Principios Y Reglas Del Silogismo
Enviado por aeal16teamo • 23 de Enero de 2015 • 6.288 Palabras (26 Páginas) • 2.499 Visitas
2.3.3. PRINCIPIOS Y REGLAS DEL SILOGISMO
Si acentuamos la mirada descubrimos que el silogismo se basa en los principios de conveniencia y discrepancia. Si ilustramos el principio de conveniencia en el ejemplo:
Los peruanos son latinoamericanos;
es así que los aimaras son peruanos;
luego los aimaras son latinoamericanos",
vemos que allí se quiere decir que: dado que todos los peruanos tienen la propiedad de ser latinoamericanos y dado que todos los aimaras tienen la propiedad de ser peruanos, puede concluirse que todos los aimaras tienen la propiedad de ser latinoamericanos.
El principio de conveniencia se enuncia indicando que: "Dos cosas que convienen en algo (propiedad común) con una tercera, convienen entre sí en ese algo". Y este principio tiene vigencia en la construcción de los silogismos que concluyen afirmativamente.
El principio de discrepancia rige en los silogismos que concluyen negativamente, así:
Ningún peruano es europeo;
es así que los uros son peruanos;
luego ningún uro es europeo;
pues, dado que ningún peruano tiene la propiedad de ser europeo, y dado que todos los uros tienen la propiedad de ser peruanos, se concluye que los uros no tienen la propiedad de ser europeos. De ahí que el principio de discrepancia se enuncie así: "Si tenemos dos cosas de las cuales una conviene en algo con una tercera, entonces no convienen ente sí".
Para saber si un silogismo es formalmente correcto, los lógicos clásicos establecieron ocho reglas, de las cuales cuatro pertenecen a los términos y cuatro a las proposiciones:
1ra. Un silogismo ha de tener tres y sólo tres términos: mayor, menor y medio. Lo fundamental de esta regla y a la cual pueden reducirse, en alguna forma, todas las demás, es que, esencialmente, el silogismo consiste en comparar dos cosas con una tercera. Para que el silogismo sea vicioso, basta que uno de ellos se tome en diverso sentido en las diferentes proposiciones, no se necesita que haya expresamente más de tres términos; en tal caso, aunque el nombre sea el mismo, la significación no lo es. Así,
un soldado es valiente
un cobarde es soldado,
luego un cobarde es valiente.
El término medio, soldado, es uno en cuanto a la palabra, pero no en su significación; porque en la mayor se trata de un soldado del de la menor. A esta regla, bien entendida y explicada, se pueden reducir todas las otras.
Son frecuentes los silogismos que faltan a esta regla, debido a que uno de los términos tiene una doble suposición o sentido. Así, en el siguiente:
Todos los zorros roban gallinas
es así que Napoleón era un zorro;
luego Napoleón robaba gallinas.
Por lo visto, el término zorro tiene doble sentido, pues, se refiere a un animal y a una persona astuta.
2da. El término medio debe ser tomado universalmente, al menos en una de las premisas; es decir, que el término medio se debe tomar distributivamente en alguna de las premisas, cuando no sea singular. Falta contra esta regla el siguiente silogismo:
Algunas aimaras son modelos
es así que algunas aimaras son monjas;
luego algunas monjas son modelos.
En el precedente silogismo, el término medio es "aimaras" y su extensión en ambas premisas es particular; porque es sujeto de proposiciones particulares. La razón de la regla se debe a que, al no tomarse el término medio universalmente en alguna de las dos premisas, puede darse el caso que "monjas" y "modelos", es decir, los términos extremos, se refieran a distintas partes del conjunto de las "aimaras". Si el término medio no se toma distributivamente en alguna de las premisas, sino en particular, podrá referirse a diferentes sujetos en las diversas premisas. Pero si el término medio es singular, el silogismo será concluyente.
Cesar fue asesinado por Bruto,
El vencedor de Frasalia fue Cesar,
luego el vencedor de Frasalia fue asesinado por Bruto.
3ra. El término medio no puede figurar en la conclusión. El medio sirve para comparar los extremos; y en la conclusión solo se debe hallar el resultado, esto es, la relación de los extremos entre sí. Ella se sustenta en que el término medio cumple su función en las premisas; pues lo que interesa en la conclusión es saber si los extremos convienen o no convienen entre sí. Falta contra esta regla:
Una vaca es madre
es así que una vaca es tuya;
luego una vaca es madre tuya
pues, el término medio es "vaca" y aparece en la conclusión.
4ta. Los términos extremos no pueden tener mayor extensión en la conclusión que la que tienen en las premisas; porque con la mayor extensión se cambian los términos. Pues un término particular en las premisas, no puede tener en la conclusión una extensión universal. Ver el ejemplo:
Todos los cuzqueños son peruanos
es así que ningún juliaqueño es cuzqueño;
luego ningún juliaqueño es peruano.
En el precedente silogismo son términos extremos "peruanos" y "juliaqueño". Y si en la premisa mayor se quiere decir que los cuzqueños son parte de los peruanos, es evidente que el término "peruanos" es tomada particularmente. Por tanto, en la conclusión se quiere decir que no hay siquiera un juliaqueño en el conjunto de los peruanos; consecuentemente, se toma este término universalmente, evidenciándose que el silogismo peca contra la cuarta regla.
Antes de pasar al examinar las reglas que afecta a las proposiciones, debemos anotar que la extensión afecta tanto a las proposiciones como a los términos; pues el término-sujeto tiene la misma extensión que tenga la proposición y se evidencia por los cuantificadores todos, algunos. Además, la extensión del término-predicado depende de la calidad de las proposiciones; pues, si una proposición es afirmativa (no interesa que sea particular o universal) el predicado de la misma tendrá extensión
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