La hoja (Anatomí vegetal)

Las hojas son órganos especializados de las plantas vasculares encargados de captar energía solar, producir sustancias orgánicas por medio de la fotosíntesis y liberar vapor de agua mediante la transpiración, además de estar diseñadas para ofrecer poca resistencia al viento (Magias et al. 2018)

Durante el desarrollo de una plantas habrán distintos tipos de hojas, que van desde los cotiledones, hojas primordiales, prófilos, brácteas y los antofilos en las flores, cuyas funciones serán distintas durante el mismo desarrollo de la planta (Hoppe. 2002)

Al borde de una hoja se le conoce como contorno y es muy variado. En el ángulo agudo que se forma en el punto de unión entre el tallo y el peciolo se localizan las yemas axilares de las que partirán nuevas ramas. Otras estructuras como la nervadura de las hojas permitirá clasificarlas en dos tipos, las micrófilas, con nerviación sencilla y las megáfilas, con nerviación compleja (Magias et al. 2018)

La estructura de una hoja normalmente consta de una zona plana, la lámina, derivada de un meristemo caulinar apical y de un pecíolo, que une la lámina al tallo y que puede o no estar presente. La lamina es la es la estructura que contendrá la mayoría de los estomas y del parénquima clorofílico de la planta. Así mismo posee dos superficies, el haz o superficie adaxial que generalmente queda expuesta al sol y el envés o superficie abaxial que queda oculta y esta puede presentar diversas formas genéticamente condicionadas por la especie, lo cual es el resultado de una adaptación evolutiva a su medio ambiente, incluyendo a los herbívoros. Pueden encontrarse hojas reservantes, hojas especializadas en sostén y fijación y las que adquieren funciones de defensa   (Peralta de Andrés et al. 2015, Magias et al. 2018, Corder. 1999)

La absorción de radiación lumínica que realizan la mayoría de los organismos vegetales como las plantas fotosintéticas a través de sus hojas, utilizan este medio para transformar químicamente la radiación luminosa del sol, por ejemplo, a través del proceso denominado fotosíntesis. Elementos tales como el CO2 y el H2O son químicamente sintetizadas por las plantas con el consumo de energía lumínica en moléculas más complejas que servirán para la creación de materia prima para el crecimiento de la planta.  En las plantas la fotosíntesis se produce en el clorénquima de las estructuras foliares (mesófilo) y de las estructuras caulinares (cortex externo). Y pueden distinguirse dos tipos de mesófilo, el parénquima empalizado próximo a superficie del haz, es un tejido fotosintético con células que contienen una gran cantidad de cloroplastos y el parénquima esponjoso en la zona del envés, donde las células son más redondeadas, contienen cloroplastos y hay grandes espacios intercelulares (Blanco. 2004, Magias et al. 2018).

En las hojas se encuentran estructuras importantes tales como las estomas los cuales realizan la tarea del intercambio gaseoso y la transpiración de la planta y aunque se pueden localizan tanto en el haz como el envés, se encuentran frecuentemente en el envés. En las hojas también existe el sistema de conducción en las plantas es gracias a los haces vasculares, el cuál es de suma importancia en las plantas, ya que en ellos se transporta agua y sales a las células fotosintetizadoras y recoger los productos orgánicos y los reparte por el resto de la planta. Estos vasos están formados por xilema y floema, además de tejido parenquimatoso alrededor. El xilema normalmente está orientado hacia la parte adaxial, mientras que el floema hacia la parte abaxial (Louguet et al. 1990, Magias et al. 2018)

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