Olivé L.(2000)El Bien, El Mal Y La Razón. Facetas De La Ciencia Y La Tecnología, México.

Introducción

Muchas veces las personas charlan unos con otros y se han preguntado porque pasan ciertas cosas en la vida, ciertos momentos en los que se generan incertidumbres, malestares, preocupaciones, sufrimientos como por ejemplo asesinatos, desastres naturales, guerras, inundaciones, sobre la contaminación del medio ambiente, etc. Pero también hablan sobre buenos momentos, sobre nuevas terapias para enfrentar enfermedades que antes no eran posibles, también sobre la posibilidad de poder comunicarse con familiares en otras partes del mundo, de poder acceder a una educación a distancia y de muchas otras cosas más.

A partir de esta descripción, muchos se darán cuenta que la ciencia y la tecnología están implicadas en casi todos los casos y se preguntarán si ésta ciencia y tecnología de la cual se habla, ¿es buena o mala, se usa para el bien o para el mal?. A raíz de ésta pregunta surgen dos concepciones, la concepción de la neutralidad valorativa de la ciencia y la concepción de la no neutralidad valorativa de la ciencia

El objetivo del presente trabajo es analizar cada concepción en base a los problemas éticos y morales que conllevan, así como también la presencia de valores y compararlas entre sí.

Desarrollo

La historia del conocimiento científico tiene desde su nacimiento un conjunto de problemas epistemológicos que no han perdido vigencia y que la actual comunidad científica aún sigue discutiendo. León Olivé(2000) sostiene que una de ellas es la concepción de la neutralidad valorativa de la ciencia, en la cual la ciencia y la tecnología no son buenas ni malas por sí mismas y su carácter positivo o negativo dependerá, desde un punto de vista moral, de cómo se usen los conocimientos, las técnicas y los instrumentos. En cambio en la otra concepción, la no neutralidad valorativa de la ciencia, la ciencia y la tecnología se entienden como constituidos por sistemas de acciones intencionales, es decir que se buscan ciertos fines, en función de determinados intereses, para la cual se ponen en juego creencias, conocimientos, valores y normas. (p.86)

Se puede comprender un poco más la neutralidad valorativa de la ciencia mediante el siguiente ejemplo: el conocimiento y la tecnología en las comunicaciones no son moralmente buenos ni malos por sí mismos. Son buenos si se usan para la comunicación mundial entre personas y para empresas. Pero son malos si se utilizan para dominar personas psicológicamente, como por ejemplo la pedofilia virtual. Para comprender aún más la concepción de la no neutralidad valorativa de la ciencia ponemos el siguiente ejemplo: el gobierno de Rusia ha utilizado los conocimientos de física atómica y nuclear como medios para obtener fines determinados, como por ejemplo una bomba atómica, ya de por sí, crear una bomba es algo negativo y más si se utiliza para destruir bienes y combatir contra otros países.

Para la concepción de la neutralidad valorativa de la ciencia los conocimientos científicos y la tecnología sólo son medios para obtener fines determinados. Se distingue de la otra concepción, antes mencionada en la cual se buscan fines pero en función de determinados intereses.

Retomando éste último concepto sobre la neutralidad valorativa, y de acuerdo a León Olivé(2000), los problemas éticos surgen, en todo caso, ante la elección de los fines a perseguir, porque son éstos los que pueden ser malos o buenos desde un punto de vista moral. Hay que aclarar que los científicos ni los tecnólogos son responsables de los fines que otros elijan, ellos producen el conocimiento científico y la producción de artefactos que por sí mismos no son ni buenos ni malos, sólo

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