Plaza de las Tres Culturas
Enviado por griselle97 • 23 de Marzo de 2015 • Tesis • 2.356 Palabras (10 Páginas) • 279 Visitas
El Colegio de la Santa Cruz de Santiago Tlatelolco fue la primera institución de educación superior de América, preparatoria para la universidad, destinada a los indígenas. Fue el centro más importante de las ciencias y las artes durante la primera mitad del siglo XVI en la Nueva España. “Durante los 50 años de su funcionamiento, el Colegio de Tlatelolco constituyó un establecimiento científico en el cual se cultivó preferentemente la medicina nahoa y, al mismo tiempo, fue la escuela de ciencias políticas en que se preparaba a los hijos de los caciques para el gobierno de los pueblos de indios."
Plaza de las Tres Culturas
La Plaza de las Tres Culturas o Plaza de Tlatelolco es una plaza ubicada en el centro de la Ciudad de México, en la Delegación Cuauhtémoc. Su nombre proviene del hecho de que los conjuntos arquitectónicos ubicados en su alrededor provienen de tres etapas históricas diferentes:
• Cultura de Tenochtitlan, previa a la Conquista de México por los españoles y está representada por una serie de pirámides y ruinas prehispánicas, del pueblo mexica llamado Tlatelolca. En esta época y en este lugar, existía un famoso mercado que abastecía de todo tipo de mercancías provenientes de la Mesoamérica a los habitantes del Valle de México. Ésta es la etapa de la Primera Cultura.
• Cultura Española, desde la Conquista de México hasta su independencia, representada por un convento y el templo católico de Santiago, del periodo colonial. En la zona se fundó el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, a cargo de los evangelizadores españoles Bernardino de Sahagún y Juan de Zumárraga. Los conquistadores tenían la costumbre de construir sus templos cristianos exactamente sobre los templos prehispánicos ya que, además, así aprovechaban las piedras para la construcción. Ésta es la etapa de la Segunda Cultura.
• Cultura del México moderno, representada por la Torre de Tlatelolco, sede hasta 2005 de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y actualmente sede del Centro Cultural Universitario y Memorial del 68 de la UNAM, así como los edificios habitacionales, conocidos como Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco. Varias de estas edificaciones son la obra del destacado arquitecto Mario Pani Darqui. Ésta es la etapa del sincretismo criollo y corresponde a la Tercera Cultura.
Antiguo Hospital Jesuita
En 1595 este recinto se convirtió en el primer hospital de la Nueva Vizcaya, atendido por jesuitas y dedicado principalmente al cuidado de los pobres. Su fachada es de bello estilo barroco, y en ella resaltan los relieves vegetales realizados en cantera.
Consulado de Comerciantes de México
El Consulado de Cohudos de Bolin fue el ente comercial que monopolizo el control del comercio interior y exterior de virreinato de la Nueva España, además desde finales del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII junto con los consulados de Manila y Sevilla (Luego trasladado a Cádiz) controlo el comercio entre el Lejano Oriente y Europa.
Es durante la alta edad media que se crean los primeros Consulados o Universidades de Mercaderes, cuya función básica consistía en vigilar la aplicación de las leyes y códigos comerciales en primera instancia, a través de un cuerpo colegiado que era elegido o nombrado dentro de los propios miembros del ramo mercarte, en muchas ocasiones estos se combinaron con los gremios de navegantes, ya que el comercio exterior se realizaba principalmente por medios fluviales o marítimos.1
Iniciados a partir del siglo XII en las ciudades italianas de Pisa y Génova, el modelo fue repetido en varias ciudades del mediterráneo, llegando a España por medio del Reino de Cataluña en donde se creo la Universidad de los Prohombres de Ribera en 1267 en la ciudad de Barcelona, con los gremios de comerciantes y constructores navales, los cuales emitieron sus ordenanzas con el título de Llibre de consulat de mar.1 , este primer consulado represento los intereses de los comerciantes catalanes, valencianos y mallorquinos ante el propio reino y por medio de representantes comerciales o consulados en los puertos extranjeros.
LAS DEDICACIONES DE LA CATEDRAL DE MÉXICO
La primera dedicación del templo metropolitano tuvo lugar el 2 de febrero de 1656 y la ceremonia revistió la solemnidad necesaria. Puede leerse una reseña muy detallada de esta fiesta en el libro de Marrocui. Comenzó el virrey ordenando que los indios de la parcialidad de San Juan, con sus coas, palas y huacales sacasen la tierra, madera y escombros que se encontraban en el templo. El minucioso Guijo describe así la maniobra: "Lunes 17 de enero (de 1656), entraron a la catedral doscientos indios de la parte de San Juan, con sus coas, palas y huacales a sacar toda la tierra de las naves, barrer y regar la iglesia y echar fuera toda la madera y duró hasta el miércoles 19 de él, y su trabajo lo pagó el virrey de su caudal; asistieron los ministros de San Juan y el padre Fr. Pedro Camacho, Temastián de San Francisco, a darles prisa por dedicar la iglesia la víspera de la Candelaria."
El domingo 30 del mismo mes de enero, a las cinco de la tarde, hubo una reunión del deán y cabildo en el templo, a la que asistieron el virrey, su esposa, su hija y sus criados, y a puerta cerraba hizo una alocución en que manifestó los grandes deseos que siempre había abrigado para concluir la obra; el placer que sentía al entregársela en estado ya de servir para siempre y concluyó por dar en nombre del rey las llaves del templo al deán, para que usara de él y le tuviese como cosa propia.
En el mismo momento se soltó un repique a Melo y el virrey se dirigió al presbiterio, se hincó, besó el primer peldaño, subió con la virreina y su hija, se quito la capa y la espada, ellas cubrieron sus peinados con unos lienzos y todos tres barrieron dicho presbiterio con sus propias manos, limpiaron los altares y barandas y recogieron la basura. Después, sacudiéndose el polvo que les cubría, salieron de la iglesia y tomaron su coche para ir a Palacio a lavarse y asearse.
Desde fines del mes de enero se había publicado un bando que hacía conocer a los habitantes de la ciudad la resolución tomada por el virrey, que señalaba las calles por donde pasaría la procesión; por tanto, se prohibía teste el día 30 de enero anterior el tránsito de coches y caballos por ese recorrido, con objeto de dar tiempo y lugar a las religiones para que instalasen sus altares en los sitios que quince días antes se les habían designado. Los altares fueron once y estaban repartidos así: en la bocacalle del arzobispado, a los alcaldes de corte; en la de Santa Teresa, a los mercedarios; en la
...