Mas Alla De La Libertad Y La Dignidad

1.- Una tecnología de la conducta

Para intentar resolver los problemas que afectan a nuestro mundo actual buscamos hacerlo de lo que podemos hacer mejor, buscamos que nos de seguridad y nuestra seguridad es la ciencia y la tecnología. Pero muchas veces la misma tecnología hace que las cosas empeoren, como ha dicho Darlington:

"cada nueva fuente de poder para el hombre de hoy, disminuye las perspectivas del hombre del futuro. Todo su progreso, sólo ha sido posible precisamente a costa del daño causado al medio ambiente, un daño que ahora ya resulta irreparable y que no se previó cuando todavía era tiempo".

Al hombre le queda como responsabilidad reparar todo ese daño, pues de lo contrario todo estará perdido, y esto solo podrá hacerlo reconociendo y encarando al mismo problema. Por más que los avances científicos y tecnológicos continúen, el problema no se resolverá, pues debemos hacer grandes cambios en cuanto a la conducta humana se refiera.

No bastan los avances tanto en la física o en la biología, pues tales ciencias nunca se han interesado por resolver los problemas de la conducta, es decir que donde comienza la conducta humana allí termina la tecnología. Lo que necesitamos en una tecnología de la conducta, aunque ciertamente no hay una tecnología conductual comparable con la tecnología física o biológica existente, pues la conducta humana es un terreno especialmente difícil.

2.- Libertad

La mayoría de los organismos vivos intentan liberarse de una u otra forma de lo que les pueda dañar, un tipo de libertad se obtienen de manera simple de conducta, llamado reflejo.

Un papel mucho más importante lo juega la conducta al debilitar estímulos amenazadores con otros procedimientos. Esto no se consigue en forma de reflejos condicionados, sino como producto de un proceso diferente llamado condicionamiento operante. Cuando a un elemento concreto de conducta le sigue determinada consecuencia, es más probable que ocurra de nuevo, y una consecuencia que tiene el efecto de renovar esa conducta de que hablamos, se denomina un reforzador. A algunos estímulos se les llama reforzadores negativos. Y cualquier respuesta que reduzca la intensidad de tal estímulo o que lo anule es muy probable que sea emitida al reaparecer el estímulo en cuestión.

Los reforzadores negativos también son denominados "aversivos", en el sentido de que son realidades de las que los organismos "huyen".

La lucha del hombre por la libertad no se debe principalmente al deseo de ser libre, si no a ciertos procesos conductuales que tienen la intención de rechazar o de huir de todo aquello que represente un daño o riesgo al ser, lo que se podría denominar como estímulos aversivos del medio ambiente. Lo importante no seria liberar al hombre de todo control, sino más bien analizar y modificar el tipo de control al que los hombres quedan expuestos.

3.- Dignidad

La dignidad es el proceso por el cual se les da crédito a las personas por sus acciones.

El problema de la libertad fue suscitado por las consecuencias aversivas de la conducta, pero la dignidad se refiere al refuerzo positivo, es decir la alabanza se considera un reforzador positivo de la conducta, pues con frecuencia las personas buscan hacer algo por lo que se las ha reconocido o alabado.

No desperdiciamos los elogios en nuestros reflejos, pues sabemos que difícilmente estos serán reforzados, ni tampoco alabamos o elogiamos a lo que se ha producido accidentalmente y así mismo no proporcionamos un castigo cuando sabemos que este no va a producir algún efecto.

Hacemos uso de los premios o castigos solamente cuando los consideramos justos o injustos. La que pudiéramos llamar lucha por la dignidad tiene muchos aspectos comunes con la lucha por la libertad. La supresión de un reforzador positivo es aversiva, y cuando a las personas se las priva del elogio o la admiración, o de la ocasión de ser admiradas o alabadas, responden de forma apropiada. Huyen de cuantos les privan de esta posibilidad, o les atacan para lograr debilitar su efectividad. Y ambas, la libertad y la dignidad, entran en juego cuando se considera lo apropiado o no de un castigo.

4.- Castigo

La libertad suele a veces definirse como la falta de limitaciones o impedimentos, las limitaciones obvias y parasen tener importancia al tratar de definir la libertad, pero el control de la conducta, al que aquí nos referimos, es algo muy diferente: la limitación impuesta por contingencias de refuerzo.

El castigo es algo muy natural, y mediante las experiencias uno aprende a no cometer de nuevo los mismos errores. Las personas han construido un mundo más cómodo y menos peligroso a partir, principalmente, de este hecho: evitar las formas diversas de castigo natural.

El castigo tiene la finalidad de que las personas no actúen de determinada forma, es decir tiene la finalidad de desaparecer las conductas torpes, peligrosas o indeseables de cualquier forma, y así la persona que haya sido castigada ya no vuelva a repetir la conducta.

El castigo se puede evitar, evitando el ambiente que orilla a la conducta castigada,

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