Pie Zambo

El pie equino varo congénito, denominado pie <<zambo>>, constituye una malformación congénita caracterizada por una deformación tridimensional compleja en las que las estructuras óseas se hallan alteradas en su forma y también en la orientación de las carillas articulares. La movilidad esta disminuida debido a la retracción de las partes blandas y a cierto grado de rigidez articular, que en mayor o menor medida se encuentra presente en la mayoría de estos pies.

Clínicamente, el pie zambo evidencia unas deformidades características como son el equinismo, el varismo, y la supinación del retropié, y la aducción del antepié. El cavismo es más inconstante. En los casos más severos, se puede asociar una torsión tibial interna a las deformidades del pie.

La incidencia del pie zambo en México es aproximadamente 2.32 por cada 1,000 nacidos

Vivos, hay una mayor afectación del sexo masculino sobre el femenino en una proporción de 2-3: 1.

Al realizar el estudio clínico es importante valorar la reductibilidad del pie, lo que nos será de utilidad para predecir las dificultades del tratamiento. Por lo general, los pies longilíneos son más fáciles de manipular y corregir. La presencia de surcos profundos en la piel de la cara interna y posterior del pie son indicativos de mal pronóstico.

Podemos distinguir cuatro grandes grupos para englobar las diferentes teorías que existen en cuanto a la etiopatogenia del pie zambo.

Teoría mecánica. Es la teoría más antigua. Según ella, el pie zambo seria consecuencia de una malaposición fetal o de compresiones anormales del feto por bridas, tumores, escasez de líquido amniótico, fetos grandes, embarazos gemelares, etc. Sin embargo, no está comprobada estadísticamente la relación entre los embarazos de estas características y la aparición de la malformación.

Teoría genética. Reconoce como causa de la malformación un trastorno cromosómico primitivo. Sin embargo, los mapas cromosómicos de los sujetos afectos no han demostrado alteraciones significativas. La aperción de esta malformación congénita en ciertos grupos familiares, en gemelos univitelinos, o en determinadas poblaciones como el norte de Italia, así como el mayor predominio del sexo masculino, estarían a favor de esta teoría, sin que ello suponga una prueba definitiva.

Teoría de la detención del desarrollo embrionario. En el curso del desarrollo embrionario del pie entre las semanas 8 y 10, cuando el embrión tiene 15-25mm de longitud, la disposición de las estructuras óseas es la misma que la de un pie quino-varo congénito en el momento del nacimiento. Más tarde, durante el desarrollo embrionario, se produce una torsión del pie sobre la pierna, dando lugar a la configuración normal del pie. Si durante este periodo un factor patógeno actúa sobre el embrión (radiación, infección viral, insulinoterapia inadecuada, etc.), el embrión prosigue su crecimiento sin que el pie pueda realizar la torsión normal antes mencionada. Esta teoría fue propuesta por Bohm en 1929. Victoria Díaz, siguiendo esta idea, distingue en el pie dos bordes de crecimiento que denomina fase peroneal y tibial. En la fase de crecimiento peroneal del pie se coloca en supinación; a continuación tiene lugar la fase de crecimiento tibial, en la que el pie recupera su posición normal. Si el factor patógeno actúa al final de la primera fase o al inicio de la segunda el pie queda en inversión, y el niño nace con el pie zambo.

Teoría neuromuscular. El pie equino-varo congénito estaría provocado por un desequilibrio muscular.

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