POLOS ALIMENTICIOS

POLOS ALIMENTICIOS

El ser humano mejora y facilita aspectos de su vida cotidiana como lo es el ámbito alimenticio desde sus inicios. Es por eso, que el hombre encuentra en la transformación genética una salida a distintos problemas como hambrunas, plagas, enfermedades y ataques de microorganismos. Ahora bien, estos alimentos se han introducido de manera acelerada a mercados nacionales e internacionales, quizá sin pensar en los daños que le puedan o no causar al individuo.

Para empezar, un alimento transgénico es aquel que se le ha modificado la información genética para obtener unas características deseadas. ¿Es una ventaja o un perjuicio? No hay que negar que todo esto es un gran avance tecnológico, por el contrario hay que aplaudirlo porque ofrece una cantidad de beneficios a la industria agrícola y alimenticia. Pero aun así hay que darle vuelta a la página y empezar a ver si nosotros estamos siendo parte del “progreso” o siendo simples marionetas de unos monopolios inescrupulosos.

Los alimentos transgénicos tienen ventajas para el ser humano, proporcionándole más nutrientes y una mayor conservación de los mismos. Vale resaltar que para los campesinos son de gran ayuda ¿Cómo los cultivos pueden representarles mayor calidad y utilidad cuando son ellos los que ofrecen el alimento al individuo? Pues bien, estas modificaciones les permiten incrementar en sus cultivos la productividad y la resistencia desencadenando así un ahorro económico y un menor daño al medio ambiente.

Pero no todo es color de rosa, estos alimentos son perjudiciales para la salud humana. Es posible que la conformación de estos produzca alergias y enfermedades. ¿Cómo es posible que los monopolios no informen al consumidor de los elementos modificados? Es inaudito porque existen leyes que exponen que todas las “empresas” que utilicen modificaciones deben incluir dicha información en los productos. ¿La ley es solo para algunos? Pues parece que si porque muchas empresas pasan por alto lo anteriormente dicho. A todos estos monopolios, definitivamente les está importando más el capital que la integridad humana.

Podemos tener muchas cosas a favor acerca de estos alimentos pero lo natural podría ser mejor y ofrecer una vida plena. Eso sí, no oponerse al desarrollo industrial pero evaluar detenidamente los pro y contra que tienen los transgénicos. Recordar que “Todo en exceso es malo”, esa frase que también lleva a recapacitar y pensar si los individuos están siendo utilizados de manera maligna por todos los monopolios capitalistas.

Juan David Santamaría Saavedra

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