Maternidad Subrogada En Colombia
Enviado por • 26 de Junio de 2015 • 24.027 Palabras (97 Páginas) • 791 Visitas
INTRODUCCIÓN
En el transcurrir de la vida del ser humano, se encuentran traumas psicológicos, que pueden causar problemas de infertilidad y esterilidad, que no le permiten procrear o engendrar de una manera natural, por lo que tiene que recurrir a diferentes técnicas para poder hacerlo, y así cumplir con una de sus metas u objeticos, cual es ser padre o madre.Es por ello, que cada vez se interesa más el hombre, por las diversas técnicas que existen o que usa la ciencia, para suplir esas falencia en el ser humano para reproducir, y cómo se van adaptando a la normatividad jurídica, para que haya una concordancia entre ambas, y no caer en vacíos normativos que conllevarían grandes dificultades en el campo legal.
No es un problema nuevo, que se llega a encontrar, inclusive, en relatos bíblicos, lo que indica que vienen desde casi del inicio de la humanidad, y es algo, que no distingue raza, estrato social y, mucho menos, género. Cada día, se viene conociendo más sobre el tema de la infertilidad y esterilidad en la pareja, debido, entre otras causas, a la caída de mitos y tabúes, que no permitían a una pareja hablar en público sobre el tema, sobre todo en el hombre, por su excesivo machismo y miedo a ser tachado por la sociedad.
Es que, la actividad reproductiva del hombre siempre ha sido un tema preocupante desde el punto de vista en el que se aborde. Esta preocupación se acrecienta cuando el problema es de infertilidad y esterilidad, lo cual se traduce en traumas sicológicos para la pareja, y mucho más para la persona que la padece, acrecentando la problemática cuando es en el hombre, por la posición machista que ejerce dentro de la sociedad.
Se tiene que, las técnicas de reproducción humana asistida (inseminación artificial, fecundación in vitro, alquiler de vientres, etc), han logrado implementar una solución a la infertilidad, pero habría que preguntarse a qué costo. A la par de esas técnicas, también hace su aparición la donación de óvulos y de esperma, pero no con una función humanitaria, sino más bien económica. Los índices de pobreza, el desempleo, entre otros factores, traen como consecuencia el inicio y el auge de una nueva forma de negocio, apareciendo, entonces, una nueva forma de ganar dinero.
Sin embargo, los avances tecnológicos hacen que ya no sólo sea un problema local, sino globalizado, que intenta ser resuelto en todas partes, pero en especial en países que cuentan con ciencia y tecnología avanzada, que permiten a las parejas contar con una solución a la vista, en algunos casos costosa, pero que le resuelven ese punto tan sensible en su vida. Ahora, a su lado debe correr una normatividad legal, que le permita avanzar con pasos certeros y precisos, y que se adecúen a esa problemática, objetivo que muchas no se logra, por lo que encontramos que las normas legales no se armonizan con la velocidad a que avanza la tecnología en materia de técnicas de reproducción humana asistida.
Así, el alquiler de vientre, o maternidad subrogada, es practicado en forma legal en pocos países del mundo. Estados Unidos es uno de los países que permite la práctica del alquiler de vientres. Sin embargo, las leyes varían según cada Estado, con algunos que prohíben la práctica por completo, por ejemplo, en Washington D.C, este tipo de contratos acarrea, sanciones penales, y otros que la permiten con restricciones, es el caso del Estado de California el pionero en su práctica. En el 2004 se publica en Italia la Ley 40-2004, “Norma en Materia de Reproducción Medicamente Asistida”, la misma que permite la aplicación de la técnica como último recurso en el caso que no existan otros métodos terapéuticos eficaces para eliminar las causas de infertilidad o esterilidad. Suecia ha sido el primer país occidental que ha regulado el tema de la fecundación humana asistida. En 1984 publicó la Ley 1140, sobre inseminación artificial.
Por ello, tenemos noticias como la de la actriz barranquillera Sofía Vergara, quien decidió acudir al alquiler de vientre para procrear su segundo hijo. Dice la nota periodística de El Espectador (19/03/2013) que “ha confirmado su deseo de darle un hermano a Manolo a través de un vientre de alquiler… lleva varias semanas sometida a una estricta dieta para generar los mejores óvulos que su cuerpo pueda producir” (párr. 1).
Entonces, desde el nacimiento de Louise Brown en 1978, el primer bebé concebido en el mundo por fertilización in vitro (FIV), las técnicas de reproducción asistida (TRA) han transformado el tratamiento de la infertilidad. En 1983 se producen los primeros embarazos procedentes de ovocitos donados.En 1992, se da lugar a una verdadera revolución en el campo de la medicina reproductiva con la introducción de la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).
En el año 2006 se presentó un caso en el Valle, en el cual una mujer que había celebrado un “contrato” con un extranjero, para alquilar su vientre, finalmente a través de una acción de tutela logró recuperar provisionalmente a los hijos gemelos que habían nacido fruto de la inseminación a que fue sometida con el esperma del extranjero.
El uso de las técnicas de reproducción humana asistida, del alquiler de vientre, han generado un intenso debate ético, jurídico y social debido a las implicancias que estas técnicas tienen en ámbitos muy sensibles para la vida humana, tales como la salud reproductiva, la organización familiar, la paternidad y maternidad, la filiación, la intervención y manipulación en los inicios de la vida, etc.
El Observatorio de Bioética y Derecho en conjunto con la Universidad del Desarrollo, presenta un informe sobre Los Problemas Éticos y Jurídicos de la Reproducción Humana Asistida (2012), argumentando que
un campo enorme y complejo de conflictos, alimentado por las distintas creencias morales que conviven en las sociedades, por el debate racional que promueve la bioética y el bioderecho, y también por los patrones culturales o las visiones sociales divergentes respecto de la función de la maternidad, la paternidad, la familia y de la medicalización de los procesos naturales (p. 5).
Y es que, la implementación de las técnicas de reproducción humana asistida, se ha visto inmersa en una serie de conflictos fundamentados en creencias y patrones sociales, culturales y religiosos, que han impedido un debate serio y congruente con los avances tecnológicos relacionados al tema de la reproducción humana.
La ciencia y la tecnología avanzan a pasos agigantados, mientras, se observa que el derecho se mueve lentamente, quedando rezagado en tema de vital importancia para el desarrollo
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