Porque Sin Ella No Se Puede
Enviado por diyenis1 • 24 de Octubre de 2013 • 436 Palabras (2 Páginas) • 253 Visitas
B. Tendrá motivo de gloriarse. Si el exa¬men de la propia vida ante el espejo de la palabra de Dios indica que en verdad uno es aceptable delante de Dios, bien. 2 Cor. 1:12, "Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros". Pero el que tiene concepto errado de sí mismo (v. 3) será decepcionado.
C. Sólo respecto de sí mismo. Encon¬trará en sí mismo una fuente de puro gozo y no dependerá del aplauso de otros. No tendrá gozo por haberse comparado con otros (Luc. 18:9-12; 2 Cor. 10:12). No será feliz solamente cuando sonrían otros, ni miserable cuando éstos no le aprueben. Tendrá, como Pablo, la aprobación de una conciencia limpia. Pero el que tiene más alto concepto de sí que el que debe tener depende del aplauso inconstante de otros.
D. Cada uno llevará su propia carga. ¿Choca el v. 5 con el v. 2? En el v. 2 Pablo dice, "Sobrellevad los unos las cargas de los otros", pero en el v. 5 dice que "cada uno llevará su propia carga". El v. 5 significa que cada quien -- el hermano sincero y fiel o el hermano orgulloso y arrogante -- tendrá que aceptar la consecuencia de su clase de vida. Cada quien será juzgado por lo que es en realidad.
Conclusión.
A Gál. 6 conectado con Gál. 5. La exhortación de Gál. 6:1-2 está relacionada con lo que había dicho en los versos anteriores acerca de las obras de la carne y el fruto del Espíritu; es decir, cuando algún hermano cae en pecado, los otros miembros deben demostrar su espiritualidad (5:22,23) en restaurarlo.
B. Siervos inútiles somos. Los miembros fieles del cuerpo de Cristo son útiles para el Señor (2 Tim. 2:21), pero es por la gracia de Dios ("por la gracia de Dios soy lo que soy", 1 Cor. 15:10). Nadie puede jactarse (1 Cor. 1:29). Aunque seamos fieles, de todas maneras estamos cons-cientes de muchas flaquezas y tenemos que luchar diariamente contra la carne. Siempre debemos ser "pobres en espíritu" (Mat. 5:3). Con esta actitud no será difícil obedecer lo que Pablo dice en Gál. 6:1,2. Recuérdese la advertencia del v. 3, "el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña".
C. La disciplina correcta requiere esta actitud porque sin ella no se puede prac¬ticar la disciplina bíblica.
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