Medicamentos
Enviado por dianamd93 • 26 de Abril de 2013 • 2.374 Palabras (10 Páginas) • 375 Visitas
OBTENER UN MEDICAMENTO REQUIERE DE LA PARTICIPACIÓN DE ESPECIALISTAS DE
DISTINTAS ÁREAS COMO LA QUÍMICA, LA BIOLOGÍA, LA MEDICINA, LAS MATEMÁTICAS
Y LA TOXICOLOGÍA, TODOS ELLOS ENCAMINADOS AL LOGRO DE UN SOLO OBJETIVO:
UN PRODUCTO SEGURO Y EFECTIVO.
LOS SERES HUMANOS contamos con mecanismos que nos protegen de los agentes patógenos (es
decir, de aquellos que dañan el organismo). Estos comprenden desde la piel, el vello, las lágrimas, la
saliva, las pestañas, y el sistema complejo de células hasta las moléculas que componen nuestro sistema
inmune. No obstante, a veces el agente agresor persiste, y nos enfermamos; requerimos entonces de
la ayuda de un medicamento. Siempre me ha asombrado la “inteligencia” de las medicinas, ¿cómo es
posible que sepan exactamente qué nos duele y qué camino deben seguir para llegar a ese sitio?
Para entender
Antes de entrar al mundo de los medicamentos, es necesario hablar de algunos conceptos relacionados
con las medicinas que a menudo usamos, aunque no siempre de la manera más correcta. Así, por ejemplo,
un fármaco es una sustancia natural o sintética que se identifica por sus propiedades físicas, químicas o
acciones biológicas y reúne las condiciones para ser empleada como medicamento o ingrediente de un
medicamento.
Un medicamento es una sustancia o mezcla de sustancias de origen natural o sintético con efecto
terapéutico: preventivo, de rehabilitación o diagnóstico. Se presenta en una forma farmacéutica y se
identifica por su actividad farmacológica y sus características físicas, químicas y biológicas.
La forma farmacéutica es la mezcla de uno o más fármacos con o sin aditivos, que presentan
características para su adecuada dosificación, conservación y administración. Es el producto, es decir,
lo que encontramos en las farmacias: tabletas, cápsulas, grageas, suspensiones, emulsiones, aerosoles,
inyectables, pomadas, supositorios, óvulos, etc. El fármaco en las formas farmacéuticas también se
denomina principio activo.
Los protagonistas
Si has escuchado que “lo que importa es el limón en la paleta, como el principio activo en el
medicamento”, debes saber que el principio activo es aquella sustancia responsable del efecto curativo
pues, dadas sus características físicas y químicas, es capaz de dañar al agente agresor, por ejemplo un
microorganismo. Sin embargo, al igual que en la paleta, los medicamentos requieren de otros ingredientes
para su buen funcionamiento. Imagínate una paleta de limón sin azúcar, incolora o, peor aún, que se
deshaga porque no tuvo un buen proceso de congelación. Lo mismo sucede con los medicamentos,
se deben incorporar otros componentes denominados excipientes, sin los cuales el principio activo no
tendría la misma eficacia. Existen varios tipos de excipientes; entre los principales están los llamados
aglutinantes, que permiten que las partículas estén juntas y en el momento de la fabricación éstas fluyan
al mismo tiempo y den por resultado un producto homogéneo; lubricantes, que se agregan para que en
la fabricación se reduzca la fricción entre partículas y se facilite la fluidez; diluyentes, que dan volumen,
lo que permite dosificar en forma adecuada el principio activo; desintegrantes, que se agregan para que
una pastilla, por ejemplo, no se deshaga antes de llegar al tracto digestivo; colorantes, que mejoran el
aspecto y permiten al usuario identificar fácilmente el medicamento y, por último, los saborizantes,
responsables de conferirles un sabor agradable. Por consiguiente, de la misma forma que en la paleta,
en los medicamentos no sólo importa el principio activo, sino el conjunto de ingredientes y el propio
proceso de fabricación.
El empaque
Los envases y cajas deben asegurar la conservación del medicamento. Todas las cajas y frascos que
contienen medicamentos están provistos de una sección que dice Fórmula, donde se presentan uno o
varios nombres “raros” que corresponden al o a los principios activos, y una frase que aparece en todos
los casos: excipiente c.b.p. (las siglas significan cuanto baste para). De tal manera que, por ejemplo, las
tabletas de Aspirina de Bayer de 500 mg se presentan así:
En este caso, el ácido acetilsalicílico es el principio activo, la tableta debe contener 500 mg de éste. En
un análisis previo de formulación se determina cuáles son los excipientes adecuados para ese principio
activo y esa forma farmacéutica (la tableta pesa alrededor de 600 mg; por lo tanto, 100 mg corresponden
a los excipientes que se indican con las siglas c.b.p. una tableta). Recuerda que los excipientes no son un
relleno, tienen funciones importantes para ayudar al principio activo.
Otros elementos importantes que se deben indicar son el lote y la fecha de caducidad. El primero se
refiere a la cantidad de un fármaco o medicamento que se produce en un ciclo de fabricación y cuya
característica esencial es su homogeneidad. Cuando se han detectado problemas en un medicamento, una
vez que ha sido distribuido y sacado a la venta, es fácil rastrearlo siguiendo su número de lote y así poder
retirarlo del mercado. La fecha de caducidad determina el periodo de vida útil del medicamento, es decir,
la duración de sus propiedades terapéuticas. Por eso, si se ingiere un medicamento que ha caducado,
pueden suceder tres cosas: que disminuya su actividad farmacológica y, por consiguiente, el efecto
terapéutico; que se formen sustancias tóxicas que al ingerirlas
causen daño o que el principio activo simplemente pierda toda
su actividad y, por lo tanto, administrarlo no sirva de mucho.
La ruta del medicamento
Un medicamento puede en trar por diversas vías al organismo.
Estas “puertas” se denominan vías de administración y pueden
ser oral, parenteral (o inyectable y que corresponde a las vías
intramuscular, intravenosa e intradérmica), tópica (en la piel),
rectal, vaginal, ótica (por el oído) u oftálmica (por los ojos).
Una vez que el medicamento entra al cuerpo inicia su proceso
de desintegración para que se pueda liberar el principio activo.
Posteriormente, sigue la etapa de disolución, en la que el
principio activo debe disolverse para estar disponible y, de esta
manera, pueda
...