MEDIDAS SENCILLAS PUEDEN TOMARSE PARA PROTEGERSE DEL SOL

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La sombra, las gafas de sol, las prendas de vestir y los sombreros de ala ancha son la mejor protección. Además es importante evitar las horas solares más fuertes y saber si el índice UV es mayor a 3. A su vez, es necesario aplicarse un filtro solar de 30 UV en las partes del cuerpo que quedan al descubierto, como el rostro y las manos. También se debe evitar el uso de lámparas y cámaras bronceadoras que aumentan el riesgo de cáncer en la piel. Y por supuesto se debe proteger de estos rayos a las personas más vulnerables como los niños.

¿CÓMO ME PROTEJO DE LOS RAYOS UV?

La mayoría de los tipos de cáncer de piel son causados por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV). Algunas proceden de fuentes artificiales, como las camas bronceadoras y las lámparas solares. Los principales tipos de rayos UV incluyen los rayos UVA y los rayos UVB que tienen más energía y son una causa más potente.

¿QUÉ AFECTA LA EXPOSICIÓN A LOS RAYOS UV?

La potencia de los rayos UV solares que llegan al suelo dependen de varios factores:

• Hora del día: los rayos UV son más intensos durante las horas del mediodía.
• Temporada del año: Los rayos UV son más potentes durante la primavera y el verano.
• Latitud: la exposición disminuye a medida que se aleja de la línea ecuatorial.
• Altitud: más rayos UV llegan al suelo en elevaciones más altas.
• Formación nubosa: Los rayos UV pueden llegar al suelo, incluso en un día nublado.
• Reflejo de las superficies: Pueden rebotar en el agua, la arena, la nieve o pavimento,

ÍNDICE DE UV. 

El Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han desarrollado el índice de UV, que le da una idea de lo potente que es la luz UV. En una escala del 1 al 11+. Un mayor número significa un riesgo más alto, una mayor probabilidad de quemadura solar, que podría conducir a cáncer de piel. El índice de UV también es parte de los pronósticos meteorológicos.

OTROS FACTORES QUE AFECTAN LA EXPOSICIÓN A UV

La potencia y la cantidad de exposición a los rayos UV que se recibe, depende del tiempo y de la protección que tiene su piel al estar expuesta, A su vez el patrón de exposición pueden afectar este riesgo. Por ejemplo, las quemaduras frecuentes sufridas en la niñez. También es importante entender que algunos son más propensos a sufrir daño en la piel.

PROTÉJASE DEL SOL:

Algunas personas piensan en la protección solar cuando pasan un día largo en la playa. Sin embargo, la exposición se acumula día a día, y ocurre cada vez que se está bajo el sol. Aun cuando la luz solar es la fuente principal de los rayos UV, no se debe evitar completamente. Por lo que existen algunas medidas que se deben tomar al estar al aire libre, que se pueden resumir en una sola frase. “¡Póngase, úntese, colóquese y use!”.

MEDIDAS SENCILLAS DE PROTECCIÓN:

1. Busque la sombra.- Una manera de limitar la exposición a la luz ultravioleta, es evitar estar afuera bajo la luz solar directa por un período prolongado. Esto resulta particularmente importante entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m.

Los cristales típicos de las ventanas, de los automóviles, las casas y las oficinas bloquean la mayor cantidad de rayos UVB, en cambio los cristales polarizados ayudan a bloquear más rayos UVA, aunque depende del tipo de tinte usado en el cristal.

1. Proteja su piel con ropa.- Cuando se encuentre al aire libre, use ropa que cubra su piel.  Por ejemplo, las camisas, los pantalones y faldas largas ofrecen mayor protección contra los rayos UV. A su vez los colores oscuros y telas secas con tejidos tupidos proveen mayor seguridad.

Muchas compañías actualmente hacen prendas de vestir ligeras y cómodas, que protegen contra la exposición a los rayos UV. Estas telas son de un tejido más estrecho, y algunas cuentan con un recubrimiento especial. Esta ropa puede tener una etiqueta que indica el valor del factor de protección (UPF), en una escala del 15 al 50+. Además algunos productos como los detergentes aumentan el valor UPF de la ropa y añaden una capa de protección UV sin que se altere su color o textura.

1. Úntese bloqueador solar.- Un bloqueador solar es un producto que se aplica a la piel para ofrecer protección contra los rayos UV. Sin embargo, un bloqueador no debe usarse, ni ser considerado como la primera línea de defensa. Considere el protector solar como parte de su plan de protección del cáncer de piel.  

Los bloqueadores solares están disponibles en muchas formas (lociones, cremas, geles, aerosoles, toallitas y bálsamos labiales). A su vez algunos productos cosméticos, como las cremas humectantes, los lápices labiales y las bases de maquillaje, son considerados productos de protección solar si contienen un bloqueador.

1. Lea las etiquetas.- Cuando seleccione un bloqueador solar, asegúrese de leer la etiqueta. Se recomienda el uso de productos con protección contra los rayos UVA y UVB, con un factor de protección solar (SPF) con valor de 30 o superior.

1. Factor de protección solar (SPF).- El número del factor de protección solar es el nivel de protección que el bloqueador solar provee contra los rayos UVB, los cuales son la causa principal de quemaduras solares. Un mayor número de SPF significa más protección contra los rayos UVB.

Por ejemplo, cuando se aplica correctamente un bloqueador con SPF de 30, se obtiene el equivalente de un minuto de rayos UVB por cada 30 minutos que pasa bajo el sol. Es por eso que en los Estados Unidos, los bloqueadores solares con un SPF menor de 15, tienen que incluir una advertencia en la etiqueta indicando que el producto solo ayuda a prevenir quemaduras solares, no cáncer de piel ni envejecimiento prematuro de la piel.

1. Protector solar de amplio espectro.- Los productos con bloqueador solar solo pueden llevar en la etiqueta “broad-spectrum” si se les ha hecho pruebas y demuestran que protegen contra los rayos UVA y los rayos UVB. Algunos de los ingredientes en los bloqueados que protegen contra los rayos UVA incluyen avobenzona (Parsol 1789), óxido de zinc y dióxido de titanio.

1. Protector solar resistente al agua.- Los bloqueadores pueden afirmar que son “resistentes al agua”, pero tienen que indicar si protegen la piel durante 40 o 80 minutos de estar nadando o sudando.

1. Fechas de vencimiento. Verifique la fecha de vencimiento del bloqueador. La mayoría de los productos tienen una vigencia de por lo menos 2 a 3 años. Los protectores que han sido expuestos a calor por mucho tiempo podrían ser menos eficaces.

1. Asegúrese de aplicarse el bloqueador correctamente.- Siempre siga las instrucciones que aparecen en la etiqueta. La mayoría de los expertos recomiendan aplicar alrededor de 30 gramos o aproximadamente la medida de un vaso pequeño o lo suficiente para llenar la palma de la mano, para cubrir los brazos, las piernas, orejas, el cuello. la cara y cualquier otra área del cuerpo que no esté cubierta por la ropa. Y no hay que olvidar los labios; ya que existen bálsamos labiales con protección solar

Los bloqueadores solares deben replicarse al menos cada dos horas para mantener la protección. Los bloqueadores solares pueden perder eficacia al sudar o nadar. Utilizar un protector solar con un SPF muy alto, no significa que puede permanecer al sol más tiempo, usar menos protector solar o aplicarlo con menos frecuencia. 

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