Principios Científicos Del Entrenamiento
Enviado por bbieosts • 18 de Febrero de 2013 • 2.051 Palabras (9 Páginas) • 1.131 Visitas
Los principios del entrenamiento como las pautas que se deben seguir para que los aparatos y sistemas de nuestro cuerpo se adapten de manera adecuada al esfuerzo físico y, en consecuencia, ayuden a la obtención de una mejor condición física.
El entrenamiento es un proceso sistemático en que los atletas mejoran su condición física para cumplir con las demandas del deporte. El entrenamiento es un proceso a largo plazo que es progresivo y encuentra al atleta individual en su nivel de condición física y preparación. El entrenamiento usa ejercicios generales y de evento específico para desarrollar a un atleta para su deporte. El entrenamiento es un proceso cíclico: agotamiento, recuperación, super-compensación y fortalecimiento (adaptación).
1. Continuidad:
Este principio establece que los programas de entrenamiento deben cumplirse a cabalidad, para obtener los resultados esperados. De acuerdo a las cualidades o capacidades que se desean mejorar o desarrollar, existen ciertos parámetros establecidos sobre la frecuencia, intensidad y duración de los entrenamientos. Los resultados que un programa de entrenamiento pueda producir y el rendimiento físico deportivo que se pueda obtener, estarán sujetos a la regularidad o continuidad de los entrenamientos.
Se ha de practicar el ejercicio físico con la frecuencia necesaria para aprovechar los efectos positivos de las sobrecompensaciones. Descansar muchos días después del último entrenamiento supondrá con toda seguridad perder los efectos positivos de la sobre compensación que habíamos adquirido. Si pasa esto cuando tenemos una buena adaptación al esfuerzo experimentaremos una pérdida progresiva de la condición física obtenida. Por eso es conveniente mantener y también aumentar la frecuencia de la práctica del ejercicio físico. En un programa completo de ejercicios es mucho mejor practicar dos o tres días por semana que no hacerlo nada más una vez.
2. Progresividad:
El organismo del ser humano es capaz de soportar progresivamente esfuerzos cada vez más grandes. Para conseguir un incremento del nivel de condición física a largo plazo, es necesario aumentar los ejercicios físicos de manera progresiva a fin de encadenar, con el paso del tiempo, todas las sobrecompensaciones producidas y obtener así una sólida adaptación. Veamos qué elementos debemos tener en cuenta para ello:
El volumen: Es la cantidad total de ejercicio físico practicado. Puede expresarse en unidades de tiempo (horas, minutos, segundos), de espacio (kilómetros, metros) o en número de repeticiones y series. Pedalear en una bicicleta durante una hora (tiempo), nadar 1.500 metros (espacio), realizar 10 saltos (repeticiones) o hacer 100 abdominales repartidas en 4 grupos de 25 repeticiones (series) son algunos ejemplos. Aumentando progresivamente el volumen se consigue, a largo plazo, una adaptación al ejercicio físico. De este modo, si una persona habituada a correr 15 minutos incrementa gradualmente el tiempo de esfuerzo (20", 25", etc.) mejorará su resistencia.
La intensidad: Es el aspecto cualitativo del entrenamiento. De forma más concreta, es la relación que hay entre el nivel de trabajo realizado y su valor máximo posible. Por ejemplo, si en un ejercicio de fuerza una persona es capaz de levantar un máximo de 50 kg. y entrena levantando 40 kg. varias veces, trabaja a una intensidad del 80%. Para realizar el cálculo de la intensidad debemos utilizar la fórmula siguiente:
Intensidad = trabajo actual / valor máximo
3. La carga: Es el resultado del producto entre el volumen y la intensidad del ejercicio físico. Lógicamente, para aplicar correctamente el principio de la progresión, la carga de los entrenamientos deberá aumentarse poco a poco. Para calcularla nos valdremos de la fórmula:
Carga = Volumen x Intensidad
4. Multilateralidad:
Este principio establece que el desarrollo del organismo debe realizarse de una manera armónica global, es decir, todas las cualidades y capacidades orgánicas del mismo deben desarrollarse al mismo tiempo con el fin de obtener un mejor perfeccionamiento de las requeridas en la especialidad. Un atleta no debe dedicarse exclusivamente a mejorar las cualidades requeridas en su especialidad, sino que tiene que tratar de mejorar su condición física general. A medida que mejora su condición física general, mejorará a un nivel superior sus condiciones específicas. Por ejemplo, un basquetbolista que requiere un gran desarrollo de su capacidad anaeróbica, logrará resultados óptimos si desarrolla primeramente una base aeróbica (más adelante se detallará todo lo referente a la capacidad aeróbica y anaeróbica). De igual manera, este principio se refiere también al desarrollo de la musculatura general corporal.
El entrenamiento debe buscar el desarrollo armónico de todas las cualidades para una vez asentadas las bases, hacer hincapié en una o varias cualidades propias de la especialidad. Se ha demostrado que todas las cualidades se mejoran más gracias al entrenamiento genérico. Es mucho más fácil acometer un trabajo cuando el deportista posee un bagaje de experiencias motrices básicas, ya que se encuentra en una mejor disposición para afrontar el entrenamiento específico. Se puede decir que un entrenamiento general garantiza el entrenamiento propio de la especialidad.
5. Alternabilidad:
En la planificación del entrenamiento las cargas del trabajo han de sucederse de manera alterna. Se necesita combinar el entrenamiento de las diferentes cualidades físicas respetando el periodo de recuperación.
El descanso es imprescindible para que el organismo se recupere de la fatiga producida por la actividad física que acaba de realizar. Pero este tiempo de descanso puede aprovecharse para desarrollar otro aspecto. Cada tipo de trabajo, en función de su incidencia en el organismo, necesita un período diferente de recuperación.
6. Supercompensación:
Este principio nos dice que cuando el organismo se somete a ejercicios continuos y repetitivos que requieren de consumo energético, durante el período de recuperación, éste recupera la energía «gastada» y que con el tiempo, durante este período se produce un aumento de las reservas energéticas, de manera que para el ejercicio siguiente se cuenta con más combustible y se podrá, por lo tanto, aumentar el volumen y la intensidad del ejercicio. El entrenamiento físico adecuado produce un incremento de las reservas funcionales en el organismo, de manera que éste pueda enfrentarse satisfactoriamente a esfuerzos posteriores.
7. Sobrecarga:
Este principio establece que las cargas de trabajo deben ajustarse paralelamente con el desarrollo de las capacidades físicas. Esto significa que a medida que el individuo mejora su capacidad de trabajo,
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