Ley de prohibición de uso y venta de bolsas de plástico

Contenido

INTRODUCCIÓN        3

¿HACIA UN HORIZONTE LIBRE DE PLÁSTICO?        4

CONCLUSIÓN        7

BIBLIOGRAFÍA        8

INTRODUCCIÓN

El aumento de los incendios en múltiples regiones del mundo, la devastación de bosques y campos, la desaparición de flora y fauna a lo largo y ancho de los continentes, el derretimiento de los polos, y la escasez de agua potable, entre muchos otros factores, nos están avisando algo: el planeta no es eterno, o al menos no lo son las características que nos permiten la vida en él.

Los humanos, hemos vivido como si la tierra no fuera a acabar jamás, hemos producido y destruimos sin cesar, transformado nuestro modo de vivir en un costoso esfuerzo para el planeta. El sistema capitalista, nos ha enseñado a producir más de lo que necesitamos, y a descartar lo más rápido posible. La obsolescencia programada nos mostró posibilidades infinitas de descarte en una cultura donde consumir mucho, cambiar rápido y desechar todo es un sinónimo de prosperidad.  

Entre este frenesí de consumo, el plástico ha sido uno de los elementos icónicos debido tanto a su maleabilidad para crear casi lo que sea, como su temporalidad para que deje de ser socialmente útil. Sin embargo, el fin de su uso no coincide con el fin de su vida…

Actualmente, existen estudios que establecen que el plástico tarda aproximadamente 150 años en descomponerse, sin embargo, producimos el equivalente 800 Torres Eiffel en un año. Lo que consumimos con este material, pierde utilidad de manera inmediata, sin embargo sigue habitando mares, océanos, bosques, desiertos y hasta nuestro aire por décadas.

Entre los elementos de mayor demanda pero menos uso, se encuentra las bolsas plásticas. Las mismas tienen una utilidad ínfima, debido a que gran parte de su producción es utilizada solo una vez. Su fragilidad las hace un elemento de fácil descarte, pero de uso sumamente generalizado.

Frente a este panorama, múltiples países comenzaron a adoptar una mirada crítica frente a su uso, y han avanzado en materia de derecho para desarrollar mecanismos de regulación, o inclusive prohibición de las mismas. México no es la excepción,  por lo tanto, en este ensayo argumentativo, analizaremos la creación de la ley que prohíbe el uso/venta de bolsas de plástico vigente en la Ciudad de México a partir de los primeros días del 2020.

Para este análisis, nos remitiremos a fuentes oficiales, brindadas por el poder Deliberativo, representado por la Cámara de Diputados de México. Al mismo tiempo, complementaremos nuestro análisis basándonos en encuestas, estadísticas y cifras que permitan clarificar el escenario frente a esta problemática. Finalmente, nos refugiaremos en el estudio de documentos investigativos y artículos periodísticos de estudiosos sobre el tema con el fin de arrojar conclusiones reveladoras sobre esta temática que afecta de manera directa la sustentabilidad del planeta.

¿HACIA UN HORIZONTE LIBRE DE PLÁSTICO?

A partir del 1 de enero de 2020, la Ciudad de México implementó por primera vez la Ley de Residuos Sólidos. La misma, tiene como principal objetivo generar una reducción del consumo de plásticos de un solo uso. Esta ley, establece entre sus líneas, la prohibición a consumidores de servicios o bienes (tanto en venta, distribución y entrega) de bolsas de plástico.

De esta manera, el artículo 25 establece que queda prohibida:

“La comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor, en los puntos de venta de bienes o productos, excepto si son compostables. Se excluyen, las bolsas de plástico necesarias por razones de higiene o que prevengan el desperdicio de alimentos siempre y cuando no existan alternativas compostables.”

Así, la ciudad de México se une legislativamente a un conjunto de países que optan por el respeto al planeta y el cuidado de nuestro entorno.[pic 2]

Vale destacar que su regulación aún dista ser absoluta en todos los rincones de la ciudad, sin embargo, el horizonte es favorable si consideramos que actualmente se producen 300 millones de toneladas de basura plástica; La misma no tiene únicamente consecuencias a largo plazo, por el contrario, perjudica nuestra vida de manera inmediata, como por ejemplo generando obstrucciones en cloacas, o recorridos fluviales, lo que desemboca en grandes inundaciones en puntos urbanos.

Por otro lado, la acumulación de basura aporta en gran medida a la circulación de enfermedades que aparecen por las grandes concentraciones de bacterias y animales frente a espacios de descomposición. Por otro lado, pone en peligro el entorno de animales domésticos y endémicos, que comienzan a convivir con estos residuos en sus entornos naturales. [pic 3]

Según establece Emilio Cuevas, Director de la Organización Meteorológica mundial

“Las consecuencias del cambio climático ya están con nosotros, y de manera claramente perceptible para la población desde principios de esta década de 2010. El cambio climático está teniendo lugar en estos momentos y cada vez se mostrará con mayor intensidad. Si no se actúa pronto, sus efectos serán más intensos”

Por estas razones, diferentes Estados como Baja California, Colima, Durango, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Veracruz, Zacatecas y ahora La Ciudad de México deciden poner fin al libre uso de plástico de una sola utilización. De esta manera, podemos visibilizar el interés ecológico y ambiental que muestran los gobiernos de México.

Por otro lado, al igual que el país Azteca, se presentan múltiples casos que permiten visibilizar los avances mundiales en términos de derecho comparado. Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Francia, Irlanda, Australia, entre otros, optaron por el fin del uso de pasticos de una sola utilidad. Los gobiernos están despertando y ya no es opción ignorar las responsabilidades que tienen los Estados.

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