 242 Visitas
INTRODUCCION
El hecho de hablar en público representa un gran temor para la mayoría de las personas, algunos autores indican que es un miedo casi patológico; lo que es algo que llama la atención, puesto que la comunicación con otros es parte fundamental de la vida; la transmisión de información de manera formal y/o informal forman parte del acontecer cotidiano. Sin embargo, es cierto que no es igual establecer una conversación informal sobre cualquier tema que pararse ante un público con conocimientos previos a dar un discurso o enseñanza de un tema que necesita bases para fundamentarse, y sobre el cual se pueden presentar diferentes opiniones e incluso disertaciones por parte del público escucha.
El arte de la elocuencia es una actividad que consideramos, debe ser enseñada desde los niveles inferiores de la educación escolar. A nuestros hijos se les enseña a escribir, a leer y algunas veces a pensar.
Pero nunca, o casi nunca, se les enseña a hablar con claridad y facilidad, de ahí que cuando éstos llegan a adultos se sienten acomplejados o aterrados ante la idea de exponer sus pensamientos, conocimientos y sentimientos ante un público numeroso y desconocido.
La oratoria no es un curso más para el hombre, es el mejor curso para la vida. En este sentido, se desarrolla el presente trabajo con la finalidad de abordar de manera concisa el tema de la oratoria; para lo cual primeramente se da la definición del concepto, seguidamente de los elementos de la oratoria, su historia, cualidades entre otros puntos de suma importancia.
LA ORATORIA Y LAS CUALIDADES DE UN ORADOR
DEFINICION
La oratoria es el arte de hablar en público informando respecto a un determinado tema, entreteniendo y conmoviendo. Esta es un género de la literatura que se encuentra formado por el discurso, el sermón, la disertación, etc. Su objetivo es persuadir con sus argumentos a todos sus oyentes.
ELEMENTOS DE LA ORATORIA:
1. ELEMENTOS PRINCIPALES:
• El orador: Es quien está a cargo de la elaboración, planeación y manifestación del discurso.
• El Discurso: es el contenido, el tema a tratar.
• El Público: personas, oyentes que conforman el auditorio.
2. ELEMENTOS SECUNDARIOS:
• Las Pausas: el uso correcto de este elemento permitirá un mejor entendimiento por parte de los oyentes.
• La Dramatización: dramatizar con mucho énfasis, esto permitirá una mejor expresión.
HISTORIA DE LA ORATORIA
La oratoria comienza a desarrollarse en Roma en época muy temprana - el primer discurso del que tenemos noticia es el de Apio Claudio el Ciego contra la propuesta de paz ofrecida por Pirro (comienzos del III a.C.)- Esta oratoria primitiva tendría un carácter improvisado, espontáneo, y se basaría sobre todo en la habilidad natural del orador.
A partir del siglo II a.C. comienzan a aparecer en Roma escuelas de retórica, disciplina que pretende enseñar el arte de la oratoria. Estas escuelas, que constituirán la última etapa en la formación de cualquier romano de clase media-alta, determinarán el estilo oratorio de los personajes más importantes de la vida pública romana.
Dentro de las escuelas de retórica se distinguen tres tendencias:
• La neoática, que tiene como modelo el estilo de ciertos escritores y oradores atenienses de la época clásica (Lisias). Esta escuela propugna un tipo de elocuencia sin artificios, en la que se dé mayor importancia al contenido que a la forma. Pertenecen a ella M. Junio Bruto y Julio César.
• La asiánica o asiática, que sigue el estilo de la oratoria griega desarrollada en las ciudades de Asia Menor. Esta tendencia defiende un tipo de elocuencia radicalmente opuesta a la neoática y, en consecuencia, insiste en la exuberancia en la dicción. El máximo representante de esta tendencia fue Hortensio (114-50 a.C.).
• La rodia, así llamada porque su promotor fue el rétor griego Molón de Rodas.
Esta escuela propugna un estilo oratorio a medio camino entre las dos tendencias anteriores. El principal discípulo de Molón fue Cicerón.
LA NUEVA ORATORIA DE ÉPOCA IMPERIAL
Con la llegada del principado y la concentración de la autoridad en manos del emperador, la oratoria pierde su importancia política, relegándose a la actividad judicial. Las escuelas de retórica dejan de formar políticos y, perdido el objetivo que las justificaba, amaneran la enseñanza de un arte casi inútil fuera del propio recinto escolar. Este mundo vano de las escuelas retóricas nos lo ha transmitido Séneca el Mayor, padre del filósofo, en una obra única en la literatura latina: Oratorum et rhetorum sententiae, divisiones, colores.
La obra nos ofrece un conjunto de ejercicios retóricos, las "controversiae" y las "suasoriae", que constituían la base de la enseñanza oratoria.
Las "suasoriae" eran un ejercicio propio de los principiantes y consistían en consultas imaginarias dirigidas a personajes históricos que en determinadas situaciones deben tomar una decisión importante: "Agamenón delibera sobre si debe inmolar a su hija Ifigenia", "Cicerón delibera sobre si debe solicitar el perdón a Marco Antonio",... El aspirante a orador componía un discurso con las razones que debían pesar en el alma del personaje en cuestión.
Las "controversiae" pertenecían a un estadio más avanzado. Dado un caso, por lo general ficticio, el alumno debía argumentar jurídicamente en defensa de una de las partes. Lo rebuscado de los casos evidencia la desconexión existente entre la retórica y la vida. Un ejemplo, el caso del
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