Movimiento, Reposo, Rapidez

PEDAGOGIA

Texto: Nassif, R " DIALECTICA DE LA EDUCACION"

Dualidad de la educación como proceso dialéctico.

Las concepciones sobre la funcionalidad de la educación, tanto en la metodología clásica, como en la lectura ideológica, se asientan en dos funciones generales que aparecen como fundamentales. Tales funciones son las de conservación y de renovación de la vida sociocultural y del hombre, agente y paciente de esa vida.

La tendencia conservadora de la educación coincide con los intereses de quienes poseen, respaldan o entienden la autoridad pedagógica como una absoluta imposición. En consecuencia, una pedagogía de dominación buscará vigorizar esa tendencia. Una pedagogía liberadora, por el contrario, procurará alentar su fuerza renovadora. Sobre el particular no está demás recurrir a Paulo Freire: "educación es continuamente rehecha por la praxis. Para ser, debe llegar a ser. Por eso no es inviable que la educación, como una des la formas de desarrollo humano, engendre actitudes opuestas a la dominación. Es aquí donde se comprueba la doble dialéctica de la educación: las contradicciones internas del fenómeno educativo reflejan las contradicciones de la sociedad, y están condicionadas por las mismas; pero, al mismo tiempo, la educación puede llegar a constituir un medio para que el sujeto tome conciencia de la contradicciones de su entorno.

La función crítica de la educación

La función innovadora, transformadora y crítico- creativa es la segunda gran función general de la educación, en tanto proceso inherente a la vida humana. Por un lado, la función crítica supone o requiere la reproductividad, por otro, se convierte, a la vez, en un límite de la reproductividad.

La funcionalidad crítica de la educación no se da, de una sola vez y en las primeras instancias del proceso educativo. La reproductividad es el acto primero de toda educación, en lo individual porque su superación de las mimesis y las simples adaptaciones requiere una madurez progresiva en el sujeto. La función crítica de la educación no se agota tampoco en el mero análisis de la realidad personal y social, sino que se realiza niveles que van desde el conocimiento crítico, como el ejercicio del pensamiento crítico, a la con ciencia crítica y a la programación del futuro personal y social.

La funcionalidad critica no puede verse en un solo nivel o sector de la vida personal y socio-cultural, sino en varios niveles y sectores que entran en una dinámica interrelación. Los sectores no pueden ya ser solo los del conocimiento o los de la aprehensión de determinados contenidos culturales, también incluyen los referentes a la totalidad de la vida socio-histórica, en las dimensiones del pasado, el presente y el futuro.

La preocupación mayor de pedagogos y no pedagogos se ha volcado sobre los dos primeros niveles:

El pensamiento crítico: el pensamiento crítico es el modo de acceder a la verdadera conciencia crítica. A través de su desenvolvimiento se elabora la metodología sin la cual no sería factible alcanzar aquel tipo de conciencia. Lo que corresponde es considerar el pensamiento critico, creativo e independiente, como una base para la ubicación consciente del sujeto dentro de la totalidad de su situación histórico-social y de su misma vida personal.

La conciencia crítica: la conciencia es necesariamente crítica, no sólo como analizadora de la realidad, sino como fuente de juicios de valor, de estimaciones que superan el análisis intelectual y suscitan el compromiso con la realidad “de la cual se toma conciencia”.

El

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