Oganizacion
Enviado por santotiago • 23 de Mayo de 2012 • 439 Palabras (2 Páginas) • 347 Visitas
serpiente emplumada ( dios del viento y del aire)
TLALOC; dios de la lluvia.
El culto corría a cargo de una casta sacerdotal preparada en los calmecac, o escuelas de los templos donde estudiaban por lo común los hijos de los nobles. Lo normal es que los jóvenes abandonaran dicha la escuela al llegar a la edad militar y marchaban a cumplir sus destinos, pero quienes manifestaban vocación religiosa seguían allí, perfeccionándose en conocimientos calendáricos, escrituras sagradas, prácticas ascéticas y cántico y ritual.
Dentro del clero había una jerarquía compleja y dos pontífices máximos dedicados al servicio de HUITZILOPOCHTLI, y Tlaloc, estos aconsejaban a TLATOANI en cuestiones como la guerra o la política general, también había sacerdotisas y una especie de conventos de monjas (no podían casarse) pero las mujeres no podían pasar de la categoría de auxiliares de los hombres en las ceremonias.
Función sustancial de los sacerdotes era averiguar lo que iba a ocurrir, para lo cual recurrían a la manipulación de los calendarios, que manejaban con destreza combinando los signos de los 13 días de cada mes con los de los 20 del calendario sagrado auguraban el destino de los recién nacidos y con ello el nombre que se les imponía, de los matrimonios, de las guerras.
La cosmogonía azteca suponía que el mundo había tenido ya cinco eras o soles, cada una de las cuales había terminado con una catástrofe, ellos vivían en la era del cuarto terremoto, cuyo fin iba a ser un inmenso seísmo que lo destruiría todo.
Todo el orden cósmico y natural, incluida la lluvia dependía de la fuerza de sus dioses para mantenerlo. Para ello era necesario hacerles ofrendas para tenerlos contentos, la ofrenda más importante era la sangre, fluido vital, que los mantenía siempre jóvenes y vigorosos, de aquí derivaron los sacrificios de seres humanos que se hacían en los templos. Las victimas eran
colocadas sobre una piedra ceremonial y se les extraía luego el corazón con un cuchillo de obsidiana, la víscera aún palpitante, era ofrecida a los dioses mientras que el cuerpo era arrojado por las escaleras del templo ante una impresionada multitud que asistía a la ceremonia. Nadie sabe el número de los sacrificios se afirma que para la inauguración del templo mayor de TENOSCHTITLÁN, a finales del siglo XV se sacrificaron entre 20.000 y 40.000 victimas. Cortés aseguró que en dicho templo había una colección de 136.000 cráneos humanos de inmolados a los dioses.
Los prisioneros de la guerra eran los principales candidatos a ocupar la piedra de los sacrificios que coronaba el templo mayor, cuya sangre corría en cascada por las escaleras del templo los días en que se celebraban los sacrificio.
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