Las raíces de la moralidad
Enviado por franciscoreyesv • 6 de Noviembre de 2015 • Apuntes • 1.474 Palabras (6 Páginas) • 81 Visitas
Las raíces de la moralidad
Caso Robin Hood.
Robin Hood es un arquetípico héroe del folklore inglés medieval. Su nombre significa “Robin la capucha” o “Robin de la Capucha”. Según cuenta la leyenda, él era un varón de gran corazón que vivía fuera de la ley escondido del Bosque de Sherwood y de Barnsdale cerca de la ciudad de Nottingham. Hábil arquero, defensor de los pobres y oprimidos, luchaba contra el Sheriff de Nottingham y el príncipe Juan Sin Tierra que utilizaban la fuerza pública para acaparar ilegítimamente las riquezas de los nobles que se le oponían. Frente a las condiciones sociales que debía enfrentar –tan propias del medioevo-, Robin Hood defendía y era el héroe (antihéroe) de los necesitados. Robin Hood robaba a los enriquecidos ilegítimamente y distribuía el botín entre los pobres y las víctimas.
La realidad es de por sí compleja. Son muchos los ámbitos, las circunstancias, las causas próximas, las remotas -y los efectos resultantes de ellas- que tienen injerencia y participan de una situación determinada. Lo mismo sucede con el actuar humano: cada acción realizada por el hombre conlleva una enmarañada red de aspectos que la explican, justifican y/o modifican. Y es la moralidad de cada situación la que se ve comprometida dependiendo del grado de bondad o maldad de dichos aspectos.
Por ello, no siempre es una tarea fácil la evaluación moral de una acción humana; todas estas aristas obstaculizan nuestro juicio y hacen que la calificación moral no sea un análisis instantáneo ni libre de dificultades, sino muchas veces engorroso y lleno de vallas por analizar y superar.
Peor aún es que en la realidad nos encontramos muchas veces con el dilema de que estas aristas que rodean la acción no siempre tienen una calificación moral similar; al contrario, muchas veces son opuestas: cierto aspecto del acto es calificable como bueno mientras que otro lo transforma en un movimiento malvado. Luego, las acciones humanas no se nos aparecen simple y llanamente como buenas o malas; se debe conocer, considerar y evaluar con propiedad las distintas aristas que acompañan y que –lo más importante- modifican su valor moral.
Por lo tanto, para lograr la adecuada calificación moral de una acción debemos tomar en cuenta las diferentes raíces de la moralidad que se encuentran presente en todo acto humano (es decir, en todo aquel realizado con conocimiento y libertad). Ellas constituyen los principios o “elementos de juicio que nos permiten discernir sobre la moralidad de un acto en concreto y precisar cuándo un acto es bueno o malo”[1].
Estos elementos necesarios para un válido y correcto juicio moral son tres:
- Objeto
- Intención
- Circunstancias
Para analizar cada uno de ellos utilizaremos como ejemplo la última frase que resume el actuar del personaje:
“Robin Hood robaba a los enriquecidos ilegítimamente y distribuía el botín entre los pobres y las víctimas”.
- Objeto: es el elemento “objetivo” dentro de las tres raíces. Es la acción en sí misma, es a lo que de suyo tiende una acción realizada. Es decir, es aquello que su mismo nombre designa –y significa-.
En el caso de Hood el objeto moral es robar (“Robin Hood robaba a…”). Es decir, cuando despojaba a los ricos se apoderaba de las riquezas que a ellos les pertenecía; es que cualquier robo consiste precisamente en la apropiación de lo ajeno, de aquello que no es propio sino del otro: eso y no otra cosa es lo que su mismo nombre designa.
- Intención: esta segunda raíz constituye el elemento “subjetivo” de la acción. Se refiere a lo que el agente -o sujeto que se mueve- pretende conseguir con dicha acción, a la intentio[2]. Explica cuál es el fin o intención que busca alcanzar con su movimiento.
En el caso del Príncipe de Sherwood, la intención que lo empujaba a actuar era la de ayudar a los pobres (“… distribuía el botín entre los pobres y las víctimas”). Con el robo Hood buscaba terminar con la miseria y las desventuras de los desvalidos habitantes del bosque.
- Circunstancias: son aquellos accidentes –o cualidades- que rodean toda acción humana. Si bien estos tienen injerencia al momento de calificar moralmente una acción, sin embargo, no son determinativas del valor moral de ella. Es decir, no son más que consideraciones anexas que de alguna manera modifican el valor moral del objeto realizado. ¿Por qué? Ellas pueden aumentar o disminuir la bondad o maldad de toda acción, hacerla más buena o más mala, pero no pueden cambiar la moralidad natural que posee el objeto moral realizado. Luego, las circunstancias cumplen con el papel de ser atenuantes o agravantes morales al momento de calificar la bondad o maldad de una acción.
Si bien son muchas las circunstancias, en el caso del ejemplo podemos nombrar una como la más significativa: “Robin Hood robaba a los enriquecidos ilegítimamente y distribuía el botín entre los pobres y las víctimas”. Los hombres ricos cobraban injustos e inhumanos impuestos a los habitantes de Sherwood, los que se hundían aún más en su pobreza por culpa de estos injustificados gravámenes. Cabe señalar que era una costumbre muy arraigada en el ordenamiento social del medioevo que las castas nobles cobraran estos tributos a sus súbditos, y muchas eran las veces que caían también en brutales e inmorales enriquecimientos ilícitos.
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