Las Amibas Enemigos Invisibles

La amibiasis, infección de los humanos debido al protozoario intestinal, Entamoeba histolytica, se localiza en todo el mundo, pero afecta de manera principal a países en desarrollo (México es una de los países afectados); Sin embargo, los estragos que causa la amiba en el ser humano, particularmente en el hígado bajo la forma del llamado absceso hepático ya eran conocidos desde hace varios siglos.

En la bibliografía del absceso hepático relata la llegada del Virrey de la Nueva España, quien falleció poco tiempo después de llegar a México. El sevillano Mateo Alemán, hizo recuento detallado del mal del virrey, quien padeció de flaqueza, falta de ánimo, congojas y temperatura. En la autopsia hallaron por la parte cóncava de la punta del hígado cantidad como de medio huevo, por lo tanto, el Real Tribunal de Protomedicato convoco a todos los facultativos a un concurso sobre las obstrucciones inflamatorias del hígado y después de mencionarse algunos síntomas característicos del absceso hepático, los recursos dietéticos y farmacéuticos eran insuficientes por lo que era necesario echar mano de la operación quirúrgica. En el presente siglo muchos son los investigadores que en nuestro medio se han interesado por la amibiasis. Por primera vez en una ciudad rusa que tiene temperaturas inferiores a los 7º C, un paciente sobrevivía malamente acarreando troncos a una maderería y permanecía con los pies mojados durante todo el día más la insuficiente morada que lo protegía parcialmente del viento y de la lluvia enfermo con diarrea, malestar general y molestias rectales. Los síntomas empeoraron y lo obligaron a su internamiento a la clínica del profesor Eichwald y el doctor Lesh. Cuando Lesh examino las heces del paciente diarreico encontró numerosas formaciones microscópicas que por su forma y movilidad considero sin duda como amibas.

Lesh describió detalles precisos de la anatomía microscópica de las amibas entre estos menciona la presencia de nucléolos refráctales, ósea cuerpos intranucleares de naturaleza desconocida. Lesh probo que las amibas eran capaces de producir irritación intensa que progresaba hacia la ulceración, por lo que esta amiba descubierta era la causante de la disentería con pujo y sangre; Sin embargo, Lesh dudo en afirmar que las amibas eran el agente causal de esta enfermedad. Lesh no solo había descrito acertadamente las amibas, sino que también había afirmado que el papel de dichos parásitos desempeñaba el padecimiento ulcerativo del intestino y fue así como se inició una polémica centenaria. La confusión surgió en parte por la inseguridad del mismo Lesh por el hecho de que fueron descubriéndose diferentes géneros de amibas y de que existen formas variadas de disentería. Jarosh Lava informo del hallazgo de las amibas en sesenta casos de disentería y señalo la semejanza de estos parasito con las amibas descubiertas por Lesh pero sus resultados fueron publicados en checo por lo cual se produjo una enorme confusión. Schaudinn identifico erróneamente las amibas patógenas con las caracterizadas por Lesh por lo que retraso el conocimiento de la amibiasis describiendo un supuesto ciclo de vida en las amibas patógenas totalmente ficticio, hasta que en 1909 Huber demostró que la amiba se propaga de un huésped a otro por medio de quistes.

La autoridad de Schaudinn era tal que varios investigadores confirmaron supuestamente la presencia del inexistente fenómeno de esporulación, no obstante, Craig bien conocido como gran autoridad de amibiasis quien en 1908 demostró mediante ilustraciones cuidadosas, la inexistente esporulación.

Walker y Sellards con la ayuda

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