Naturaleza
Enviado por daniela.beltran • 4 de Mayo de 2015 • 613 Palabras (3 Páginas) • 141 Visitas
La Naturaleza es extraordinaria, no es una afirmación novedosa, tampoco es original. Ella ha construido helechos gigantes, y después los ha abandonado; si podemos hacer una similitud con Miguel Ángel que modeló a medias sus gigantes de mármol, y luego, los abandonó.
Después de la decadencia de los bosques carboníferos hubo unos 100 millones de anos de tranquilidad en la Tierra. En la zona polar actual, que entonces tenía un clima más templado, avanzaron los árboles hacia el sur en masas cerradas. Luego empezó en una región, en la que no era posible preverse nada, una invasión que podría compararse a la aparición de los godos, los árabes y los hunos en la historia de la humanidad, gozando, como ya se informó, de un clima más templado, avanzaron los árboles hacia el sur en masas cerradas. No llevaban palmas ni hojas, sino agujas. Eran las coníferas, las portadoras de piñas; una raza lúgubre, tranquila, fuerte, ruda. Representaban en la historia de las plantas a los legionarios romanos. Unos regimientos curtidos, aguerridos, pero muy uniformes, que avanzaron como zapadores sobre los páramos, los conquistaron en una lucha tenaz y crearon un extenso imperio, que, pobre en color y en aroma, se parece al imperio romano de la historia de la humanidad. Sus raíces rompieron las rocas y formaron el suelo, el suelo de un mundo nuevo en gestación, que lo mismo que el de los bizantinos y los árabes, que sucedió a los romanos, estaba orientado precisamente al revés, ligero y alado, lleno de aroma y color, poesía y música: el mundo florido de nuestros días. Debe hacer apenas 50 millones de años que aparecieron los primeros árboles de follaje moderno, de hoja caediza. Uno de los patriarcas vegetales fue el sicómoro. Luego aparecieron sauces, álamos, abedules, avellanos, robles y, por primera vez desde los tiempos primitivos, surgió el paisaje florido, que se extiende ante nuestros ojos cuando pronunciamos la palabra flora.
Hay toda una serie de inventos que caracterizan a las plantas modernas. La hoja dura y enrollada de las coníferas fue sustituida por la hoja desplegada de los árboles de follaje caedizo. Éstas producían una cantidad incomparablemente mayor de almidón, pero necesitaban más agua y, en consecuencia, mejoraron los tubos conductores, éstos, hicieron posible un metabolismo más elevado, con lo que la planta vive más intensamente y crece más de prisa. Se realizaron transacciones, que no eran posibles en absoluto; por ejemplo, la caída de las hojas. Gracias al desprendimiento de las hojas, pudieron predominar en las zonas frías, los árboles que ante prosperaban en las calientes. Los encuentran en este mantillo de la naturaleza el calor, la humedad y el alimento fácilmente digestible que necesitan.
Cuando las plantas vivaces de pequeño tamaño pierden sus hojas, apenas queda nada de ellas, ya que si formaran yemas se las comerían
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