Pesca en Colombia a la deriva- y su efecto sobre los recursos biológicos

Pesca en Colombia a la deriva- y su efecto sobre los recursos biológicos

por Weildler Guerra Curvelo*

Dos mares, recursos cada vez más esquivos, pero a nadie parece importarle la suerte de los pescadores.

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Wieldler Guerra

La vida de los pescadores en muchas partes del mundo está regida por la incertidumbre.

Su actividad se da en un ambiente azaroso en el que, desde el punto de vista biológico, el hombre se encuentra débilmente equipado para sobrevivir. No siempre el esfuerzo realizado es compensado por una buena captura de peces. La pesca implica la permanencia de largas horas en las embarcaciones en un ambiente típicamente masculino y lejos de casa, separados de sus familias.

A ello hay que sumarle la inestabilidad del mercado y la presencia de intermediarios por lo que una buena captura no siempre trae los beneficios económicos esperados. Su ausencia frecuente de las actividades diurnas y de muchos espacios de la vida social los hace carecer de una fuerte representación política y quizás esa debilidad explique el por qué han sido tan poco importantes para nuestros gobiernos nacionales y seccionales.

El país parece darle cada vez menos importancia a los pescadores y a la pesca. La regulación sobre esa actividad es débil, no hay recursos materiales y humanos suficientes para hacerla cumplir y la responsabilidad institucional sobre el sector se ha ido diluyendo hasta el punto que el Instituto Nacional de Pesca y Acuicultura INPA fue liquidado v el Instituto Colombiano Agropecuario ICA asumió las funciones de administrar los recursos pesqueros del país, así como la investigación y ordenación de la pesca y la acuicultura en Colombia.

El panorama actual sobre la disponibilidad de los recursos marinos no es halagador. Las investigaciones nacionales e internacionales muestran que crece el número de especies que dan señales de agotamiento y sobreexplotación. Un estudio reciente de la Universidad Nacional realizado en el Caribe colombiano señala que en el curso de los últimos 30 años, el conjunto de los peces que están en el fondo del agua como el bacalao y el pargo se han reducido hasta la mitad.

Como consecuencia nuestros pescadores deben hacer un mayor esfuerzo en tiempo para obtenerlos y navegar a mayores distancias de la costa. Hoy el 86 por ciento de los pescadores gasta 9,9 horas al día, mientras, anteriormente el tiempo era de 5,6 horas diarias. Además, el 72 por ciento sostuvo que en la actualidad debe pescar a 33 metros de profundidad en promedio. Antes pescaban a una profundidad de 17.2 metros.

A pesar del evidente fracaso de los gobiernos centrales en el manejo pesquero y en lograr el bienestar de los pescadores este tema, parece no ocupar un lugar destacado en la agenda de los gobernadores del Caribe colombiano, ni tampoco forma parte de las reivindicaciones

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