Las teorías económicas y su relación con las instituciones penitenciarias

Las teorías económicas y su relación con las instituciones penitenciarias.

Introducción

La teorización de la economía es una de las más amplias, complejas y variadas en el campo de las ciencias sociales, y muchas de ellas siguen vigentes en nuestros días. Desde el siglo XVIII hasta ahora, diversos autores se han encargado de realizar investigaciones y hacer estudios con el fin de comprender al humano como un ser que se relaciona no solo de manera política o social, sino económicamente.

Desde las fuerzas más abstractas hasta las más simples y tangibles, la economía posee entre su vasta literatura muchas teorías que permiten analizar las dinámicas que el mismo ser humano ha tenido que desarrollar para vivir en un sistema relativamente funcional y en armonía, agregando a este ganancias y posiciones de poder en relaciones jerárquicas que muchas veces desembocan en opresión o interdependencia.

A continuación se presenta un pasaje de la historia económica comenzando por las primeras etapas de la economía que fueron el mercantilismo que abarca del siglo XV al XVII, pasando después a la era de los fisiócratas donde los primeros autores de  la escuela clásica desarrollaron sus grandes teorías; los demás teóricos clásicos y neoclásicos de los cuales destacan, autores como Marx y su teoría marxista y su crítica al capital, Adam Smith y su famosa teoría de la mano invisible y el laissez faire también conocido como libre mercado y la libre competencia, Keynes y la estabilidad económica basada en el pleno empleo, David Ricardo, Malthus; y finalizando con una corriente económica alterna a las demás donde el factor principal aunado a la economía es la del género, es decir, una economía desde la perspectiva y sus implicaciones sociales y políticas en un sistema  capitalista, desigual y patriarcal.

Al concluir, se reflejarán algunos de estos conceptos o teorías en las instituciones y los sistemas penitenciarios, ya que estos surgen de manera simultánea al nacimiento del capitalismo y las nuevas formas de producción en las que tanto el Estado y las entidades privadas intervienen para un mejor funcionamiento de todo el sistema. Los factores económicos, sociales y políticos son los que sientan las bases de un nuevo sistema penal donde aquellos quiénes eran considerados seres despreciables y merecedores de penas corporales y torturas mortales, representan en sí mismos un elemento más en el sistema económico.

Las bases y teorías económicas están comprendidas y fundamentadas por una gran cantidad de autores y escuelas, es por esto que, para poder comprender de mejor manera el panorama actual de las actividades económicas y sus repercusiones en el aspecto social y político es necesario conocer cada una de ellas.

La doctrina clásica se ha identificado frecuentemente  con el liberalismo económico, por cuanto los elementos esenciales de dicha escuela son la libertad personal, la propiedad privada, la iniciativa personal y el control individual de la Empresa.

En primer lugar, el estudio del desarrollo del pensamiento económico se encuentra el mercantilismo; este es derivado de la expansión militar y el incipiente desarrollo manufacturero, como complemento de la producción clásica de la agricultura, que generó un incremento notablemente del comercio internacional.surgió en un contexto donde no existía una economía monetaria y el valor residía normalmente en la acumulación de metales preciosos como el oro y la plata. Como consecuencia de lo anterior emergieron, de manera natural, tres cuestiones fundamentales que generaba esta lucrativa actividad comercial: el monopolio de exportación, el problema de los cambios y su derivación y la balanza comercial.

Este pensamiento buscaba mminimizar las exportaciones de oro y plata, dado que éstos, en cuanto a medio de intercambio como dinero mercancía, representaba en definitiva la acumulación de riqueza (expresión tangible de los beneficios de la actividad exportadora); se minimizaba la importación de bienes, salvo aquellos que participase en la elaboración de bienes exportables, obstaculizando el ingreso de aquellos que compitan con aquellos producidos internamente, y en caso de que fuera necesario importar, se hacía a cambio de bienes internos y no de equivalente en oro. Existía la utilización preferente de insumos nacionales en productos exportables, ya que el valor agregado quedaba en el país.

Años más tarde surgiría lo que se conoció como la escuela fisiócrata, quienes sostienen que el principal derecho natural del hombre es disfrutar el resultado de su trabajo, siempre y cuando este armonice con los derechos de los demás. Los fisiócratas consideraban que el gobierno no debía interferir en los asuntos económicos más allá de la protección a la vida, la propiedad y el mantenimiento de la libertad de contradicción. Este sería el principal precedente del neoliberalismo o laissez faire, gracias a la contribución del francés Vincent de Fournay quién acuñó la frase de “laissez faire, laissez passer” (dejar hacer, dejar pasar), principio elemental del libre mercado actual.

Para los fisiócratas, la agricultura era el único sector genuinamente productivo de la economía capaz de generar el excedente del cual dependía todo lo demás. Lo anterior incrementaría la proporción perteneciente a los terratenientes, el excedente se destinaría posteriormente a elaborar y consumir productos manufacturados con lo cual aumentaba la demanda y la riqueza de la nación.

Para esta Escuela la riqueza de una nación procedía de la capacidad de producción, y no de la cantidad de oro y plata que poseyeren, por lo cual centraran en el estudio no en el dinero, sino en las fuerzas reales que permiten el desarrollo económico.

La doctrina clásica se ha identificado frecuentemente  con el liberalismo económico, por cuanto los elementos esenciales de dicha escuela son la libertad personal, la propiedad privada, la iniciativa personal y el control individual de la Empresa. Dicha doctrina comprende el período de entre 1776, año en que se publica la Riqueza de las Naciones, de Adam Smith, y 1871, cuando aparecen las obras claves de los marginalistas.

Los rasgos fundamentales del Pensamiento Clásico son: la norma básica fue el laissez faire: el mejor gobierno es el que interviene menos. El mercado libre y competitivo determina la producción, los precios y la distribución de la renta.

A excepción de David Ricardo, destacan lo existencia de una armonía de intereses, cada individuo, al tratar de alcanzar los propios, servía a los intereses superiores de la sociedad. Se defendía a los hombres de negocios, pues eran los que realizaban la acumulación de capital, factor indispensable para la inversión y el crecimiento económico; confiaban en la competencia, como mecanismo regulador de la economía; defendían la primacía del sector privado sobre el sector público, el que se traducía en despilfarro y corrupción.

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