La nueva Racionalidad Sustantiva y Procesal
Enviado por Willmary998 • 24 de Enero de 2018 • Ensayo • 2.065 Palabras (9 Páginas) • 425 Visitas
Universidad de Carabobo.
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
Escuela de Economía.
Departamento de Teoría Económica.
Cátedra de Microeconomía I.
[pic 1][pic 2]
[pic 3][pic 4][pic 5][pic 6]
Autor (a):
Peña Willmary
C.I:
V.-27.117.169
Sección:
EC-06
Naguanagua, Diciembre de 2017.
- Diferencias fundamentales entre la “Racionalidad Sustantiva” y la “Racionalidad Procesal”:
Simon defiende una racionalidad limitada, en ese proceso reconoce claramente el papel de las condiciones y las restricciones. Considera, que puede haber dos posibilidades: que esas condiciones y restricciones sean objetivas (es decir, propias del entorno externo al organismo que elige) o bien que sean subjetivas (esto es, características del organismo mismo que elige, que pueden tomarse como fijas o fuera del control del agente).
Obviamente, este último caso corresponde a la racionalidad limitada, que se relaciona primariamente con los individuos que han de elegir en circunstancias ordinarias y, por tanto, es “universal”. Como se basa en el supuesto de la existencia de condiciones y restricciones subjetivas en el proceso de elección, estas ligaduras afectan de lleno al agente que ha de tomar decisiones. Esto llevó a Simon a la contraposición entre una “racionalidad sustantiva”, donde hay ciertas características que son estables, y una “racionalidad procesal”, donde pesa el bagaje cognitivo del agente y en la que el comportamiento se ha de adaptar a las circunstancias del entorno.
Frontalmente critica Simon la “racionalidad sustantiva” y resalta la “racionalidad procesal”, pues considera que la racionalidad sustantiva tiene escaso fundamento empírico: se construye en la Economía clásica y neoclásica como una racionalidad no limitada. En ella se asume que la conducta racional del agente está completamente determinada por las características del entorno en el que tiene lugar la elección. Por eso, al asumir la racionalidad sustantiva, la Economía se libera de cualquier dependencia respecto de la Psicología, de modo que esta Ciencia llega a ser completamente irrelevante para la Economía.
Dentro de la racionalidad sustantiva, el agente económico tiene normalmente como meta la maximización, bien sea de la utilidad o del beneficio. En tal caso, se considera una base cognitiva irreal: que los poderes computacionales para su decisión son entonces ilimitados. Así, tal como lo ve Simon, en la persona racional de la Economía neoclásica, no cabe la distinción entre el mundo real y la percepción de quien toma la decisión, de manera que percibe el mundo tal como realmente es.
Para moverse desde este tipo de racionalidad, que es escasamente realista, y poder llegar a la racionalidad procesal, hace falta —a su juicio— supuestos acerca de las cuestiones de hecho. Apela así a una Epistemología empirista —la preeminencia de la observación—, porque Simon considera que no basta con añadir postulados teoréticos acerca de la forma de la función de utilidad o sobre el modo en que los agentes forman sus expectativas de futuro.
Fruto de su énfasis en los procesos de decisión, la alternativa de Simon a la “racionalidad sustantiva” es entonces la racionalidad procesal o de procedimiento. a) Obviamente depende del proceso que la genera en vez de descansar en la obtención de las metas dadas. b) Está limitada, pues el agente que toma decisiones tiene severamente limitados tanto el conocimiento como la capacidad de computación. c) Cuando la racionalidad es procesal, hay una distinción entre el mundo real y la percepción que el agente tiene de ese mundo, pues depende de sus características y circunstancias como sujeto (es el homo economicus en situación).
El giro que hace Simon es claro: la racionalidad sustantiva —eje de la dominante Economía neoclásica— está ajustada a su entorno externo, mientras que la racionalidad procesal —que acompaña a la racionalidad limitada— ha de descubrir la conducta adaptativa adecuada. La diferencia es patente cara a predecir la conducta de un sistema: cuando la racionalidad es sustantiva necesitamos la información acerca del entorno externo y de la meta; pero no se requiere información sobre el proceso usado para computar la cantidad óptima de resultado. En cambio, en la racionalidad procesal el proceso de adaptación es, en sí mismo, problemático y, en consecuencia, predecir la conducta de ese sistema es una tarea difícil.
Probablemente, la distinción “racionalidad sustantiva”—“racionalidad procesal” es una de las aportaciones de Simon a la toma de decisiones que ha recibido mayor grado de aceptación. No sólo porque permite entender mejor la tendencia dominante en la Economía, sino porque hace ver que los procesos mismos nacen en contextos donde los agentes han de tomar decisiones con características limitadas y condiciones limitantes. Esta relevancia de los procesos, en vez de la preocupación por los resultados, es importante, toda vez que la versión sustantiva de la racionalidad es insuficiente para entender la toma de decisiones.
- Racionalidad Procesal, ¿avance o retroceso para la ciencia económica?
Al indagar en la racionalidad de los agentes económicos, el cometido de Simon ha sido investigar cómo los humanos se comportan de hecho en su vida cotidiana: busca cómo es la conducta del agente en el seno de la realidad social donde de continuo ha de realizar elecciones. A diferencia de otros economistas, acude a la Psicología para las claves de la racionalidad humana en la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre. Busca así aquello que le permita ver cómo el agente económico lleva a cabo sus deliberaciones y cálculos a la hora de elegir, pero lo quiere hacer desde un ángulo distinto al puro “economicismo”.
...