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Enviado por   •  20 de Abril de 2015  •  507 Palabras (3 Páginas)  •  164 Visitas

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Mi memoria, señor,

Es un vaciadero de basuras.

J.L. Borges

Resumen

El objetivo de este trabajo es, por un lado

considerar —a través de un caso clínico— la

necesidad de detectar y cualificar detalladamente

los afectos y sus relaciones con las dimensiones

temporales en los procesos analíticos. Por otro

lado, me interesa poner de relieve la distinción

entre la memoria del rencor y la memoria del dolor.

Su discriminación resulta extremadamente fecunda,

porque el sujeto que permanece atascado en la

memoria del rencor no puede, a su pesar, procesar

un duelo normal; se halla imposibilitado de quebrar

la sentencia de un destino inmutable de sufrimientos;

presenta una severa dificultad de acceder a una

diferente dimensión temporal, espacial y afectiva que

le permita liberarse de la compulsión a la repetición.

La palabra resentimiento se define como el

amargo y enraizado recuerdo de una injuria

particular, de la cual desea uno satisfacerse.

Su sinónimo es rencor. Rencor proviene del latín,

rancor (queja, querella, demanda). De la misma

raíz latina deriva rancidus (rencoroso), y de ella,

las palabras rancio y rengo.

El resentimiento es la resultante de humillaciones

múltiples, ante las cuales las rebeliones sofocadas

acumulan sus «ajustes de cuentas», tras la esperanza

de precipitarse finalmente en actos de venganza.

A partir del resentimiento surge la venganza,

mediante una acción reiterada, torturante,

compulsivamente repetitiva en la fantasía y/o en su

pasaje al acto. Surge como un intento de anular los

agravios y capitalizar al mismo tiempo esa situación

para alimentar una posición característica: la

condición de víctima privilegiada. Desde este lugar

adquiere derechos de represalia, desquite y revancha

contra quienes han perturbado la ilusión de la

perfección infantil. Estos derechos los ejerce a

través de conductas sádicas por las heridas

narcisistas y por los daños traumáticos externos que

pasivamente ha experimentado. Es en la venganza

donde se revierte la relación: el sujeto resentido, en

su intercambiabilidad de roles, pasa de ser un objeto

anterior humillado, a ser un sujeto ahora torturador.

El sujeto torturador anterior se convierte durante la

venganza en un objeto actual humillado deudor,

manteniendo la misma situación de inmovilización

dual sometedor/sometido, con apariencia de movilidad.

Es mediante el resentimiento que el sujeto

bloquea su afectividad, anulando también la

percepción subjetiva del paso del tiempo y de

la discriminación

...

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