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Dominan cultivo de quilete

Aunque la dieta moderna los ha desplazado, entre los deliciosos y sanos platillos que muchas abuelas todavía preparan se encuentran aquellos cuyo ingrediente esencial es el quilete —también conocido como macuy o hierbamora—, una planta silvestre que empieza a ser cultivada para su comercialización.

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Miriam Tala, ama de casa de Chimaltenango, indicó que esta planta la cocina de diversas formas, pero le gusta prepararla más con sopa de fideos. “Aprendí la fórmula de mi mamá, pues es una forma de quitarle el sabor amargo que tiene”, resaltó.

Rosalina Barrios, vecina del mismo lugar, dijo que lo prefiere con tomate, cebolla y consomé de pollo. “Hay dos variedades de quilete. El de hojas pequeñas, que es amargo, y el de hojas grandes, que es más suave. Lo mejor es cocinarlo con varios ingredientes”, aconsejó.

Elma Hurtarte, otra pobladora, confió que acostumbra cocinarlo envuelto o revuelto con huevo. “Es muy sabroso de esta forma, en especial si se le agrega una pizca de limón”, refirió.

Nutricional

La nutricionista Iris Rodríguez, del Hospital Nacional de Chimaltenango, recomendó el quilete como una fuente rica en hierro, pero para aprovecharlo mejor recomendó agregarle ácido ascórbico —vitamina C—, que se encuentra en el tomate y los cítricos.

Agregó que es necesario enfatizar que ese alimento es muy sano para la salud, pero en casos de anemia u otras patologías las personas deben apoyarse con otras vitaminas.

Señaló que el plato ideal de quilete podría ser aquel que incluye huevos, tomate y limón. “Es una forma de enriquecerlo nutricionalmente”, indicó.

El cocimiento de la hierba no debe ser prolongada, hay que darle un hervor corto para que no se oxide y pierda sus nutrientes, añadió Rodríguez.

Sin registros

Se conoce que el quilete ha sido desde hace mucho tiempo parte de la dieta de muchos guatemaltecos, en especial del área rural. Pero Wérner Marroquín, delegado del Ministerio de Agricultura, aclaró: “No tenemos bases de datos sobre este cultivo”.

Sin embargo, reconoció que hay campesinos que incursionan en el cultivo controlado de esta planta, como lo es un programa de Huertos Escolares, en San Juan Comalapa, y el del agricultor Isidro Guamuch, en El Tejar.

“El reto inicial fue cómo cuidarlo. Solo utilizo abono orgánico, riego la siembra todos los días y fumigo una vez por cosecha”, expuso Guamuch.

Aunque su cultivo todavía es experimental, detalló que siembra la semilla y la trasplanta a los 40 días, y luego espera otros 40 para la primera siega. Después se cosecha cada 30 días. “Vendo a Q1.25 el manojo, en el mercado local”, contó.

Marroquín afirmó que el cultivo

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