Post Aborto

El síndrome Post Aborto

Para muchas mujeres, quedar embarazada es una alegría inigualable ya que tener un bebé es algo que gran parte de las mujeres anhela para sentir que su vida está plena. Sin embargo, para las mujeres que no planean un embarazo, la noticia puede ocasionar problemas tanto con la familia como sentimentales ya que un hijo no deseado llega a ser para muchas personas más que una felicidad, un problema.

Es dependiendo de las opciones y cultura de la mujer que decidirá qué hacer con el nuevo ser que viene en camino, muchas mujeres deciden tenerlo y enfrentarse a las consecuencias mientras otras optan por el aborto, que es una opción bastante popular el día de hoy; sin embargo hay veces que las mujeres a pesar de decidir quedarse con su hijo, un accidente o las condiciones de su cuerpo no le permiten mantener el embarazo hasta su término ocasionando abortos no deseados, que pueden ser muy peligrosos para la estabilidad emocional de la mujer.

Consecuencias de un Aborto

Hoy en día con la elevada fama que han obtenido los abortos alrededor del mundo, esta técnica se ha utilizado casi al parejo de las pastillas anticonceptivas, sin tener en cuenta las consecuencias biológicas y psicológicas que este trae consigo; una de estas consecuencias es el sindrome post aborto.

Muy pocas personas se detienen a pensar qué significará después de haber realizado el aborto el perder a un hijo, el deshacerse de una parte tan íntima y ligada a ellas como lo es un hijo. Tal y como la depresión post parto, el síndrome post aborto no es algo que ataque a todas las mujeres, hay quienes salen de la situación sin tener ninguna especie de repercusión incluso física; cuántas historias de aborto hemos escuchado que se cuentan sin ni quiera un parpadeo, cuando hay quienes ni siquiera se atreven a mencionarlo por la carga que el mismo representa en la vida de la mujer.

Muchas veces este síndrome se agudiza debido a que es un tema tabú del que a muy pocas personas se les facilita hablar, por lo que las mujeres que empiezan a sentir esa melancolía, desesperanza, ansias e insomnio que caracterizan al síndrome post aborto no tienen con quién acudir.

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