NO EXISTE APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO SIN LA INCLUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EN LA PRAXIS PEDAGÓGICA

NO EXISTE APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO SIN LA INCLUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN EN LA PRAXIS PEDAGÓGICA.

Definiendo los Procesos Pedagógicos cómo "actividades que desarrolla el docente de manera intencional con el objeto de mediar en el aprendizaje significativo del estudiante" y la investigación como la actividad humana de búsqueda de conocimientos, vemos que las dos se aportan entre si constituyéndose una herramienta de acciones intersubjetivas y de saberes que acontecen entre los que participan en el proceso educativo , con la finalidad de construir conocimientos, clarificar valores y desarrollar competencias para la vida en común.

Cabe señalar que los procesos pedagógicos no son momentos, son procesos permanentes, como bien lo indica su nombre y se recurre a ellos en cualquier momento que sea necesario. Del mismo modo la investigación hace parte de la pedagogía en la medida en que participa en cada proceso, desde la motivación hasta la evaluación.

En el quehacer pedagógico diario incluso se desarrollan procesos pedagógicos investigativos con los estudiantes a cada instante. Muestra de ello es que el docente que imparte su educación con un modelo pedagógico que parte por ejemplo de los pre-saberes necesariamente observa, indaga y parte de un supuesto para desarrollar su clase. Ahora, el mismo esquema de clase que incluye momentos como la motivación, la recuperación de pre-saberes, el conflicto cognitivo y el mismo procesamiento de la información, exige del docente y del alumno una disposición inherente a la investigación. Ya hoy no se puede pretender enseñar simplemente trasfiriendo una cantidad inagotable de saberes sin hacer conciencia de los mismos, si realmente se desea un aprendizaje significativo.

En el momento de la motivación entendido como “el proceso permanente mediante el cual el docente crea las condiciones, despierta y mantiene el interés del estudiante por su aprendizaje”, la investigación aporta, en el estudio previo, que realiza el docente a sus estudiantes, y el uso de estrategias específicas de su interés.

Igualmente a la hora de la recuperación de los saberes previos, vistos estos como “aquellos conocimientos que el estudiante ya trae consigo, que se activan al comprender o aplicar un nuevo conocimiento con la finalidad de organizarlo y darle sentido, los cuales algunas veces suelen ser erróneos o parciales, pero que en últimas es lo que el estudiante utiliza para interpretar la realidad”, la investigación cobra importancia en el aula, porque es aquí donde inicia realmente el proceso pues el maestro parte de lo que sus alumnos tienen como conocimientos e intensifica sus saberes de forma correcta.

Durante el denominado conflicto cognitivo cualificado como “el desequilibrio de las estructuras mentales, que se produce cuando la persona se enfrenta con algo que no puede comprender

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